Su víctima »ChanBaek ☞ I y II Temporada☜

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  — ¿Qué...qué? ¿¡Cómo!?

Grité atónito. Nunca había estado más en shock que hoy.

—Tengo poco tiempo para hablar, sólo ven a pagar la fianza. Son cien mil en efectivo. Apúrate Baekhyun, la estoy pasando muy mal.

Me dijo y sentí enojo, estaba furioso. ¿Cómo se atrevía a hablarme así? Bien, no era momento de eso.

Rápidamente bajé las escaleras marcando el número de Yixing, le dije que viniese a cuidar a Soyun, pero no quise decirle que Chanyeol estaba preso.
Aunque era muy obvio que se enteraría por la televisión. Corrí hacia la biblioteca de la casa, donde estaba la caja fuerte. Traté de recordar la contraseña, pero mi mente estaba en blanco. Hasta que recordé la fecha de nuestro casamiento y la caja se abrió, tomé los cien mil de allí y salí casi corriendo. Al salir, vi a Yixing correr como podía hacia mí.

— ¡Hijo! ¿¡Qué sucedió!?

Preguntó al igual de confundido que yo.

—Pá, luego te explico, lo juro. Ve con Soyun, está en su habitación. Te amo.

Grité corriendo hacia mi auto, subí apurado y vi que el entró a mi casa. Dios, dios, dios. ¡Yo sólo tenía veintidós años! No podía vivir esto, era demasiado. Conduje hasta la comisaría donde estaría Chanyeol, entré y los policías de allí me miraron confundidos. Tomé el paquete entre mis manos y lo dejé en el mostrador.

—Vengo a pagar la fianza de Park Chanyeol.

Dije y la policía detrás del mostrador me miró y rió maliciosa.

—Eso háblalo con el gerente precioso, no sé si tu chico saldrá hoy.

Respondió, acomodando su sombrero policial. Rodeé los ojos y tomé el paquete que contenía los cien mil dólares, caminando hacia la oficina del maldito gerente. Toqué la puerta tres veces hasta que esta se abrió.

— ¡Byun Baekhyun! ¡Qué alegría verlo por aquí!

Dijo alegremente y sonreí leve.

—Vengo a pagar la fianza de...

Él me interrumpió.

— ¿Park Chanyeol? Mira querido, ese muchacho estaría acabado si no fuera por mí. ¿Sabes lo que querían hacer el FBI de China? ¡Ejecutarlo!

Me sorprendió el tono en el que hablaba... ¿¡Ejecutarlo!? ¿¡Qué mierda!?

— ¿¡Qué!? ¿¡Por qué!?

Pregunté casi en un grito.

—Tu querido esposo chocó un supermercado, casi atropella a uno de nuestros agentes y encima quiso escapar, él, otro muchacho y una tal Hyuna. Por suerte descubrí que no era él quien conducía...más bien era...

El gerente tomó unas cuantas hojas, buscando el nombre del acusado.

— Jooheon.

Apreté mis puños apenas el hombre dijo ese maldito nombre. Ese hijo de puta que había hecho adicto a las drogas a Chanyeol...maldito cabrón. Esperen, ¿Hyuna?

—Lo conozco. ¿Ahora puede traer a Chanyeol aquí? Necesito...necesito hablar con él.

Le pedí al gerente, él asintió, llevándose el paquete con el dinero. Suspiré echándome hacia atrás en el cómodo asiento de cuero negro que había allí. ¿Y si me tiraba de un puente? Ah, cierto que tengo dos hijos. ¿Dos? Sí, porque prácticamente Chanyeol es como un hijo, de esos adolescentes rebeldes que les hacen la vida imposible a sus padres. Volví a suspirar y oí la puerta abrirse, para dejar pasar al gerente y a Chanyeol.

—Hola...

Me saludó Chanyeol y alcé una ceja.

—Hola.

Respondí cortante, caminando hacia el gerente que tomaba el paquete con el dinero entre sus manos.

—Puedes salir Park, pero la próxima vez que vuelva a verte por aquí te aseguró que no saldrás.

Advirtió el gerente y reí leve mirando hacia otro lado para que Chanyeol no me viese.

—Nos vemos.

Dijo Chanyeol sin siquiera mirarlo y saliendo de la oficina. Suspiré y miré al gerente con una cara de "disculpe", el asintió y salí de allí casi corriendo para alcanzar al idiota de Park.

— ¿Sabes que tuve que molestar a mi padre sólo por ti? ¿Sabes qué hora es? Debería darte vergüenza tu actitud.

Le dije ya en el auto. Por primera vez yo conducía y él iba del lado del copiloto.

—Mejor cállate, no quiero oír tus "te lo dije" o algo por el estilo.

Escupió, literalmente, frívolo.

—No me calles. Soy tu esposo no tu hija. La fama se te está subiendo a la cabeza idiota, piensa, ¡piensa una vez en tu vida!

Dije algo histérico.

— ¡Ya basta, joder! ¡Me equivoqué! ¿¡Acaso soy perfecto!? ¡No, no lo soy!

>>Si lo eres<< pensé.

— ¡Lo sé! Mejor hablaremos en la casa, no quiero tener un accidente de tránsito. Yo sí sé pensar.

Reproché y el resto del camino fue silencioso. Mierda, odiaba el hecho de discutir por todo con él. Si algo no nos gustaba, discutíamos. Si algo andaba mal, discutíamos. Si nos enojábamos, discutíamos. Mierda y más mierda.

Aparqué en nuestra casa y bajé, apagando la radio del auto. Chanyeol caminó hacia mí y me abrazó fuerte, suspiré y pasé mis brazos por encima de sus hombros, formando un hermoso abrazo. De esos que no nos dábamos hace mucho.

—Soy una mierda y mis fans ya no me querrán.

Dijo, sentí mi remera mojada y entonces supe que él estaba llorando. No...

—No llores mi amor, entiende que ellas te amarán. Tú tienes razón, eres una persona como todos y te equivocaste. No dejes que mis palabras de enojo te hagan mal, sabes que estaba furioso. Pero te amo a pesar de todo.

Respondí tomando su rostro entre mis manos, viendo sus ojos marrones brillantes y llenos de lágrimas.

—Pero si soy un cabrón. No te merezco Baekhyun, te amo, pero no te merezco. Tú mereces un hombre que sepa hacerte feliz, y yo no sé cómo.

Dijo bajando su mirada. Lo abracé una vez más y sentí sus manos en mi cintura.

—Te amo y eso es lo que importa. No me importa merecer más ni menos, te amo a ti como eres. No necesito a nadie más. Tú me haces feliz, porque sin ti yo no soy nada Chanyeol.

Le dije susurrando en su oído. Sentí como se tensó y acarició mi espalda bajando hacia mi cintura.

—Te amo con todo mi corazón, mi amor.

Respondió. Sonreí y ambos nos fundimos en un hermoso beso.

Me separé, mirando hacia arriba y luego lo miré a él. Necesitaba saber algo ahora...

— Chanyeol... ¿Quién es Hyuna?