El diablo viste de Rojo (Clexa AU) (G!P)

Capítulo 5

A Lexa le constó dormir, por varias razones, la primera, era que Costia estaba aferrada a sus brazos y le podía la culpabilidad, la segunda, no podía dejar de pensar en la mirada infernalmente provocativa de Clarke ¿Qué le diría a Costia? Enhorabuena cariño, con mi despido he ganado un millón de dólares, pero eso implicaba el que no vería más a Clarke. De vez en cuando miraba a su prometida. Definitivamente, había caído en una encrucijada y acabaría loca por esas dos mujeres, lo más lógico sería coger el dinero y darle a Costia la boda que tanto había deseado, convencerse así misma de que Clarke es solo momentos calenturientos pasajeros que en todo lo demás tenía una personalidad odiosa, entonces ¿qué la impedía coger el dinero?.

Costia y Lexa fueron juntas al aeropuerto, aunque tuvieron que separase en las Terminales. Ya que una se iba a Milán y la otra a Los Ángeles, lo cierto es que hubo unos momentos en que estuvo apunto de sincerarse a Costia, decirla que la noche anterior se encontró con su jefa y que la besó, pero con la personalidad que tenía su chica, seguramente no la creería ¿Clarke fijándose en ella? Obviamente era la propia inseguridad de Lexa la que la hacía creer esas cosas ¿Qué la diría cuándo la viese? Un millón o los 365 días de placer ¿acaso no había una tercera opción que era el quedarse como estaban? No, imposible, cuando llegó al punto de encuentro halló a Clarke esperando. Increíblemente sexy como siempre ¿cómo seguir igual? Si sus deseos por ella habían aumentado y más habiendo probado esos labios. Estaba sería, ojeando una revista de moda. La morena se colocó a su lado algo nerviosa, esperando alguna reprimenda o que la atosigase para obtener una respuesta rápida a la propuesta, sin embargo, le saltó con otra cosa distinta:

- Division Models Griffin la llevó hasta lo más alto- dijo indignada mientras le enseñaba una foto de una modelo guapísima- y nos traicionó pasándose a la competencia- negó con la cabeza- Ford models, una copia barata de Division Models.

Clarke miró a Lexa de pies a cabeza con el ceño fruncido, se ve que no le gustó como iba vestida. Llevaba un traje gris, un conjunto que le compró Costia de Lauren Ralph Lauren:

- ¿Algún problema con mi vestimenta?

Clarke apartó la mirada y siguió ojeando la revista:

- Tendremos que ir a unos de los almacenes para comprarte algo de ropa.

Genial, a todo el mundo le había dado por llevarle de compras, con lo feliz que sería en ese momento con el sombrero que le había regalado su abuelo. Pensó que irían en uno de los vuelos que salían para Los Ángeles, por su puesto, Lexa en segunda clase y Clarke en primera, pero no, se dirigieron hasta otro hangar donde esperaba un Jet privado.

Lexa pensó en la de vacaciones que podía cogerse Clarke, con la cantidad de dinero que tenía, en su posesión había un jodido Jet privado. Vale, Lexa debía admitirlo, estaba fascinada, en su pueblo abundaban los cuatro por cuatro, caballos, toros, vacas y unas buenas montañas para esquiar.

Dentro era espacioso y había asientos colocados unos frente a otros. Tenían tripulación privado, que les ofrecían bebidas, comida. Clarke observó por encima de la revista a la ojiverde, parecía una cría, curioseándolo todo, asomándose por la ventanilla, estaba tan absorta en todo lo que le rodeaba que no se percató que la rubia estaba conteniendo una sonrisa:

- ¿Has viajado mucho en avión?

Preguntó Clarke, cerrando la revista para mirar fijamente a Lexa:

- Solo unas cuantas veces, pero nunca en uno de lujo, señora Griffin- en ese momento Lexa reparó en un detalle, si Clarke la había propuesto 365 días de placer, pero en la clandestinidad- ¿estás casada para atribuirte el título de señora?

La expresión de Clarke cambio a una menos amistosa:

- Nada de preguntas personales.

Lexa dejó de sonreír para mirar con amargura a la rubia. Era una respuesta sencilla, si o no y también estaba el dicho, quien calla otorga. Así pues, esa mujer que tanto había insistido en querer llevarla a la cama estaba casada de seguro: