Capítulo 14 🌙

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Asher

No era el momento oportuno de decirle la verdad, pero ella tarde o temprano lo sabría. El deseo salvaje crece entre nosotros y se vuelve más intenso con cada intercambio de palabras. Arianne me mira y es suficiente para desordenar mi mundo. Sus hermosos ojos verdes me suplican y quiero perderme en ella desesperadamente. En otra ocasión renunciaría, pero escuché sus pensamientos. Me necesita y disminuyo su dolor cuando estoy cerca.

¿Qué pasará si mantengo las distancias? Nos condenaré a una eternidad llena de dolor hasta el punto de volvernos locos a ambos. Es así como funciona el lazo. Si nos resistimos, el sufrimiento es inevitable.

No solo físicamente, también psicológicamente.

Locos, amargados, incompletos e infelices. Arianne puede darle la definición que más le guste. Papá me dijo que muchas parejas se opusieron al lazo y tuvieron un final terrible.

Su rechazo me lastimó, pero no la obligaré a aceptarme. Sé que debo ser paciente, aunque eso signifique que mi pecho duela. Respetaré sus decisiones y no cuestionaré ninguna. Tampoco intentaré convencerla de que seremos buenos juntos como sugirió papá.

Ella se dará cuenta sola.

Tomará el camino correcto que la traerá directo a mí y yo la esperaré con los brazos abiertos.

Lanzo la tercera piedra al lago y me paso la mano por el pelo. Cuando me siento inquieto, dejo libre al lobo que hay en mí. A diferencia de los ridículos mitos, podemos cambiar cuando queremos sin la ayuda de la luna llena.

Salimos en las noches para cazar porque si estamos mucho tiempo en nuestra forma humana es desesperante. Los bosques están llenos de diferentes aromas. Desde flores silvestres, hasta el cadáver de un animal fallecido. Puedo ver en la oscuridad, identificar cualquier cosa con mi olfato y escuchar a millas de distancia.

Amo esta parte de mí.

No creeré lo contrario porque una chica no me acepta.

Una sonrisa pinta mis labios y sacudo la cabeza. Qué iluso fui. Realmente creí que ella me aceptaría de buena gana y no le importaría lo que represento.

Idiota.

Sí, Arianne llegó para desordenar mi mundo, más de lo que ya estaba. Me negué a poner mi interés en alguien más desde que mi tercera cita terminó muerta, pero conocí a una chica en la carretera y es mi compañera.

Mi alma gemela.

¿Por qué no pude ser condenado a la soledad? Sería fácil para evitar problemas y no sufrir decepciones.

—Me pregunto lo mismo —El sonido de una rama rompiéndose me hace mirar sobre mi hombro y Arianne sonríe con una mueca —. No entiendo qué clase de brujería tiene tu especie.

Llevo los ojos a la luna quién se burla de mí en cada oportunidad.

—También es tu especie —remarco —. ¿Qué haces aquí? Ya es tarde.

Arianne suspira.

—No podía dormir, fue unos de los días más caóticos que he tenido —musita con amargura —. Descubrí quién es el asesino de mi hermano y también que soy compañera de un licántropo. Esas revelaciones le quitan el sueño a cualquiera.

Trago con esfuerzo.

—No le des importancia a lo que he dicho.

Me frunce el ceño.

—¿Qué?

—No te obligaré a hacer nada de lo que tú no quieras —Miro mi reflejo en el agua del lago —. No me convertiré en un problema que te quite el sueño en las noches.

Dulce Maldad [En Librerías]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora