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Narra Carlos.

Apresuró el paso, mientras pienso en Daniel, él merece tener una vida como cualquier niño de su edad y yo quiero ayudarlo a tenerla. Una sonrisa se dibuja en mi rostro.

—¿Por qué tan sonriente Carlos? —me pregunta Isaac viéndome brevemente.

—No es nada.

Él me observa un poco confundido, luego continuamos con el largo camino que aun nos espera.

—¿Falta mucho? —le preguntó a Isaac un poco cansado.

El asiente con la cabeza, mientras intenta no reír, yo estoy muy cansado, pero eso no importa, yo quiero y debo salvar a Daniel de todo lo que le puede ocurrir.

—Si me hubieras dicho que vendríamos, hubiera traído dinero para el autobús —añade Isaac comenzando a reír.

Yo también río un poco, pero no dejo de pensar en Daniel y en lo feliz que debe estar al saber que yo estoy tratando de ayudarlo contra Progenito.

—Allá es —comenta Isaac señalando una enorme iglesia.

Él comienza a correr y yo detrás de él, él se detiene en una puerta que se encuentra junto a la iglesia, yo lo observo un poco confundido.

—¿Aquí es? —le preguntó angustiado.

Isaac asiente con la cabeza, respiró hondo y abro la puerta. Veo un largo pasillo frente a nosotros, una que otra persona en él.

***
Narra Daniel.

Corro de un lado a otro en mi habitación, veo debajo de la cama, en el pequeño armario, en el pasillo y no logro encontrar a Progenito por ningún lado.

Mi respiración se acelera al pensar en que puede estar detrás de Carlos, no quiero que Progenito le haga daño a Carlos, nunca me lo perdonaría.

—¿Progenito? —susurró hacia abajo de mi cama.

Veo fijamente ahí por algunos segundos y no recibo contestación alguna, todo parece indicar que Progenito no está aquí, el ha ido detrás de Carlos.

Me dirijo a la puerta y la abro rápidamente, estoy por comenzar a correr por el pasillo, sólo que Milena y Marcos me lo impiden.

—¿Qué haces? —preguntan los dos al mismo tiempo.

—Nada que les interese —les digo y continúo caminando.

Llego hasta la enfermería por la cual entro y miro a Evelyn recostada sobre la camilla.

—¿Quién eres? —pregunta ella, volteando a verme.

No le contestó, ya que abro la puerta y salgo de la enfermería cuanto antes, miró a todos lados y no logro ver a la enfermera Kinney por ningún lado.

—Daniel ¿Estás bien? —me preguntan detrás de mí.

Volteo rápido y veo a la enfermera Kinney observarme con confusión en el rostro, yo tan solo corro a ella y le doy un fuerte abrazo.

—Necesito salir, necesito ver a Carlos —le digo y luego comienzo a llorar.

—¿Para qué? Pronto será día de visita, pronto lo verás —menciona la enfermera Kinney tomándome de la mano haciéndome caminar hacia mi habitación.

Yo intenté zafarme de su brazo, pero ella es más fuerte que yo, los dos entramos a mi habitación y la enfermera suelta mi brazo.

—Quiero ver a Carlos, por favor —susurró, mientras intento correr a la puerta.

No mires bajo tu cama 2 - El regreso de Progenito.Where stories live. Discover now