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  Busqué ropa cómoda para ponerme después de ducharme. Chanyeol salió del baño con una toalla enredada en su cadera, me di vuelta y lo vi.

—Tápate.

Le dije y el me miró.

—Aún no estoy desnudo.

Dijo sacándose la toalla y quedando completamente como dios lo trajo al mundo. Le tiré una almohada y él rió, pasé por su lado y palmeó mi trasero.

— Hey, pervertido.

Dije y él soltó una carcajada.

— Tú me provocas meneando las caderas, muñeco.

Respondió, acercándose peligrosamente a mí. Besé sus labios y me metí al baño rápidamente, sentí que gruñó y reí.

Comencé a despojarme de mis boxers, dejando mi ropa limpia en una de los estantes de madera de roble que había allí. Abrí el grifo y templé el agua artificial, mientras esta caía en mi cuerpo. Enjuagué mi cabello y luego limpié mi cuerpo. Al terminar, salí de la ducha y me sequé completamente, menos el cabello. Me puse un poco de BB cream, también delineador. Me vestí  y salí del baño, no vi a Chanyeol, ya que eran las diez en punto de la mañana, seguramente SoYun ya había despertado. Dejé todo en su lugar y ordenado para luego salir de la habitación, caminé hasta la habitación de SoYun y no había nadie allí. Alcé los hombros y bajé las escaleras, encontrando con la escena más hermosa que vi en mi vida: Chanyeol estaba sentado en su respectiva silla y SoYun estaba a su lado, sentado en su trona. Ambos estaban desayunando tranquilamente y se veían tan perfectos, mis amores. Fui hasta ellos, dándole un beso en la mejilla a SoYun y uno en la boca a Chanyeol. Me senté a su lado, y comencé a desayunar. Había frutas picadas, tostadas, tocino, café y jugo de naranja exprimido, junto con una torta de fresa. Seguramente Chanyeol les había pedido todo eso a la cocinera.

—Te amo.

Me dijo y lo miré tiernamente.

—Yo te amo más amor.

Respondí y él acarició mi mejilla, tomó la mano de SoYun y luego la mía.

—Ahora somos una familia, la mejor familia del mundo.

Nos dijo y SoYun soltó una risita.

—Y siempre lo seremos.

Dije para luego darle una fresa en la boca a Chanyeol, él sonrió.

Terminamos de desayunar y Chanyeol mencionó que iría a ver televisión con nuestro hijo, así yo tenía tiempo de hacer lo que quisiera. Era estresante ser padre, pero era hermoso, y sobre todo tener un esposo que te ayude a cuidarlo, más hermoso aún. Subí las escaleras y entré a mi habitación, tenía que buscar un traje para hoy en la noche, ya que iríamos a cenar con Chanyeol. Recordé que tenía que llamar a Kyungsoo para que cuide a SoYun por hoy, y seguramente no vendríamos a casa a dormir, así que tendría que quedarse también a dormir. Tomé mi teléfono y marqué su número, al cabo de cinco segundos el contestó:

— ¿Baekhyun?

Dijo el, preguntando.

—Hola Kyung, ¿Cómo estás?

Respondí alegremente.

— Hola amigo, muy bien, gracias. ¿Y tú? ¿Necesitas algo?

Me dijo y yo sonreí, amaba tener un amigo así.

—Sí Soo, necesito un favor. ¿Podrías cuidar a SoYun esta noche? Chanyeol y yo tenemos una cita...

Le conté y el soltó una risa pícara.

—Por supuesto que sí, iré a las seis en punto. ¿Está bien?

Respondió.

—Sí, muchas gracias Soo, cualquier cosa que necesites yo te lo doy.

Hablé.

—Está bien Baekhyun, nos vemos luego, tengo que ir a desayunar.

Dijo y yo reí.

—Adiós.

Colgué la llamada y caminé hasta mi guardarropa. Abrí la puerta y millones de trajes estaban colgados, bien ordenados por color y en el fondo estaban todos mis zapatos y zapatillas. Comencé a elegir entre todos y me decidí por fin. Guardé el traje y los zapatos en mi guardarropa para que Chanyeol no lo encuentre. Decidí bajar a ver que hacían mis príncipes. Bajé las escaleras y los encontré viendo televisión, me senté junto a ellos y SoYun saltó sobre mí, reí. SoYun besó mi mejilla y Chanyeol se tiró encima de nosotros sin hacernos daño, todos reímos y mi esposo cayó al suelo nuevamente, yo encima de él y SoYun quedó sentadito en el sofá. Reímos y nos levantamos de una vez. Chanyeol me besó y correspondí, decidí abrir las cortinas para que se ilumine toda la sala de estar. Al hacerlo, un millón de chicas estaban tras las rejas de la residencia, me sorprendió verlas allí porque eso significaba que habían estado acampando toda la noche con este frío. Caminé hasta la cocina y la cocinera, Esther, me miró sonriente.

— ¿Necesita algo, Señor Park?

Preguntó... "Señor Park" que hermoso volver a oír que me llamen así.

—Sí Esther, quiero que todas ustedes preparen chocolate caliente y galletas para todas las chicas que están allá afuera.

Su víctima »ChanBaek ☞ I y II Temporada☜Where stories live. Discover now