24

506 47 3
                                    

Un equipo de búsqueda se ha formado para encontrar a una desaparecida Grace, nadie se imagina como la encontrarán, eso me aterra mucho, todos la buscan con esperanzas de encontrarla con vida, sólo yo sé que no será así, ella está muerta.

Miró todo a mi alrededor, veo a todos caminar de un lado a otro, la directora, los maestros, y algunos alumnos grandes buscan con desesperación a Grace.

—Daniel tenemos que buscarla —dice Nadia, angustiada.

—No nos dejan ayudar, es mejor esperar —le susurró frunciendo el ceño.

Nadia niega con la cabeza, luego se aleja en compañía de Tony y Pablo. Carlos se acerca a mi un poco decaído, creo saber porque.

—Daniel, si sabes donde está, tan sólo dilo —menciona Carlos mirándome fijamente.

Lo miró fingiendo confusión, aunque la verdad es que se donde esta, yo la abandoné.

—No lo se Carlos, ¿Cómo podría saberlo? —le preguntó un poco enfadado.

Me pongo de pie y caminó detrás de Tony, tengo que fingir preocupación por encontrar a Grace.

—Les ayudaré —comentó angustiado.

—Esta bien, tu iras conmigo —Ángel me jala del brazo, para que lo siga.

Los dos comenzamos a alejarnos del campamento, logro ver a lo lejos a Omar, Beth y Carmen también buscando a Grace.

—Ella me había contado de un escondite perfecto, nunca me dijo donde estaba —Ángel dice un poco preocupado.

Lo volteo a ver, puedo notar tristeza en su rostro, él quiere parecer fuerte, pero al parecer no lo es.

—La vamos a encontrar, ya lo verás —mencionó apresurando el paso.

Ángel voltea a verme con una sonrisa en el rostro, él también apresura el paso, de pronto él se detiene completamente.

—¿Daniel? —susurra Ángel, escondiéndose detrás de un árbol.

—¿Qué pasa? —me acercó a Ángel, un poco confundido.

Él señala hacia delante de nosotros, varios policías, ambulancia y los maestros se encuentran ahí.

—Ya la encontraron —escuchó la voz de Progenito.

Ese momento en que Progenito empujó a Grace llega a mi mente, yo trate de ayudarla, pero no pude, la deje morir.

—¡Vamos! —Ángel toma mi brazo y comienza a correr.

Los dos nos acercamos al lugar rodeado, nos escondemos debajo de una ambulancia, puedo ver a todos preocupados, algunos maestros lloran.

—Mira, una camilla —Ángel señala hacia atrás de nosotros.

Volteo con un poco de miedo, veo a Grace, mejor dicho, el cuerpo de Grace sobre la camilla, Ángel tapa su boca ya que estaba a punto de gritar.

—Dime que no está muerta, por favor dímelo —añade Ángel volteando a verme.

Lo observo fijamente, es obvio que está muerta, creo que no podemos estar aquí, podríamos meternos en problemas.

—Ángel tenemos que irnos, vamos —le digo, mientras me dispongo a salir.

Volteo hacia arriba y logró ver un oficial de policía observarme, Ángel sale de abajo de la ambulancia y también ve al policía.

—¿Qué están haciendo aquí? —pregunta él, realmente enojado.

Volteo a ver a Ángel, él tan sólo llora en silencio, en cambio yo, siento miedo de que nos hayan descubierto.

***

Todos los alumnos nos encontramos subiendo a los camiones escolares, la excursión se ha terminado y se han cancelado hasta nuevo aviso, debido a la trágica muerte de Grace.

Miró por la ventana del camión, la policía se encuentra hablando con mi maestra y con la directora, junto a mi se encuentra Ángel, él no ha dicho ninguna palabra desde que el policía nos atrapó mirando lo ocurrido.

El camión comienza a andar y así nos alejamos del campamento alegre, llegamos llenos de felicidad y nos vamos llenos de nostalgia, tristeza y sobre todo dolor.

Las horas pasan, de acuerdo con el chofer estamos por llegar a la escuela, donde nuestros padres nos esperan, ellos ya fueron notificados de lo sucedido, incluso han pedido que nos lleven a terapia.

—No puedo creer que Grace ya no este viva —menciona Ángel triste.

Lo volteo a ver brevemente, luego volteo a la ventana y veo que ya hemos llegado a la escuela, puedo ver a Isabel y Mauricio, también puedo ver a Martha.

—Niños bajen en orden —agrega el chofer abriendo las puertas.

Todos comienzan a bajar del camión, nosotros que eramos los mas cercanos a Grace, bajamos al final, todos mis amigos están tan afectados por lo sucedido, yo tengo que fingir.

Tony y yo corremos a los brazos de Isabel y Mauricio, ellos nos reciben con mucha felicidad, aunque puedo notar nostalgia en sus miradas.

—Lamento lo de Grace —comenta Isabel abrazándome fuertemente.

—Ella murió, jamás la volveré a ver —agregó llorando.

Me separo un poco de mis padres y caminó hacia Martha, ella también me recibe con un gran abrazo, luego siento que Carlos también llega y me abraza.

—Daniel, lamento lo de Grace, debes estar muy triste —dice Carlos angustiado.

Asiento con la cabeza, mientras todos voltean hacia la puerta de la escuela, donde los padres de Grace se encuentran llorando, algunas lágrimas caen por mis mejillas al ver tal escena.

Isabel y Mauricio se han acercado a los padres de Grace, para darles un pésame por su pérdida. Tony y yo esperamos en el auto.

Pasan algunos minutos y por fin Isabel y Mauricio entran al auto y nos alejamos de la escuela, camino a nuestro hogar.

El auto se detiene fuera de nuestro hogar, también puedo notar un auto más fuera de nuestra casa. Isabel y Mauricio se miran entre si, algo confundidos.

—¿De quién es ese auto, papá? —pregunta Tony confundido.

Mauricio nos observa angustiado, volteo por la ventana y veo a la enfermera Kinney bajar del auto, con unas hojas en las manos.

—Esperen aquí —añade Mauricio, saliendo del auto.

Isabel sale detrás de él y los dos se acercan a la enfermera Kinney, para hablar. Tony y yo salimos del auto en silencio y nos acercamos sin que se den cuenta.

—Oh miren ahí está Daniel —la enfermera Kinney sonríe y se acerca a mi.

Observó a Isabel y Mauricio fijamente, ellos asienten con la cabeza, así que supongo que no son malas noticias.

—Daniel, la directora me mando para apoyarte por lo que viste en el campamento, yo seré tu terapeuta por una semana —la enfermera Kinney sonríe y luego se aleja hacia su auto.

Todos vemos como ella se aleja de nuestro hogar, desgraciadamente la veremos todos los días por una semana.

—Tranquilo Daniel, no hay nada de qué preocuparse —Isabel sonríe.

Todos entramos a la casa, después de todo lo sucedido es bueno regresar a casa, ya extrañaba estar aquí.

—Vamos familia, he preparado la comida —Isabel menciona y camina hacia la cocina.

Mauricio, Tony y yo también entramos a la cocina y tomamos asiento alrededor de la mesa.

No mires bajo tu cama 2 - El regreso de Progenito.Where stories live. Discover now