Que Seas Mis Ojos

Capítulo 28. ¿Es oficial?

Connor POV:

Después de la escuela, las familias se juntaron en el cinema de la casa Stobbe.
Los padres de Nina habían comprado una macro pantalla y la pusieron en una de las habitaciones libres de la casa en el segundo piso junto con unos sofás y una máquina de palomitas y querían que la estrenaremos viendo una película todos juntos.
Todos nosotros ya estábamos en pijama, yo usaba mi camiseta y pantalón azul marino y Nina me había pedido ayuda para decidir entre sus ya conocidos par de mamelucos negro o morado.

Ely y Amy estaban en el alfombrado discutiendo sobre la película que pondrían e Irene (Quien también había sido invitada) nos preparaba palomitas en la máquina mientras los demás nos acomodábamos en los sofás frente a la pantalla.

—¿No es genial?— preguntó la señora Stobbe. —Él quería que compráramos una limusina para que los chicos tuvieran una y los adultos otra, pero le dije que era mejor gastar esa fortuna en algo distinto para disfrutar todos juntos.

De cualquier manera, ya sabemos que lo nuestro es suyo y lo suyo es nuestro.

—Es del tamaño de la pared— me dijo Nina porque que "yo no podía verla".

—¿Qué pared?.

—Mmm...La de mi habitación.

—Mmm...¿Tu habitación? Ya no la recuerdo, ¿Qué te parece si vamos ahora?— le propuse pícaramente poniendo mi mano en su rodilla que chocaba con la mía.

Sentí un golpe sobre el dorso de mi mano y la retiré.

—Pobrecito, hasta pérdida de la memoria tienes, cariño— apretó mis mejillas y me sacudió.

—¡Auch!...Oye, ese apodo me gustó...—soltó una carcajada.

—¡Bueno!— nos habló el padre de Nina sin que sonara como un regaño, parece que no había escuchado lo que le había dicho a su hija. —¿Ustedes dos son algo o...?

—Buenos amigos, señ...— alguien (Nina) me tapó la boca.

—Somos novios, papá.

Miren, no hay que tener la mejor vista del mundo para darse cuenta de que eso no es cualquier cosa que le sueltas a tu papá en una reunión familiar. Es cómo si le hubiera dicho que se había casado con su hermano...su muy molesto hermano.

—¡Ya tenemos la película!— escuche a Ely.

—¡¿Frozen?!— pregunto Nina. —Amy, esa ya la vimos.

—¡Yo no la escogí! ¡Ely la quería verla de nuevo!.

—¡Es que sus canciones son muy inspiradoras!— se justificó Ely.

La película comenzó y el señor Stobbe me dio una palmada en el hombro transmitiéndome su sagrada aprobación.

Eso me calmo y, por supuesto, me tuvo de buenas todo lo que restaba del día.

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—¡Mi niña bonita, mi ángel lucero, te queda pequeña la frase "Te quiero", por eso mis labios te dicen "Te amo" ¡Cuando estamos juntos más nos enamoramos! ¡AQUÍ HAY AMOOOOOOOOOR! ¡AQUÍ HAY AMO...!

—¡Connor, callate!— me gritó Nina interrumpiendo mi canto y mi baile ridículamente cursi en medio de la habitación.

—No sigas por favor— me pidió riéndose.

—Tienes razón, no quiero que te de un paro cardíaco por tanto talento— alardee. —Pero ahora que lo recuerdo, hace unos días te escuche cantar algo muy interesante a tí.