DANGEROUS LOVE || MARICHAT +15 || (En Edición)

Capítulo 30

— Jefe, ya despertó. — escucho a  uno de los hombres.

Aún se encontraba aturdida y al sentir como las luces se encendían, el dolor en su cabeza incremento y comenzó un palpitar en la misma. Engarruño sus ojos intentando acostumbrarse. 

Los abrió de poco en poco, al principio  veía borroso, pero al segundo todo comenzó a tomar cierta claridad.  

Al intentar moverse se percato del hecho que estaba atada a una silla metálica; ambas manos en el respaldo de ésta y sus pies atados juntos a la pata, y también su boca tapada con un pedazo de cinta industrial. 

Tranquilízate... no hagas nada... respira profundo.- Se dijo  a si misma para calmarse y reducir los latidos a gran velocidad de su ansioso corazón.- No pierdas la calma. No pierdas la calma. No demuestres temor. 

Al inspeccionar el lugar pudo notar que era como una bodega a abandonada, no estaba del todo segura, pero por el olor a moho, las numerables goteras en los techos, ventanas rotas y vigas oxidándose que adornaban el lugar, lo deducía.

Inspecciono a los hombres todos con un pasamontañas que cubrían sus rostros, unos corpulentos y otros más delgados, todos emanando un olor a alcohol y cigarro. 

El único al que pudo ver su rostro fue a un muchacho delgado de cabellos pelirrojos  y ojos verdes,  vestido con un saco dando elegancia a su imagen ayudado con su postura, y fumando un puro.

--¿Como se encuentra? Lady.-- Pregunto aquel muchacho con un notable acento inglés. Se acerco a ella con pasos lentos.

A Marinette se le acelero el corazón. Tenía mucho miedo. Sin embargo no iba a darles el lujo de demostrarlo. No intento decir nada, no hizo nada, solo se limitó a observarlo.

-- Me sorprende su falta de temor, cualquier chica en apuros estaría luchando por zafarse y/o gritando para que alguien la escuche y sea salvada.-- Dijo el muchacho sin perder la gracia en esa sonrisa tan blanquecina que mostraba. 

El muchacho arto de establecer una conversación con lo que pareciese la pared, le arranco la cinta de la boca.

Marinette emitió un quejido por el repentino dolor. Jadeó. 

-- T-tal vez no soy una chica en apuros...-- dijo muy por lo bajo.

El muchacho rió. -- Interesante.-- Se acerco a ella y acuno su rostro con una de sus manos. La inspecciono meticulosamente. Con la otra mano retiro su puro y expulso el humo justo en el rostro de la azabache, quien respondió con tosidos y retirando su rostro bruscamente. 

-- Ya veo porque le interesas tanto. Si tuvieras un mejor cuerpo serías mi chica ideal, pero no te emociones, no estas aquí para complacerme.-- Marinette le escupió en el rostro con enfado. 

El muchacho hizo una mueca de asco y se limpio con un pañuelo blanco el escupitajo. 

Al guardar el pañuelo, la miro a los ojos y le dio una bofetada.-- No te creas tan valiente que dudo mucho que salgas con vida de esta pocilga.- Dijo entre dientes. 

Marinette iba a responder, cuando de reojo logro ver un movimiento entre las sombras del lugar. Sonrió con soberbia.

-- ¿Quieres apostar?

-- Pff,  una apuesta totalmente absurda.-- Dijo el chico desconcertado por la reacción tan poco común de la joven.

Se alejó de ella y volvió a darle otro toque a su puro e hizo una señal con la mano.-- Tapenla de nuevo. 

Un hombre volvió a ponerle cinta en la boca, lo cual ella se quejo, y seguido le colocaron una bolsa de tela en la cabeza. Esta vez Marinette si intento forcejear y quitarse la bolsa que tapaba su visión, aunque sin mucho éxito.