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Veo la puerta de mi habitación abierta, logro ver que Tony se aleja hacia las escaleras. Miró todo a mi alrededor Progenito no está.

—¡Necesito ayuda! —me digo a mi mismo, estoy realmente asustado.

Caminó hasta el teléfono que se encuentra junto a mi cama, Isabel lo ha colocado ahí por si llego a necesitar algo, creo que ahora si lo necesito. Marco el número de la casa de Martha, que por suerte me lo aprendí de memoria.

—Hola —responden de inmediato.

—Martha buenas tardes, podrías pasarle el teléfono a Carlos, por favor.

—Claro Daniel, enseguida.

Un silencio profundo inunda mi habitación, esperó algunos segundos para que Carlos tome la llamada.

—Daniel, ¿Qué pasa? —Carlos contesta.

—Tienes que venir, Sam ha venido no se si pueda ayudarla.

—Claro, voy cuanto antes.

Cuelgo el teléfono, creo que ahora estoy un poco tranquilo ya que Carlos me ayudará con todo este problema en el que estoy metido.

—Daniel —Tony comenta desde la puerta, volteo rápidamente y él me observa.

—¿Que pasa Tony? —le preguntó sonriendo, tratando de disimular mi preocupación.

—Sam te espera, ve a verla.

Él se aleja hacia las escaleras, al igual que yo, puedo ver a Sam sentada en el sofá, Isabel junto a ella y a Mauricio entrando a la cocina.

—Sam que sorpresa, no sabía que vendrías hoy —añado, mientras bajo las escaleras.

Ella sonríe levemente, mira a Isabel, para luego ponerse de pie del sofá y acercarse a mi. Me da un fuerte y apretado abrazo.

—Deja en paz a Daniel —Sam me susurra al oído.

Frunzo el ceño, creo que mi problema es más grande de lo que pensaba, Sam puede decir todo en cualquier momento, entonces Progenito matará a todos, como mató a mi familia.

—¿Te quedarás a cenar Sam? —pregunta Isabel sonriendo.

—Si, además tengo algo que decirles.

Sam me mira, por suerte Isabel y Tony han entrado a la cocina y no han visto como Sam me ha mirado, llena de odio y coraje.

—Daniel quiero hablar contigo, vamos a tu habitación —ella me toma del brazo y me jala hacia las escaleras.

Subimos por ellas y entramos a mi habitación, miró a todos lados, no hay señal de Progenito por ninguna parte.

—Sam para, incluso me estas asustando, deja de decir que estoy poseído por un demonio, eso es absurdo —comentó, mientras tomo asiento en mi cama.

—¿Absurdo? Tu y yo sabemos que todo lo que te he dicho es verdad, ya no tienes que ocultarlo, todos podemos ayudarte —ella toma asiento junto a mi y me da un abrazo.

—Es que ese es el problema, nadie me puede ayudar, porque no hay problema —la miró fijamente, intentando convencerla de dejar sus investigaciones a un lado.

—¿Cómo te llamas? He investigado mucho sobre demonios, estoy lista para todo —ella me toma de los hombros y me estruja.

Me pongo de pie y me alejo un poco de ella, miró por la ventana con la esperanza de ver a Carlos llegar, ya no puedo más.

—Mi nombre es Progenito, tu eres Sam, también te he investigado —Progenito se para frente a Sam.

Ella tan sólo lo observa con miedo, veo que da pequeños pasos hacia atrás intentando alejarse de él.

No mires bajo tu cama 2 - El regreso de Progenito.Where stories live. Discover now