El diablo viste de Rojo (Clexa AU) (G!P)

Capítulo 1

Lexa Woods tenía la vida planeada desde que era una adolescente. Era de un pueblo pequeño donde todo el mundo se conocía. En el instituto conoció a Costia, quien era su actual prometida y junto a ella hicieron los votos de castidad hasta el matrimonio y ya tenían pensado poner fecha después de terminar la carrera y ya quedaba poco para que ese día llegase. Costia era dos años más mayor que ella y marchó a la ciudad para trabajar en una empresa de moda importante como asistente y que, por "suerte" o mejor dicho, por enchufe, Lexa comenzaría a trabajar como ayudante. Así pues, esa noche sus compañeros de universidad y ella se estaba montando la última fiesta, celebraban que ya habían acabado su vida como universitarios. En parte Lexa estaba ilusionada, porque hacía meses que no veía a la mujer que amaba, así pues, estuvieron en un bar bebiendo sin parar mientras contaban sus batallitas de universidad y que recordarían por el resto de sus vidas:

- La verdad es que no me arrepiento de nada- comenzó a decir Charlote- he bebido, he sudado la gota gorda para sacar las notas a delante y follado como una descosida- Charlote era la compañera de habitación de Lexa- aquí la única que se mantiene virginal- rodeo los hombros de Lexa con el brazo- es aquí la amiga- soltó una carcajada- ni siquiera cuando la novia se quedaba a dormir hizo nada.

- Sin embargo- dijo sonriente Lexa- ya me conozco tus repertorios de gemidos y de orgasmos, tanto los de verdad como los fingidos.

El chico que estaba enfrente esbozó una carcajada, bien sabía que mucho de ellos los había provocado él, los de verdad, claro:

- Lo que no logro entender- todos estaban achispados, hasta la misma Lexa y eso que no bebía casi nunca- ¿por qué? Eso llegar de anciana y morirte solo con haber estado con una mujer, al menos cátalo con otra y tienes con que comparar.

Dijo Lesmes, otro chico con el que había ido juntos a unas cuantas clases:

- ¿Tienes falta de lívido?- preguntó curiosa Charlote- digo, ¿es que tú nunca te pones cachonda?

Lexa frunció el ceño:

- Pues claro, solo he hecho votos de castidad no quiere decir que sea de piedra- se terminó su combinado- voy al baño.

Tenía la vejiga a reventar, ya estaba acostumbrada a que sus votos de castidad salieran a relucir en cada conversación, estaba tan normalizado tener relaciones esporádicas que la gente no concebía la posibilidad otros estilos de vida. Era cierto que en el instituto hizo los votos por Costia, ella quería vivir la experiencia de casarse y estar con la única persona que había amado. Instando a Lexa, que, si realmente la quería, esperaría todo el tiempo que hiciera falta. Y lo hizo, quería a Costia, quería pasar ese tramo juntas, casarse y ser su primera vez, algo que contaría a sus nietos. Tambaleante entró en el baño, sonriente vacío su vejiga, lo cierto es que era de las pocas estudiantes que no fue a muchas fiestas. Ya que las fiestas, sobre todo las de las fraternidades, había mucho alcohol, muchas chicas con las camisetas mojadas marcando todo, y como bien había dicho, no era de piedra. Tiró de la cadena y se lavó las manos. Hasta ahí su vida iba bien, como había planeado junto a su prometida. Lo que no contaba, es que, al salir de ese baño, todo acabaría y se toparía con que el diablo vestía de rojo. Lexa en su plena borrachera, vio como a una mujer que estaba sentada junto a la barra se le caía un zapato. Cuan príncipe de cenicienta se tratase, se arrodilló y amablemente le puso el zapato de color rojo a su dueña, no fue hasta que le vio puesto, cuando recorrió la pierna con sus ojos verdosos, que piernas más bonitas, comenzó la tela roja, un precioso vestido rojo y ceñido, bonito cuerpo, pensó cuando iba por el abdomen, no se dio cuenta que abrió un poco la boca cuando llegó al busto, señor ¡que delantera! siguió con su mirada escáner hasta que, joder ¡que ojazos azules!:

- Gracias.

Dijo sonriente la chica que estaba sentada, una rubia que quitaba el hipo y todos los putos males. Lexa tragó saliva e intentó recuperar la compostura incorporándose: