Changed my fuckin' life - #FanFic

Capitulo 1: Mi vida

Mandy Williams.-

Acabo de arrancarme de casa. Si, muy ruda pensarán. ¡Pues claro! Si llegar y salir corriendo, caerse en el patio y quedarse tirada ahí... es cosa de rudos, pues lo soy.

Agarré fuerte mi cabeza, me dolían las rodillas por el golpe, quizás esté sangrando, quizás esté ensuciando el vestido nuevo y quizás mis zapatos se maltrataron. Quizás nada de eso me importe. ¿Por qué estaba tirada en el piso? ¿De quién, o qué, arrancaba? Diría que de la vida, de mi vida es de la que estoy arrancando ¿Por qué? Simple, estoy aburrida de los engaños.

Mi madre le miente a mi padre todo el tiempo, que todo es perfecto y no lo es. Ella tuvo un amante ¡Uy si, que feo! Mi padre, Andy, obviamente no lo sabe, está perdidamente enamorado de mi madre, Marie, y ¡tengo una maldita media hermana!. Pero ¡y qué! No es nada nuevo, siempre he sabido todo, pero nadie ha sospechado. Eso es todo, bien ahora... ¿Por qué estaba vestida tan linda, con zapatos de tacón y todo? Pues si, porque antes de caer me veía... linda. Íbamos a ir al matrimonio de una de mis tías, hasta que me enojé con mi padre por obligarme a irme en un auto con gente desconocida. "Me voy sola" fue lo que dije antes de que mi mamá intentara alcanzarme y justo al salir al patio tropiezo con mi perro y caigo de lleno en el pasto.

- Te ves ridícula ahí, párate -dijo con voz burlona mi madre desde la puerta- ¿Puedes dejar de ser tan inmadura y crecer de una vez por todas, por favor? -ella bufó y se metió a la casa.

¡No quiero crecer si mi vida va a apestar tal y como la tuya! -grité pero para mis adentros porque si se lo decía en la cara, el golpe que recibiría no me lo quitaba nadie.

Me puse de pie y miré mi vestido, lila, estropeado, con manchas verdes y cafés, mis rodillas estaban rojas y mi perrito me estaba mirado con cara divertida justo antes de tirarse sobre mi y babear mi rostro con su asquerosa saliva.

- ¡Eugh! Shadow -lo regañé. Así se llamaba mi perro, "oscuridad", recuerdo perfectamente el día que lo encontré en la calle, todo mojado y olía a mil diablos. Me siguió y pues... me lo quedé, luego de bañarlo y alimentarlo, no hubo manera de que se fuera.

Estaba en mi cuarto viendo el desastre en el que me convertí. Me metí al baño, tiré lejos todo y me bañé, arruinando un lindo peinado y pues, eso, no usaba mucho maquillaje así que no importaba.

Cuando ya estuve lista, con un vestido gris strapless, unas sandalias bajas y con el pelo suelto, fui a la pieza de mis papás donde lo único que encontré fue una nota pegada a la TV:

"Te demoraste mucho, nos vemos allá. En 5 minutos te pasarán a buscar. Cuídate. Mamá"

Cómo me fastidia que me dejen sola. Salí de mala gana a esperar a quien fuera que me llevará a la ceremonia. Ya ni ganas tenía de ir. ¿5 minutos? ¡Bien! Ni un minuto más ni uno menos. Me apoyé en el árbol fuera de mi casa a esperar. Nada a la derecha, nada a la izquierda. Nada, nada, nada... y ¡han pasado ya casi 20 minutos! Pateé fuerte el suelo y arrugué mi vestido de la rabia. Volví a mirar a ambos lados y fue cuando vi al hijo de mi vecino, fumando a escondidas tras el auto de su papá. Levantó la mirada y me vio. Lo miré desafiante, atrevida, enrabiada con el mundo en verdad. Él tiró el cigarro y lo apagó con el pie. Empezó a caminar a su casa y entró.

- Parezco estúpida esperando a... ¡nadie! -dije entre dientes a lo que daba la vuelta para entrar a mi casa.

- Cada quien parece lo que es... -hablaron a mis espaldas y giré más rápido de lo que pensaba- Hola.

- Quien mier... -corté al darme cuenta de quién era, ¿de dónde había salido?- Zayn.

- Vamos, yo te llevo. - Inclinó la cabeza en dirección al auto y meneó las llaves en sus manos- Puedes ser mi buena acción del día.

- No soy una obra de caridad -lo fulminé con la mirada- No iré a ningún lado, gracias.

Noté el leve olor a marihuana, odiaba ese olor en la gente. Odio que la gente fume, odio a la gente hoy. Me siento como el Grinch en navidad, odiando todo y a todos. Mi vecino aun me miraba, noté que sus ojos eran de un marrón claro. Tenía las pestañas largas... hacía que se vieran sus ojos hermosos... quizás es gay.

Ante aquel pensamiento estalló una carcajada de mi boca y el muchacho quedó perplejo.

- ¿Que es lo gracioso? -puso ambas manos en los bolsillos de sus pantalones, parecía molesto.

- Nada, nada - me puse más seria, o al menos lo intente- te veo por ahí, o lo que sea.

Subí corriendo y me tiré en mi cama, cubrí mis ojos con las manos y suspiré. Me perdí la boda de mi tía ¡Me van a retar! Agh, es un desastre mi vida... Me quité toda la ropa y quedé solo en sostén y calzón, amarré mi cabello mientras pensaba en qué hacer. Tomé una polera larga y me la puse, cubría hasta mis muslos. Me sentía tensa, incomoda, irritada, frustrada. Caminé a la ventana y abrí lo mas que pude las cortinas que daban hacia la calle. El aire estaba fresco, tanto así que hacía que las heridas en mis rodillas ardieran, me miré y luego me apoyé en el marco a observar. Entonces noté que Zayn estaba en el patio de su casa, tocando la guitarra junto a la piscina. ¿Canta? ¿Tocará bien? Dejó su instrumento a un lado, se puso de pie y se quitó la polera blanca que traía puesta. Pude notar que tiene un cuerpo trabajado, su abdomen ¡Ay!... Dió un salto y se tiró a la piscina sin salpicar mucha agua y justo antes de llegar a la orilla sale a tomar aire, tira su cabello hacia atrás con ambas manos mientras sube por la escalera y saliendo de la piscina hasta entrar a su casa.

Me quedé pegada mirando la piscina, la pintura celeste y el agua que se ponía quieta, la polera tirada junto a la guitarra, las rosas blancas junto a la puerta de la entrada, un pequeño duende escondido, le faltaba un ojo.

~ Ring, Ring, Ring, Ring ~

Empezó a sonar el teléfono, distrayéndome. Caminé aprisa a contestar.