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Picó una y otra vez mi comida con la cuchara, no tengo hambre, ni siquiera quiero ir a la escuela, pero Isabel me ha dicho que debo hacerlo.

—Daniel tienes que comer, anda —menciona Isabel señalando mi plato.

Niego con la cabeza una y otra vez, Mauricio tan sólo me observa desde la puerta de la cocina.

Escuchó el claxon del camión. Tony y yo salimos de la casa para rápido subir al camión, me colocó junto a Tony y saludo a Nadia y Ángel.

Miró por la ventana, veo personas caminando por la calle, pajaritos volando por los aires y yo aquí sentado en este camión escolar.

El camión se detiene fuera de la escuela, todos bajamos de el, puedo ver a Grace acercarse a mí y saludarme con un fuerte abrazo.

—Veo que tu herida sana rápido —comenta ella sonriendo.

Asiento con la cabeza, para luego dirigirme hacia la entrada principal, algo hace que me detenga de inmediato. Carlos baja del auto de Martha, una sonrisa se dibuja en mi rostro, mientras corro hasta él.

—Daniel, ya deberías estar dentro —añade Martha desde el interior del auto.

—Vengo a saludar a Carlos —le digo un poco nervioso.

—Esta bien, tengan un buen día —Martha dice, conduciendo su auto.

Carlos y yo caminamos hasta la escuela, me alegro de que el regrese a la escuela, podre verlo aquí todos los días.

—¡Carlos! ¡Daniel! —gritan detrás de nosotros.

Volteo hacia atrás rápidamente, para encontrarme con la última persona que quisiera ver hoy, Sam.

—Hola —la saludó levemente, para seguir caminando.

Ella me toma del brazo y me hace voltear a verla, Carlos trata de detenerla sin obtener resultados.

—Daniel, he pasado toda la noche investigando sobre lo sucedido en tu casa, llegué a la conclusión de que estás poseído por un demonio —ella dice y yo abro los ojos del asombro.

Veo a Progenito observarme desde la puerta de los baños, mi respiración se acelera, no se que contestarle.

—¿Cómo puedes decir eso? —pregunta Carlos, tomándome del brazo y haciéndome caminar.

Miró a Carlos fijamente, mientras llegamos al aula, veo que la maestra ya está dentro.

—Ella sabe, ¿Ahora que haremos? —le preguntó a Carlos.

Carlos está por contestarme, pero es detenido por mi maestra, quien me observa enojada.

—Joven Foster, pasé que la clase empezó —la maestra me toma del brazo y me hace entrar al aula.

Volteo hacia atrás y veo a Carlos alejarse a su salón, también veo a Sam dirigirse a él nuevamente.

La clase transcurre como todos los días, la maestra revisa tarea, me preguntan como estoy por lo de mi accidente y así.

El timbre para salir al recreo suena y yo rápido corro a la puerta, para encontrarme con Sam, ella me toma del brazo y me hace caminar.

—¿Qué quieres Sam? —le preguntó, mientras me detengo por completo.

—Yo sólo quiero ayudarte Daniel, por eso tienes que decirme lo que te pasa —ella me toma de los hombros y me mira a los ojos.

Suspiró profundamente, creó que ella sabe todo, ya no puedo mentirle, pero si decirle que se aleje de mi.

—Sam no busques más, no quiero que lo que encuentres te lleve a la muerte, yo te quiero, por eso tienes que dejarme en paz —la miró, mientras comienzo a caminar lentamente, lejos de ella.

Ella camina hasta alcanzarme de nuevo, me toma del hombro y me hace voltear a verla.

—¿Acabas de amenazarme?, demonio tienes que dejar en paz a Daniel, él tan sólo es un niño —Sam me dice y luego se aleja.

Caminó hasta una banca, tomo asiento y miró todo a mi alrededor, esto está muy mal, tengo que encontrar la manera de ayudar a Sam, ella no puede salir lastimada. 

Me pongo de pie y me dirijo al baño, me coloco frente al lavabo y me lanzó agua en la cara, esto debería ser un sueño. Miró mi rostro en el espejo, rápido noto que Progenito está detrás de mi, él me inclina hacia el vidrio.

—Tengo que matar a Sam, lo siento Daniel —él menciona, mientras se esfuma.

Caigo al suelo, rápido se que Progenito me ha poseído, siento que él controla mi cuerpo, mis movimientos, todo.

Caminó involuntariamente hasta la puerta de los baños, estoy por salir, pero Progenito se detiene al ver un pequeño niño entrar.

—No lo hagas, él no te ha hecho nada.

Progenito continua caminando, veo todo a mi alrededor, no hay señal de Sam por ningún lado, pero si de mis amigos.

—¡Daniel ven acá! —grita Grace desde una banca.

Yo o mejor dicho Progenito los ignora y comienza a correr detrás de la biblioteca, ya que he visto a Sam.

—¡Dejalo en paz! —grita Carlos detrás de mí.

Volteo a verlo y sonrió, luego caigo al suelo de golpe, Progenito me ha dejado en paz. Le doy un abrazo a Carlos, estoy asustado.

—¿Qué vamos a hacer? —le preguntó a él.

—Yo cuidare de Sam, tu mantente lejos de ella —Carlos menciona y yo asiento.

El timbre suena, es hora de regresar al aula, caminó hacia ella, todos los alumnos ya están ahí.

***

Cierro la puerta de mi habitación con seguro, no debo tener acceso a las salidas, es por el bien de Sam. Caminó al armario y entró en el, cierro la puerta y colocó una silla para que me impida salir.

—Te necesito Daniel, tu debes de  ayudarme —escuchó la voz de Progenito, pero no lo veo por ningún lado.

Tapó mis oídos, no quiero escucharlo, suspiró hondo y cierro mis ojos intentando calmarme.

—Daniel —escuchó nuevamente la voz de Progenito.

Me arrastro hasta la orilla del armario, abro los ojos y veo que Progenito abre la puerta del armario y me jala del brazo.

Me sostiene del brazo fuerte, él comienza a lastimarme, puedo sentir dolor donde apenas hace un día me cocieron.

—No tienes que hacerle daño, ella guardará el secreto, te lo prometo —me alejo de Progenito asustado.

—¿Acaso quieres que maté a Carlos también? —me pregunta él.

Yo rápido niego con la cabeza, corro hasta el otro lado de mi gran habitación, me meto debajo de la cama.

—Daniel no importa donde te escondas, yo te encontraré.

Progenito me toma del pie y me jala hasta la puerta, donde alguien toca fuertemente.

—Daniel, abre la puerta, soy yo Tony.

Miró a Progenito, el me hace señas para que le conteste a Tony.

—¿Qué pasa Tony?

—Sam está aquí, dice que quiere verte, baja —Tony menciona.

Me quedo en shock, tanto que quería mantener a Sam a salvo y ella llega a mi habitación.

—Será más fácil de lo que pensaba —Progenito comenta, mientras la puerta se abre sola.

No mires bajo tu cama 2 - El regreso de Progenito.Where stories live. Discover now