Su víctima »ChanBaek ☞ I y II Temporada☜

× 28 ×

  Lo miré mal y negué con la cabeza. ¿Se creía que era un maldito animal? Jamás repetiría las escenas de mi infancia, ver a papá empujar a mamá o darle bofetadas era un maldito y jodido trauma, jamás volvería a repetirlo, no ahora y no con Baekhyun.

—No seas tonto. Jamás te golpearía y lo sabes.

Respondí cortante, serio y de mala gana.

—Como digas, abre la puerta, no quiero que me hables más. Ojalá tus fans supieran la clase de hombre que eres, un maldito bastardo que deja embarazada a una niña de dieciocho años, un idiota que se olvida de su esposo y su hijo...

Lo interrumpí con un beso. No se me ocurrió otra cosa...pero al parecer ambos necesitábamos del otro. Y el era la razón de mí existir, saldríamos adelante como siempre.

—Perdóname precioso, mi amor escúchame, todo estará bien. Yo...hablaré con esa chica para aclarar todo, no recuerdo haber estado con ella así que no puede asegurarme nada. Y ha estado diciendo que está embarazada, pero de ti aprendí a que la panza crece a la semana y a ella no se le nota nada.

Expliqué quedándome sin aire. Baekhyun sonrió leve y luego se puso serio, para abalanzarse sobre mí, se sentó a horcajadas sobre mi regazo y sonreí.

—Júrame maldito bastardo, que no volverás a mentirme. Porque yo te juro que no volveré a perdonarte.

Dijo y asentí varias veces.

—Lo juro, lo juro, lo juro, lo juro.

Repetí, sintiendo sus labios sobre los míos. "Everything's gonna be alright" resonó en mi mente y traté de "guardarlo" y memorizarlo, con esa frase se me ocurrían miles de ideas: una canción de amor y ayuda, sólo para Baekhyun y para mis fans.

—Oye muñeco, ¿Tienes el número de teléfono de Sehun? Olvidé mi teléfono móvil en no sé dónde.

Pregunté, tanteando en mis bolsillos. Mañana debería comprarme otro.

—Creo que sí, déjame ver.

Respondió, tomando su teléfono y buscando entre sus contactos. Una pequeña punzada se hizo presente en mi corazón al ver el nombre de Minho aún entre esos contactos, de verdad creía que el lo había desterrado de su vida. Y yo no era quién para decirle que lo borre, pero se suponía que si el mismo había dicho que el hijo de puta ese había inventado un romance para separarnos. Vaya hombre tengo.

— ¿Lo encontraste?

Pregunté de mala gana.

—Eh...sí, aquí está. ¿Quieres llamarlo?

Dijo el, notando mi cambio de humor. Bueno, tenía por qué cambiar de humor. ¿No?

—Sí.

Dije, quitándolo de encima y tomando bruscamente su teléfono, marqué el número de Sehun y llamé.

Pov Baekhyun

Y así, como siempre. Bipolar de primera, su humor ya era una completa mierda. Al fin y al cabo, todos tenían razón, la pareja perfecta de los Park terminará mal. Me estaba cansando, Chanyeol estaba hartándome y no sería él quién terminase esta relación. Ni siquiera puedo imaginar nuestro futuro, ya no sé si yo estaré en su destino ni el en el mío.

—Al parecer vuelven en una semana.

Dijo Chanyeol, lo miré y le sonreí, más bien me salió una mueca.

—Vamos a casa, ¿Pasaremos a buscar a SoYun?

Pregunté.

—No, tu madre dijo que lo llevaría a cenar y luego lo llevaría a casa. Déjala pasar tiempo con Soyun, no lo secuestrará.

Dijo y sin pensarlo respondí.

—Lo sé, tu madre no es como tú.

Cubrí mi boca. ¿¡Qué demonios acababa de decir!?

Sentí que Chanyeol comenzó a conducir y sentí miedo, escalofríos y pánico. Que estúpido era, ¿Cómo mierda pude haber dicho eso? Que tonto, esperaba que no se lo tomase mal. Aunque con la mirada que me había dedicado ya me sentía una ovejita al lado del lobo feroz.

Frenó bruscamente frente a nuestra casa y casi me golpeé la cabeza contra la parte delantera del auto. Lo miré mal y bajé sin decir una palabra. Sentí que cerró su puerta y corrió a mi lado, tomando mi brazo rápidamente. Traté de soltarme, tenía muchas ganas de hacer un berrinche.

— ¡Suéltame Chanyeol, detente!

Grité, entrando a la casa. Él estaba como en shock o algo así. Jamás imaginé que volvería a lastimarme, no como lo estaba haciendo ahora.

— ¿Señor Park? ¿Necesita al...

Chanyeol interrumpió a la empleada.

— ¡No! ¡Vete a hacer algo productivo!

Gritó furioso y la empleada me miró asustada, corriendo hacia la cocina nuevamente. ¿Qué carajos tenía en la cabeza este hombre?

— ¿Chanyeol, qué estás haciendo? ¡Suéltame te dije!

Grité cuando él me empujó hacia adentro de la habitación, cerrando la puerta tras él.

— No eres nadie...no eres nadie para decirme secuestrador ahora. Yo no soy un maldito secuestrador, yo no te maté porque te amé apenas te vi, joder. Si tú...si tú vuelves a decir algo así yo te quitaré a Soyun, y te dejaré en la calle.

Dijo para luego salir de allí y dejarme solo, solo y desamparado.