Capítulo 14

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           Octavia había acompañado a regañadientes a Costia a un hospital. La chica comenzó a ponerse mal y sangró un poco, provocando un poco de miedo en las chicas. Bellamy era un cabronazo de mucho cuidado, pero ese niño no dejaba de ser su sobrino, a pesar de que Costia podía llegar a ser muy perra también a pesar de que decía y aseguraba entre llantos que quería a Lexa, pero por el momento no se había replanteado la posibilidad de abortar. Quizás estaba así por el estrés de que le diría a su prometida "Enhorabuena fuimos bendecidas por un palomo cojo que entró por la ventana como la virgen María" eso puede que se lo tragase la madre de Lexa, pero no la vaquera, también contemplaba la posibilidad de "fui al ginecólogo se equivocó y me fecundó como Jane the virgin" pero eso era igual de creíble que el palomo cojo ¿métodos de concepción sin penetración? Si descaraba su esencia cerca de su vulva había riesgo de embarazo, obviamente sería todo un logro que lo hiciera dentro de ella. Claro esa era otra, doce jodidos años a pan y agua teniéndole a reventar para luego hacerlo a prisa y corriendo, más las cuentas ¿qué le diría? "tonta tu si piensas que tu hijo a nacido sietemesino" se llevó las manos a la cabeza, se estaba odiando. Lexa, que durante toda su puñetera relación se había volcado en ella y de un día para otro, se deja seducir por una mujer peor que Sharon Stone en instinto básico y por cometer el error de emborracharse junto a un cabronazo despreciable, al menos Niylah le respetó su virginidad:

– Hay que pensar en alguna excusa para cuando pregunten por los gastos médicos.

– Empecé a tener fuertes cólicos menstruales– dijo Costia mirando hacia la puerta de la consulta– nos preocupamos y decedidmos tener una opinión médica.

Octavia alzó las cejas:

– Lo tienes bien pensado ¿eh?

La morena puso mala cara y miró a la fotógrafa:

– Oye, yo no te he pedido ayuda ni te he pedido que me acompañes, si tanto te molesta puedes marcharte.

Octavia levantó las manos en señal de paz, no esperaron mucho más pues el medico apareció con los resultados:

– Señora Hall.

Comenzó a decir el medico con el acento italiano:

– Señorita, aun no estoy casada.

El doctor asintió sonriente y prosiguió con su pronóstico:

– No debe preocuparse por los sangrados, en el primer trimestre es común manchar un poquito, puede que hasta a lo largo del embarazo– las chicas respiraron aliviadas– el mal estar es generado por estrés y eso no es bueno para su estado, lo recomendable es que se tranquilice y si hace falta tener unos días de reposo.

– Gracias doctor.

Dijo Octavia dándole la mano. Esperaron hasta quedar a solas:

– Llamaré a Clarke para que te dé unos días libres.

– No– negó rápidamente ante la sugerencia de la fotógrafa– no me ha ascendido para a las dos semanas estar de baja.

Octavia sintió como le hervía la sangre:

– ¿Cómo puedes ser tan hipócrita? Estás vendiendo a la empresa y ahora saltas con que no quieres perder el trabajo– se cruzó de brazos para no darla un guantazo– suplícale a Ontari para que te dé un puesto de trabajo, seguramente te dé un puesto como la reina de las zorras.

– No me reclames mi hipocresía, tú supuestamente eres amiga de Clarke.

– Cuando me acosté con Finn ellos dos ya no estaban bien y obviamente nunca tuve pensado engañar a mi pareja para encasquetarle un hijo que no es suyo– alzó una ceja– por cierto ¿Cómo piensas hacerlo? No puedes ocultar por mucho eso– señaló su abdomen– de un momento a otro empezará a notarse.

El diablo viste de Rojo (Clexa AU) (G!P)Where stories live. Discover now