DANGEROUS LOVE || MARICHAT +15 || (En Edición)

Capítulo 22

- ¡QUÉ ROMÁNTICO!- Gritó Alya totalmente emocionada, demostrándolo con sus característicos gritos llenos de emoción.

- ¡Shh!- la calló Marinette riéndose y con un sonrojo en sus mejillas.

- ¡Dios mío!¡ Éste chico es todo un amor! Ya quisiera que Nino tuviera ideas tan románticas y especiales.- Alya puso los ojos en blanco recordando al bobo de su novio.- Pero bueno, la incógnita aquí es... ¿Quién carajos es este muchacho?- Alya le sonrió pícaramente, alzando ambas cejas repetidas veces.

- Ah... Bueno...- Marinette se puso nerviosa, comenzó a jugar con sus dedos a la vez que evadía la mirada de la morena. Detestaba mentir le a su familia y a sus amigos, pero en estos casos, si quería ser feliz, debía recurrir a ellas.- Es que, ambos no queremos que se sepa nuestra relación. - se encogió de hombros, queriendo restar importancia.- y por lo mismo, queremos que sea un secreto.

- Chica...- Alya la miro con tal seriedad que solo le provoco más nervios a la joven de ojos azules.- ¡DOBLEMENTE ROMÁNTICO!- comenzó a gritar y saltar de emoción.- Es como un amor prohibido ¿¡Cierto?! ¡Por eso nadie debe saber! ¡Oh, ya se! Es un riquillo famoso que debe ocultar su relación porque no es aprobada por la gente de la alta sociedad ¿cierto?...

No había caso callarla, aunque de todas formas, nadie los iba a escuchar. Ambas estaban en la casa de la morocha.

Marinette solo la veía con gracia -intentando disimular sus nervios cuando daba hipótesis acertadas- como caminaba de un lado a otro pensando y pensando quien y que era el amante de su mejor amiga.

La razón por la que Alya y Marinette se encontraban emocionadas era que el cumpleaños de la segunda se acercaba, y dado a esto Alya tenía planeada una fiesta, pero cancelo todo plan debido a que la azabache le contó que su misterioso y oculto novio ya había preparado una sorpresa para ella;
Sorprendentemente para ambas este obsequio requería que el joven se la llevara por todo el fin de semana - ni Marinette sabia a donde-.
Por lo cuál quedo que le diría a su tío Sheng que se quedaría en casa de Alya todo el fin de semana, y ésta gustosa acepto ser la cuartada y cubrirla en caso de que su tío preguntara por ella.

Todo fue planeado con cuidado, incluso le dijo a Chat que pasara por ella a casa de Alya.

La más emocionada sin duda fue Alya, quien no dejaba de hablar durante toda la semana sobre lo que pasaría en aquel viaje y bueno, añadiéndole ciertos detalles que hacían sonrojar a la azabache.

Así paso la semana hasta que llego el viernes. Mañana seria el cumpleaños de Marinette. Hoy en la noche Chat vendría por ella.

Alya y Marinette prepararon una pequeña maleta con lo qué necesitaría, para después despedirse de su tío y encaminarse a la casa de la castaña.

Alya no se alejo de la ventana. Por fin iba a conocer a ese joven que sacaba suspiros y sonrojos a su mejor amiga. Mientras que la mencionada se encontraba emocionada, nerviosa y ansiosa.

¿A donde me llevara?

Se quedo pensando y dejando su imaginación fluir. Absorbida en sus cavilaciones no se dio cuenta que Alya había abierto la puerta con desespero y salio corriendo.

Ahí fue consciente del sonido de una motocicleta con el motor encendido, y a través de las cortinas se lograban divisar las luces de ésta.

Salio como rayo al pensar que su mejor amiga se asustaría y se impactaría al toparse con quien nunca imagino tener una relación.

- ¡Alya, no es lo que...!- fue interrumpida por ella misma al darse cuenta de la imagen que sus ojos le transmitían.

Alya estaba hablando alegremente con un joven de pantalón negro y botines del mismo color, con un toque cafesoso; su torso cubierto con una sudadera gris curiosamente con una huella de gato verde estampada en el centro; y su cabeza oculta tras el casco de motociclista que no dejaba ver absolutamente nada de él.