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Avanzó detrás de todos los alumnos intentando buscar un asiento, veo que Ángel toma asiento junto a Grace, así que yo me siento junto a Tony, él tiene una gran sonrisa marcada en el rostro.

—Vamos de camino a la excursión, ¿Puedes creerlo? —me pregunta Tony viéndome brevemente.

—Claro que lo creó, todo va a salir bien —le digo, suspirando profundamente.

Espero que todo salga bien, no logro olvidar la horrible pesadilla que tuve anoche, no me gustaría para nada que se hiciera realidad.

Volteo hacia la ventana, por desgracia ya no puedo ver a Isabel y Mauricio, me hubiera gustado decirles adiós desde aquí.

Mi maestra sube al camión y la puerta se cierra detrás de ella, camina hacia la mitad del camión y nos mira a todos fijamente.

—Niños, quiero que no peleen, no griten y disfruten el viaje —agrega sonriendo, luego toma asiento junto a Beth, una compañera del salón.

El camión comienza a acelerar, todos en el camión gritan de la emoción, algo que la maestra nos había prohibido, pero vale la pena hacerlo.

—¡Estoy feliz! —gritó fuertemente.

Tony voltea a verme sonriendo, puedo notar felicidad en su rostro también, miró por la ventana y logro ver el rostro de Progenito en ella.

—Yo no puedo permitir que seas feliz Daniel —Progenito camina por el camión.

Trato de ignorarlo, tal vez se vaya y me deje en paz en este magnífico viaje que he deseado desde que se cancelaron los viajes escolares, no puedo permitir que lo arruine.

—No hagas nada malo —susurró en la voz más baja que puedo hacer.

—¿Dijiste algo? —pregunta Tony confundido.

Rápido niego con la cabeza y fijo mi mirada en Progenito, quien camina de un lado a otro por todo el camión, el sueño que tuve anoche llega a mi mente.

—¿Te noto nervioso? —pregunta Tony algo angustiado.

—Si, de hecho lo estoy, es por el viaje no te preocupes.

Volteo hacia Progenito, el corre hacia el chofer y luego se esfuma, algo que me confunde y alegra a la vez.

—¡Daniel! —grita Grace, mirándome desde el asiento de enfrente.

—Grace, no puedes pararte en el asiento, la maestra te castigará —comenta Tony sonriendo.

Grace rápido niega con la cabeza, luego junto a ella aparece Nadia y Ángel, también parándose en el asiento.

—Tony, ¿Dónde están tus amigos? —pregunta Ángel mirando a su alrededor.

—Por allá —Tony señala hacia el final del camión, Carmen, Omar y Pablo se encuentran allí.

Ángel se pone de pie y con mucho cuidado comienza a caminar hasta ellos, yo sonrió grandemente, Tony también se pone de pie y camina detrás de Ángel hacia sus amigos.

—Daniel, yo te haré compañía —agrega Grace, cruzando a mi asiento.

Sonrió un poco, mientras miro a todo mi alrededor, no hay ninguna señal de Progenito. Respiró hondo y observó a Grace.

—¿Cómo estas? De seguro muy feliz —le comentó a Grace.

—Si, aunque no tanto, Diego y yo siempre planeábamos lo que haríamos si algún día volvía a haber viajes, por desgracia el murió antes de este —Grace me observa, puedo notar lágrimas caer por sus mejillas.

—¿Lo extrañas? —le preguntó, asustado de escuchar la respuesta, ya que Progenito asesinó a Diego.

Ella baja su mirada, se acerca a mi y me da un fuerte abrazo, puedo notar que esta llorando, siento mi hombro un poco mojado.

—No tienes idea de cuanto lo extraño, todos los días pienso en ¿Cómo sería mi vida si él aún estuviera vivo? Pero en mi interior se que jamas lo volvere a ver, él está muerto Daniel —Grace susurra en mi oído.

—Lo siento tanto Grace, yo también lo extraño —le digo, algunas lágrimas resbalan por mis mejillas.

Grace se separa de mi, yo limpio las lágrimas que han caído por mis mejillas y trato de sonreír, tengo que apoyar a Grace en estos momentos.

—No tienes que estar triste, tienes que disfrutar el viaje al máximo, hazlo por Diego.

Ella me mira fijamente, luego asiente con la cabeza y se va de mi asiento hacia Nadia. Siento que el camión se detiene, algo que me extraña, ya que aún no llegamos a nuestro destino.

—Niños si quieren ir al baño, digan ahora mismo —la maestra menciona y se coloca en la puerta del camión.

Veo que algunos niños bajan con la maestra del camión, incluidos Tony y Ángel, yo simplemente miro por la ventana.

Después de algunos minutos, todos regresan al camión y nuestro camino continua, me recargo en el asiento y mis ojos comienzan a cerrarse poco a poco.

—Duerme Daniel, tal vez nunca despiertes —escuchó la voz de Progenito, lo que ocasiona que abra los ojos rápidamente y mire a todos lados.

—Duerme, yo te despierto cuando lleguemos —me dice Nadia sonriendo.

Asiento con la cabeza, mientras me pongo en una posición cómoda, mis ojos comienzan a cerrarse lentamente, hasta que un sueño profundo me invade.

***

—Daniel despierta, estamos por llegar —siento que me mueven de un lado a otro.

Abro los ojos y veo a Nadia observándome llena de felicidad, todos los alumnos presentes en el camión comienzan a gritar de la emoción.

Veo por la ventana, ya logro ver el letrero que dice: "Campamento alegre" Mi rostro forma una gran sonrisa, mientras veo a los demás camiones llegar también.

—¡Niños silencio! —grita la maestra, todos los niños se callan, obedeciendo a la maestra.

El camión se detiene lentamente y la maestra camina a la puerta, los niños se ponen de pie y comienzan a bajar, mientras la maestra nos entrega un gafete con nuestro nombre y nombre del maestro encargado de nosotros.

Ella me entrega mi gafete y avanzó, miró hacia el camión esperando a mis amigos, los cuales no tardan en bajar y mostrarme sus gafetes con gran emoción.

—Esto es increíble, esto es un sueño —añade Ángel sonriendo.

Veo que Nadia lo pellizca del brazo y Ángel tan solo hace muecas de dolor, Nadia ríe un poco.

—Ya ves que no es un sueño, todo esto es real, tenemos que disfrutarlo —dice ella, mientras camina detrás de la maestra.

Tony, Ángel, Carmen, Omar, Pablo y yo también caminamos detrás de la maestra, ella parece ir hasta una cabaña, la cual rápido abre.

—Aquí dormirán las niñas, vamos entren —menciona anotando sus nombres en una hoja que se encuentra pegada en la puerta.

—Nos vemos luego chicos —agrega Nadia. Ella camina hacia la cabaña al igual que Grace y Carmen.

Veo todo a mi alrededor, mientras todas las niñas entran a la cabaña, regreso mi vista a la maestra, cuando ella comienza a caminar a la cabaña que se encuentra en un lado.

—Niños, ustedes aquí —la maestra sonríe, comenzando a anotar los nombres en la hoja de la puerta.

Entró rápidamente y aparto mi cama, junto a la de Tony, todos empiezan a gritar de la emoción, todos menos yo.

No mires bajo tu cama 2 - El regreso de Progenito.Where stories live. Discover now