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El fin de semana ha llegado, he tenido una semana muy pesada, sobre todo mi regreso a la escuela, no estaba listo, aun así me fue muy bien, aunque si tuve que aguantar una que otra burla por lo sucedido con mis padres.

Una pequeña sonrisa se forma en mi rostro al ver a Isabel acercándose con dos cajas de pizza al comedor.

—Bueno familia, a disfrutar —ella comenta, para luego tomar asiento y disponerse a comer.

Mauricio abre las cajas de pizza y tomó un trozo de ella, le doy un mordisco, hasta que terminó.

—Invite a tus amigos hoy, ¿No te molesta? —pregunta Tony observándome.

—Claro que no, dime ¿Cuándo conoceré a tus amigos? —preguntó un poco nervioso.

—Cuando quieras.

El timbre suena y Isabel se levanta de la mesa, escucho que abre la puerta, escuchó pasos hacia acá y luego ella aparece por la puerta del comedor, acompañada de Martha.

—¡Martha!, no sabes cuanto te extrañe —le doy un fuerte abrazo.

Ella tan sólo me sonríe, mientras observa todo a su alrededor, en especial a Mauricio y Tony.

—Familia Suárez, buenas tardes he venido a ver a Daniel, espero no molestarlos —comenta Martha sonriendo levemente.

—No, claro que no molesta.

Isabel, Mauricio y Tony me observan fijamente, Martha tan solo me abraza fuertemente.

***

Me encuentro sentado sobre mi cama, Martha se encuentra sentada en un sofá observándome.

—Ay Daniel, todo ha estado muy mal en el orfanato, creo que si lo cerrarán después de todo, al menos tu pudiste irte antes de eso —Martha me observa.

—¿Qué pasará con todos mis compañeros?, ¿A donde irán? —le preguntó realmente preocupado.

Martha se pone de pie y camina hasta la ventana, mira por ella algunos segundos, para luego voltear a verme.

—Ellos estarán bien, irán a otro orfanato. Los extrañare demasiado.

Me levanto de la cama y caminó hasta Martha, le doy un pequeño abrazo, ella me observa con preocupación en el rostro.

—Te entiendo, yo extraño demasiado a Carlos, quisiera que estuviera aquí, pero no puedo —trató de sonreír.

—Por cierto, ¿Cuando saldrá?, ¿A donde ira? —me pregunta Martha.

—No lo se, sólo espero que sea pronto.

Ella me mira, en cambio yo observo a Progenito que se encuentra debajo de la cama, rápido recuerdo lo que me dijo en el orfanato "Mataré a Martha"

Mi respiración se acelera, mientras pienso cómo hacer para que Martha se vaya, ya que temo por su vida.

—Bueno Martha, no quisiera correrte pero mis amigos están por llegar —susurró en voz baja.

Ella asiente con la cabeza, me da un abrazo y sale de mi habitación, caminó lentamente detrás de ella y veo que se despide de Isabel, Mauricio y hasta de Tony para salir de la casa.

—¿Tienes miedo? —pregunta Progenito detrás de mí.

Volteo lentamente hacia él, caigo al suelo de golpe, pierdo el control de mi cuerpo y se perfectamente lo que pasa. Progenito me ha poseído.

—No hagas nada malo, por favor.

La puerta de mi habitación se abre y veo a Tony y Sam entrar por ella, ellos me saludan, Tony corre a mi cama a saltar, Sam se coloca frente a mi computadora.

Trato con todas mis fuerzas de tomar control de mi cuerpo, parece que lo estoy logrando, entró al baño de mi habitación y caigo al suelo.

—¿Que tratas de hacer? Matar a mi nueva familia como lo hiciste con mis padres, mi abuela, flor —algunas lágrimas caen por mis mejillas, mientras trató de no recordar esos sucesos tan tristes.

—¡Daniel!. Grace, Ángel y Nadia han llegado —Sam grita y yo rápido limpio las lágrimas que resbalan por mis mejillas.

Progenito me observa fijamente, luego se esfuma y yo salgo del baño para recibir a mis amigos.

—Hoy nos divertiremos mucho —Grace comenta, mientras me da un abrazo.

Sonrió levemente, intentando no llorar, Progenito me hizo recordar cosas que yo quería olvidar, cosas que trataba de olvidar.

—¿Estas bien? —me pregunta Nadia angustiada.

Asiento con la cabeza, mientras subo a mi cama con Tony y comienzo a saltar con él.

Miro a Sam en mi computadora, ella parece divertirse aquí conmigo, yo tenía miedo de ya no verla, me alegro mucho que este aqui.

Veo a Progenito saltar encima de mi, pierdo rápidamente el control de mi cuerpo y yo involuntariamente arrojó a Tony hacia el suelo.

—¡No!, ¡Tony! —grita Ángel corriendo hacia él.

Grace, Nadia y Sam también se acercan a él, yo tapo mi boca de lo sorprendido que estoy, no puedo creer que Progenito haya hecho eso.

—Tony, ¿Estás bien? —le preguntó, mientras bajo de la cama.

Él no parece responder, esta inconsciente, Ángel rápido sale de la habitación en busca de Mauricio y Isabel.

—Yo no quería hacerle daño —comentó repetidas veces.

Sam se acerca a mi y me da un abrazo, tratando de tranquilizarme. Isabel y Mauricio entran a la habitación de prisa.

—¿Qué le paso? —grita Isabel asustada.

Todos nos quedamos en silencio, en especial yo que fui el culpable de todo lo que acaba de pasar.

—Cayo de la cama, fue un accidente —dice Grace preocupada.

Veo a Isabel colocar un trozo de algodón con alcohol en la nariz de Tony, el cual rápido despierta un poco confundido.

—¿Qué paso? —pregunta él, volteando a verme.

—Caíste de la cama, pero todo está bien, ahora todo está bien.

***

Veo por la ventana de mi habitación, mis amigos se han ido después del incidente con Tony, Progenito trata de hacerme la vida imposible, espero que esto no sea el comienzo.

Isabel y Mauricio me han regañado, ya que Tony si recordó que yo lo empuje de la cama, pero, ¿Cómo explicarles que no era yo?, sino Progenito, el demonio que mató a mi familia.

Me recuesto sobre mi cama, intento dormir, pero esos horribles susurros provenientes de abajo de la cama no me lo permiten. Me asomó debajo de la cama, no logro ver nada, me pongo de pie y Progenito aparece delante de mí, con una sonrisa en su rostro de demonio.

—¿Extrañas a Carlos? —me pregunta Progenito.

Lo miro fijamente, confundido ya que nunca se ha preocupado por mi y ahora lo está haciendo.

—Dile a Progenito que me asesine.

Esas palabras que Carlos me dijo retumban en mi cabeza, no creo que sea buena idea hablar de Carlos con Progenito.

—¿Por qué tanto interés? —le preguntó angustiado.

—Yo puedo sacarlo de ahí, sólo tienes que darme tu alma a cambio de tu hermano —Progenito sonríe malévolamente. 

Él se esfuma y yo me recuesto sobre la cama, no puedo aceptar el trato que Progenito me hace, aceptarlo sería mi muerte.

No mires bajo tu cama 2 - El regreso de Progenito.Where stories live. Discover now