Capítulo 19. Promesa.

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El día en la escuela fue normal.
De vez en cuando yo miraba a Connor y este estaba algo nervioso. Lo veía apretando sus puños con expresión cansada como si le doliera algo y moviendo rápidamente la punta de su pie.

No me explicaba qué era lo que pasaba hasta la última clase.
Él estaba sudando y se pasaba la mano por la cabeza muchas veces.

Decidí cambiar de lugar con su compañero y fui a su lado en el aula.

-Sé que me dijiste esta mañana que estabas bien pero de verdad no te ves bien, Connor- le dije preocupada.

-Lo estaba, solo me dolía un poco...pero creo que fue mala idea ignorarlo.

-Estas sudando y...- le puse una mano en la cabeza. -Connor estas muy hirviendo.

-Te dije que soy ardiente- bromeo débil.

-Es enserio, animal. Te vez enfermo- él asintió.

-¿Me llevas afuera?- me pidió con su voz algo temblorosa.

Le pedí permiso al profesor y lo saqué del salón para que pudiéramos sentarnos en la banca que estaba afuera.

Lo senté y yo me arrodille en el suelo para poder verlo a la cara.

-¿Qué te duele?.

-La cabeza. Antes me dolía un poco la pierna, ahora no tanto sólo...- se quejó y se llevó las manos a la cabeza. -Nina, me duele.

Estaba entrando en pánico, él sudaba y se veía pésimo mientras que yo no sabía que hacer.

-¿Tienes medicina o algo? Dime que hacer.

-¡Si supiera que hacer lo haría!.

Diablos.
Mire a todos lados del pasillo y no había nadie.

-Connor, todo va a estar bien- fue lo único que pude decir.

-Ayúdame- me pidió respirando profundo.

No sabía que hacer, yo también estaba temblando y sudando ahora.
Los nervios me invadieron y lo único que hice fue salir corriendo.

¡Lo dejé sólo!.
Corrí a la enfermería y le dije lo que había pasado y donde estaba Connor.

-Bien, yo me encargó, ¿Vamos?- yo negué rápidamente.

-Me quedó aquí.

-Pero...

-¡Vaya a ayudarlo!- la enfermera se sobresalto y se fue.

Lo sé, soy una cobarde, debí quedarme con él o por lo menos ir con la enfermera pero...simplemente no quería estar ahí. Ahora me siento tan culpable.

.-.-.-.-.-.

Cuando la campana de salida tocó, lo primero que hice fue correr de nuevo a la enfermería desde el salón de clases para ver como estaba Connor.

-Estoy bien, ya te lo dije. Solo fue una jaqueca- me respondió restándole importancia.

-Una jaqueca muy fuerte. Te daré un justificante si prometes que iras al hospital con tu médico para que te revise- dijo la enfermera.

-Ya no me duele mucho, así que si me da lo que sea que me dio hace un rato para quitarme la jaqueca, no tendré que ir al doctor.

-Solo te lo calmará para que sea un dolor mas soportable hasta que vayas mañana al doctor, el efecto no dura mucho así que sí tendrás que ir. Ya vayanse y no quiero verte aquí mañana, Connor, así que a ti tampoco Nina. No lo dejes solo- me guiño un ojo.

Que Seas Mis OjosWhere stories live. Discover now