Que Seas Mis Ojos

Capítulo 35. Pepe pecas

Nina POV:

No tengo más dudas, lo amo.
Aún que no tenga el valor para aceptarlo en voz alta, lo amo y me conformo con saberlo yo.
Como dije, no tengo dudas de ese sentimiento, pero tampoco tengo dudas de que estoy muy enojada con él.

—Si no vas a dejarme salir, sal tú— dije volviendo a mi papel desafiante.

Connor me miró a los ojos y levanto ambas cejas.

—Esta es mi habitación— me respondió.

—Yo no me metí voluntariamente aquí, animal, así que si eres tan amable de retirarte, te lo agradecería mucho en verdad— poco a poco logré sacar mis manos del agarre de las suyas.

—Pues, para lo único que saldré de aquí, es para decirle al traidor que vendrá por ti en cualquier momento que no podrán salir porque es más importante para tí pasar tiempo conmigo que con el— se levantó y caminó hacia la puerta.

Yo corrí detrás de él y lo detuve.

—Ni siquiera lo pienses, Bosh.

—¿Y qué pasa si lo pienso, Stobbe?— se acercó desafiante pero me miraba a los labios.

En ese momento, el timbre de la casa sonó.

Mi...

er...

da.

La puerta hizo ese ruido de siempre y escuche a la señora Bosh:

—¿Dereck? Creí que jamás volverías— miré a Connor.

—Voy a decirle que puede irse mucho a la...

—¡Connor!.

—A la calle, nena, a la calle— dio un paso más pero yo fuí más rápida y alcance a sacar mi cabeza por va puerta y gritar:

—¡Ya casi salgo, Dereck!— Connor me tomó de la cintura y me cargó hasta el interior de la habitación de nuevo.

—Ahora definitivamente saldré a decirle que se largue.

—¡No!— lo tomé de los hombros. Eso lo desconsentro. —Digo, tu podrías convenserme de no ir y yo misma le diré que se vaya.

Yo ya tenía un plan. Que te distraiga y así puedo bajar corriendo y estaba vez, salir.

Connor sonrió pícaro y se me acercó más. Puso sus manos sobre mis antebrazos y...

—No caeré en la trampa— me giró y volvió a unir mis muñecas detrás de mí espalda y me empujó al armario. —Espera ahí adentro hasta que vuelva.

Escuché la cerradura del closed y después a Connor alejarse.

Era impresionante el tamaño del mueble. No muy grande, pero yo cabía dentro con toda la ropa de Connor y era impresionante el número de prendas que este chico guardaba.

La fragancia que Irene usaba para la ropa de los Bosh cuando la mañana era exquisita, más porque sabía que muchos de los abrigos ahí tenían impregnado el olor a la loción de Connor. Inhale y llene mis pulmones del aroma...pero después volví a la realidad donde me encontraba encerrada en un mueble de Connor mentiras él arruinaba por segunda vez una cita con Dereck.

No volví a golpear la madera porque sabía que me dolería mucho más ahora con más cordura y más daño en los nudillos, tampoco pateé, sólo traté de calmarme, de cualquier manera, Connor estaba abajo y ya no había nada que yo pudiera hacer para detenerlo.

Por segunda vez, mi cita estaba arruinada. Ya ni siquiera me importaba tanto, sólo quería salir con Dereck para hacer posible lo imposible: Tener una cita sin que Connor la arruinara. Posiblemente saldría del lugar gritando "¡¡¡Lo logré!!!".

Me tomé un tiempo para tranquilizarme y busqué ropa cómoda en el armario para aprovechar el tiempo y encontrar una pijama, después de todo no me dejarían ir a mi casa.
Encontré una sudadera gris que me llegaba de los hombros a la entrepierna. Definitivamente Connor es más alto que yo.
La descolgue y me quité el gean y la blusa para dejar sólo mis calcetines y la sudadera.

Estaba soltando mi cabello del rodete que tenía desde la escuela cuando la puerta se abrió y caí al suelo por estar recargada en la madera.

—Ops— de rió Connor. —¿Por qué tienes puesta mi sudadera?.

—Gracias por ayudarme— le dije. Él suspiró y me levantó de un jalón. —No iba a dormir en gean ajustado, ¿Pretendías que durmiera en ropa interior?.

Connor levantó los hombros y asintió.

—Es una opción que estaba esperando— pasé a un lado de él y choqué mí hombro con suyo. —Okay, ya dejaré de pensar en voz alta. ¿Necesitas algo más para quedarte calladita y no quejarte en toda la noche?.

—Si, que te vayas— le dije seca tirandomedome sobre la cama.

La cama de Connor era más cómoda que la mía, no entiendo la razón, se supone que todo en la casa Stobbe lo compraron como en la casa Bosh. Ambas familias compraron todo, sólo que a lo gustos de sus hijos. El punto es que esta cama es mas suave que la mía.

—Te presto mi ropa, te doy de comer, te doy un discurso cursi en extremo donde incluyó el nombre de nuestra historia de amor y aún así me quieres correr de mi propia habitación, ¿Quién te crees, nena?.

—Es esa lista olvidaste agregar que arruinaste una cita con mi ex-crush— me quejé acomodandome entre las cobijas.

—Pero te doy una noche con tu crush actual— abrió los brazos y se señaló. —Una versión de tu crush mejorada. Sólo me falta el moño, vengo entregado.

—Pues lo tendré que regresar— estiré mi brazo y apagué la luz de la mesa a un lado de la cama.

Todo se quedó oscuro, nada de luz más que la de unos focos pequeños afuera en la ventana.

—¿Te dije lo extremadamente sexy que te ves cuando usas mi ropa?.

—Pudrete.

Estaba concentrada en mantener mis ojos cerrados y dormir cuando sentí a Connor abrazarme por la espalda pasando su mano por toda mi cintura en el camino hasta entrelazar sus dedos en mi abdomen.

Entre la cama suave y Connor, mis sentidos se relajaron y ya no estaba a la defensiva. De verdad se sentía muy bien.

—Nena...

—¿Qué?— pregunté seca.

—Bueno, si seguirás enfadada pues...— estuvo a punto de soltarme, pero yo detuve sus brazos con los mios.

—No lo arruines, trato de sentirme bien a tu lado y no golpearte.

Me dí la vuelta aún con los brazos de Connor rodeandome y lo miré.
La verdad no era necesario intentarlo mucho, ya estaba comoda.

—Se sentía bien estar contigo— dije.

—No sabes cuánto me alegra que...— quiso besarme pero lo separé.

—Se sentía bien estar contigo antes de saber que me mentías.

—Oye, tu también me mentías. Estabas conmigo sólo por lastima, todo era un plan para que no me deprimiera por que sabías que te amaba y metiste a Ely en él.

—Pero lo hice porque tu sabías que lo haría y por eso hiciste el plan de fingir estar ciego por más tiempo del real y también metiste a Ely en él— soltó una carcajada.

—Eso sonó a trabalenguas, ¿Te enseño otro más efectivo?.

—¡Connor Bosh!.

—¿Qué pasa? Yo iba a decir "Pepe Pecas pica papas", mal pensada.

Ambos nos reímos.

—Eres un tarado.