Prólogo

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Esta no es la ciudad en donde crecí, ésta no es la ciudad que conozco, la ciudad de la cual yo estaba completamente enamorada.

Hubo algún tiempo atrás una pequeña niña con cabello azabache y ojos azules la cual sonreía a todo el mundo. Ella estaba llena de alegría y felicidad; tenía una familia la cual adoraba, conformada solo con su madre y su padre, era pequeña pero estaba llena de amor.
Con ellos iba a pasear al parque y terminaban comprándole un helado, llevándola a aquel carrusel en el que tenía que acompañarla su padre en todo momento ya que le temía un poco a la altura  que la separaba del suelo cuando el corcel se elevaba;

Aquella pequeña siempre sonreía a los clientes que visitaban la humilde panadería de sus padres, era tanta la ternura que emanaba la niña que era imposible no volver al local, además de que el pan que preparaba su padre era exquisito.

Aún recordaba que ir a la escuela era lo más divertido, cuando su madre la acompañaba en autobús hasta su escuela y la dejaba no sin antes darle un beso en su frente y recordarle lo mucho que la amaba.

Sus amigos a los cuales les encantaba jugar y reír todo el tiempo...

Esos bellos tiempos en el que París tenía sus hermosos colores a un nivel resplandeciente.

Esos tiempos que ahora son recuerdos.

Recuerdos que parecen un sueño... Uno muy lejano.

Porque París de ser una ciudad de ensueño, se volvió una ciudad de pesadilla.

Y todo por unas cuantas malas decisiones del alcalde y aquel que regía Francia; subieron los precios, los salarios bajaron, las deudas con otros países aumentaron y la delincuencia así como inseguridad en las calles.
Pero eso era lo más común, todos los países y ciudades pasaban por este momento ¿no?

Lo que arruinó por completo mi bella ciudad fue la aparición de un bandido, uno bastante peculiar, un ladronzuelo al cual todos subestimaron al principio tomándolo de un simple loco con un traje extraño de cuero complementado con una cola y orejas de gato. Todos se rieron de él.

Gran error.

El bandido se vengó de todos aquellos que lo humillaron al principio, los atormento con fuertes amenazas; por poco asesinandolos. Por ejemplo, hubo uno al que lo dejo en el pico de la Torre Eiffel colgando solo de su ropa interior. ¿Por qué? Pues ese pobre hombre humillado era un policía y ese mismo policía intentó arrestarlo por robar la Mona Lisa...

Obviamente, no resultó bien para el museo al perder tal artesanía ni al policía el cual no pudo salir de su casa en mucho tiempo.

Desde entonces para todo París quedó claro que:

1. Ese chico-gato le encantaban las malas bromas.
2. No hacía nada simplemente porque sí.

Aquel se hacía llamar: Chat Noir.

Ese ladrón salía más a menudo al anochecer así que provocó que se estableciera un toque de queda a partir de las 7:00 p.m.

Bueno, él y unos seres igual o incluso más extraños.

Akumatizados. Así los llamamos.
No eran demonios, eran personas. Aunque a mi parecer no había mucha diferencia.
Simples civiles que al tener un ataque de sentimientos negativos y/o deseos de venganza su piel se tornaba verde o un blanco pálido; sus ojos totalmente negros; dientes afilados como los de las pirañas y se alimentaban de oscuridad y miedo, así que solo salían en la noche hechizando -de cualquier forma, dependiendo de su oscuro poder otorgado- a cualquiera que se les atraviese.

A toda persona que desaparecía por más de tres días se le daba como akumatizado y a todo akumatizado se le daba por muerto.
Pero la policía no se tomaba la molestia de investigar porque nadie, absolutamente nadie se atrevía a salir después del toque de queda.

Esto y muchos más eran los demonios de París.

Era horrible, era tormentoso, no había nada que nos pudiera salvar.

Nada hasta ahora.


★★★

Primer fanfic que hago :3 

Espero les guste y si es así voten y comenten!
Me gustaría saber su opinión y así saber que en serio disfrutan de esto.

Gracias otra vez por leer e intentaré no demorar en subir capitulo <3

DANGEROUS LOVE  || MARICHAT +15 || (En Edición) Where stories live. Discover now