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Abro la puerta de la cabaña, veo lo hermoso que es este campamento, una sonrisa se dibuja en mi rostro rápidamente.

—Ándale, vamos a recorrer el lugar —comenta Pablo empujándome un poco.

Ángel, Tony, Pablo y yo salimos de la cabaña y nos disponemos a alejarnos, queremos recorrer el campamento, sólo que la maestra nos lo impide colocándose frente a nosotros.

—¿A dónde creen que van? —pregunta ella un poco molesta.

—Vamos a dar un paseo, luego regresamos —añado un poco nervioso.

Pablo y Tony me observan con angustia en sus caras, ya que ellos me indicaban que mintiera.

—Aún no niños, no hasta que todos los camiones se vayan, cuando se vayan pueden salir —la maestra nos indica que regresemos a la cabaña.

Todos entramos y ella cierra la puerta, colocándose fuera para que no salgamos por ningún motivo.

—Creo que voy a dormir, me avisan cuando los camiones se hayan ido —comenta Ángel lanzándose a su cama.

Veo que Tony y Pablo caminan hacia un grupo de chicos, yo prefiero acercarme a la ventana y ver por ella.

A lo lejos puedo ver a Carlos bajando de un camión, me alegra mucho verlo aquí, una sonrisa se dibuja en mi rostro, mientras regreso a mi cama y me recuesto.

—Tu no puedes ser feliz —escuchó la voz de Progenito, cuando mis ojos se cierran.

***

Me muevo de un lado a otro, abro los ojos y me doy cuenta que ya no hay nadie en la cabaña, sólo Ángel y yo. Rápido me pongo de pie y caminó hasta su cama.

—Ángel los camiones ya se fueron, ahora podemos salir —le digo, mientras le doy vuelta.

Tan grande es mi sorpresa al verlo muerto, caigo al suelo del asombro y miró mis manos, yo sostengo un cuchillo en ellas.

Abro los ojos rápidamente, veo que todos me observan como bicho raro, rápido volteo a ver a Ángel, él esta bien, todo ha sido una horrible pesadilla.

—¿Estas bien? —Pablo se acerca a mi, observándome confundido.

—Si, estoy bien, ha sido una pesadilla —le comentó, mientras me pongo de pie de la cama.

La puerta de la cabaña se abre y por ella entra la maestra sonriendo, creo que trae buenas noticias.

—Niños ya pueden salir, pero escuchen bien esto, no se vayan tan lejos —ella menciona y todos comienzan a gritar y correr fuera de la cabaña.

Tony, Ángel, Pablo, Omar y yo salimos de la cabaña, caminamos hacia la de las niñas, Grace sale de ella.

—Hola chicos, veo que los han dejado salir —agrega Grace emocionada.

—Si, por fin nos han dejado salir —comentó, mientras intento buscar a Nadia y Carmen dentro de la cabaña.

—Si buscas a Nadia y Carmen, ellas han ido a dar una vuelta, yo preferí quedarme aquí, el viaje me ha dejado muy cansada.

Grace se dispone a entrar a la cabaña, sólo que Tony la detiene, Omar y Pablo se alejan en busca de Carmen.

—Nosotros te haremos compañía, ¿Verdad Daniel? —Tony voltea a verme.

Los miró fijamente por algunos segundos, es obvio que quiero estar con ellos, pero también quiero saludar a Carlos, él me ve desde lejos.

—Regreso en un momento —me alejó rápidamente de Grace y Tony. Me acercó a Carlos, quien rápido me da un abrazo.

—Daniel, diviértete —menciona el sonriendo.

Asiento con la cabeza, logro ver que la directora se acerca, al parecer ella es la encargada de Carlos y su grupo.

—Joven Foster, tengo que decirles las reglas —la directora dice y se aleja.

Carlos se despide de mi y camina detrás de la directora, yo volteo a ver la cabaña de Grace. Tony y ella ya no están ahí, así que decido dar un paseo a solas.

Caminó por todo el campamento, esto es increíble, siempre imaginé que seria así mi primer viaje escolar.

—Hola Daniel —Progenito aparece junto a mi.

Lo miró brevemente, para luego acelerar mi caminata, incluso empiezo a correr lejos del campamento, no puedo permitir que Progenito arruine mi primer viaje escolar.

—¿Que quieres de mi? —le preguntó enojado y asustado a la vez.

El sonríe y se acerca a mi lentamente, yo comienzo a alejarme de él, Progenito me toma del brazo y me empuja, veo hacia atrás y veo un camino en picada.

—Lo único que quiero es que no seas feliz —Progenito menciona.

Él me empuja y yo comienzo a caer por el camino en picada, empiezo a ver todo borroso, siento dolor en todo el cuerpo y mi vista se nubla oscura.

***

Abro los ojos, logro ver a Progenito observarme, cierro los ojos tratando de aguantar el dolor que siento, al abrirlos me encuentro solo, ya no logro ver a Progenito.

—¡Ayuda! —gritó fuertemente.

Trató de ponerme de pie, pero siento un inmenso dolor en la pierna, cojeo un poco, aun así puedo caminar. Subo el camino en picada con dificultad y me acercó al campamento.

—Carlos, ayúdame —mencionó, al verlo caminar cerca de mi.

Caigo al suelo de golpe, Carlos se acerca a mi y me ayuda a levantarme, me carga y me lleva hacia la enfermería.

—¿Qué te paso? ¿Fue Progenito? —Carlos me observa confundido.

—Si, el me arrojo por un camino en picada, me duele la pierna —le comentó, mientras comienzo a llorar.

La directora y la maestra llegan a la enfermería, puedo ver preocupación en sus rostros.

—Iré a hablarle a sus padres, él esta muy herido —añade la maestra llena de angustia.

Miró a Carlos de reojo, luego fijo mi mirada en la maestra acercándose a la puerta, respiró hondo.

—¡No lo haga! —gritó frunciendo el ceño.

—¿Disculpe joven Suarez?

—No le hable a mis padres, yo estoy bien.

La maestra, la directora y Carlos me observan confundidos, aun así la directora esta de acuerdo en apoyar mi decisión y dejarme quedar aquí, en la enfermería.

—Recuperese pronto joven Daniel —la directora dice, mientras sale de la habitación.

La maestra la sigue, en cambio Carlos se queda observándome con angustia en el rostro, no debí pedirle ayuda a él, ahora le he arruinado el viaje.

Miró a la puerta y Grace, Tony y Nadia se acercan a mi, ellos se ponen tristes al verme herido.

—No debimos dejarte solo, mira nada más como estas —Tony me observa angustiado.

—Estoy bien, no es culpa de nadie, sólo mía —le digo un poco preocupado.

—Tampoco fue tu culpa —Carlos menciona, luego abre los ojos del asombro.

Todos me miran extraño, yo tan sólo desvío la mirada de todos, incluido Carlos.

—¿Quién te empujó Daniel? —pregunta Grace confundida.

Abro los ojos del asombro, ya que ellos no pueden darse cuenta de que Progenito me empujó.

—¡Nadie me empujó, yo me caí, soy un torpe, déjenme solo! —gritó enojado.

Todos empiezan a salir de la habitación alterado, heridos porque les grite, pero eso no importa, lo que importa es que los mantengo lejos de Progenito.

No mires bajo tu cama 2 - El regreso de Progenito.Where stories live. Discover now