Capítulo 13

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    Normalmente Clarke hubiera aprovechado los días que no había que ir a ningún evento para quedarse en hotel con Lexa, y cumplir con los días de placer. La morena comenzaba a ser sensual y más receptiva a los juegos, saliéndose de las posturas face to face, tenía sus momentos bruscos y salvajes, también tenía sus gestos tiernos y dulces, intuitivamente sabía en qué momentos aplicarlos. Conseguía enloquecer a la ojiazul, pero la ojiverde parecía estresarse el estar encerrada entre cuatro paredes, parecía tener el síndrome de las piernas inquietas, así pues, iban a ver musicales, teatro, paseaban.

A falta de un día para la quedada clandestina con Vause la rubia decidió dar una sorpresa a Lexa, en uno de los arrebatos charlatanes de Lexa la confesó que le gustaban los deportes, para variar, otra cosa que no entusiasmaba a la ojiazul, aun así, movió todos los hilos habidos y por haber para conseguir unas entradas que a su parecer le salieron caras, pero claro, cuando algo no gusta es fácil sacar pegas.

Se las entregó de mañana, justo había despertado antes que la ojiverde, se mordió el labio inferior para ocultar su sonrisa traviesa, abrió el cajón de la mesilla auxiliar que quedaba al lado de su cama y saco un sobre, con ojos vidriosos miró a Lexa que estaba boca abajo y mirando al lado contrario a Clarke y profundamente dormida. Dulcemente comenzó a recorrer su espalda con pequeños besos:

– ¡Eh! bella durmiente.

Musitó la rubia con dulzura y se quedó cerca de su oreja:

– Déjame dormir un ratito más.

Murmulló adormilada y sin abrir los ojos, Clarke amplió una sonrisa, en dos semanas había conocido su lado obstinado, perezoso, infantil, alegre, cabezota, inteligente y sobre todo cariñoso, justo siete, como los enanitos, resultó ser polifacética la chica:

– Vamos– insistió coqueta– tengo una sorpresa para ti.

Lexa gruñó antes de girarse hacia el lado de Clarke y se acercó a ella con los ojos cerrados:

– Está bien, pero que sea rápido y te mueves tú.

Musitó perezosa, iba a besar a Clarke cuando ésta la apartó carcajeando:

– Pero qué te crees ¿Qué me acerco siempre a ti por sexo?

Lexa se estiró para desperezarse:

– Siempre te acercas a mí por sexo.

Respondía mientras se tumbaba boca arriba, con las manos detrás de la cabeza, tenía el torso desnudo descubierto y su parte inferior estaba tapada con las sábanas blancas y suaves que ofrecía el hotel:

– Esta vez no– le ofreció el sobre– toma.

Le entrgó el sobre intentando ocultar su emoción, ya de solo imaginar la ilusión de Lexa le hacía feliz, o esa era la reacción que esperaba. Lexa agarró el sobre y lo miró por ambos lados, bueno, también solía tener un humor ácido de vez en cuando:

– ¿Esto qué es? ¿Mis honorarios de prostituta?

– Lexa.

Dijo Clarke sería y algo molesta. Lexa alzó las manos en son de paz:

– Vale, vale, solo bromeaba– abrió el sobre y por casi le dio algo, se incorporó y se puso de rodillas sobre el colchón contemplando el tesoro que tenía en sus manos con fascinación– ay dios mío, creo que ha sido tocarlo y ponerme toda palote– Clarke carcajeó– entradas para los Knicks– miró para la fecha– y para hoy– se lanzó a los brazos de Clarke que sonreía con satisfacción al ver la alegría de la vaquera, que comenzó a comerla a besos– te amaría ahora mismo.

Miró de nuevo las entradas, los New York Knicks, en la vida creería que fuera a ver un partido suyo ¿razones? la primera no creía que fuese viable el pisar la ciudad, al menos hasta que hubiera ahorrado suficiente dinero para tener unas buenas vacaciones en la ciudad de las luces, la segunda, puede que la más importante, a Costia no le gustaban los deportes, incluso en los dos primeros años de universidad que coincidió con ella, muchas veces no sabía los resultados de nada hasta leer el periódico, porque los planes lo hacia su prometida, estudiar en su habitación, literalmente, nada de excusas como hacían otros estudiantes para acostarse, si no, iban al cine a ver películas lacrimógenas, Lexa podía ser sensible, pero eso no implicaba que le gustasen las películas sensibleras siempre:

El diablo viste de Rojo (Clexa AU) (G!P)Where stories live. Discover now