Capitulo 4: Reconocimiento

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Zayn Malik.-

Son las 9 de la mañana, salgo a caminar, mis padres no pueden ver mi herida, mis hermanas se preocuparan, pero supongo que Wal ya les habrá dicho…

Hace frío afuera , corre viento, algo golpea mi mejilla y miro hacia el cielo. Gris por doquier, las nubes, la gente, mi vida. Empieza a llover a lo que un relámpago atraviesa el cielo, solo vi un destello y un flashback de la noche anterior invadió mi mente:

“- Déjame ver -quitó mi mano con que  cubría el corte, quise evitar que me viera pero al dar un paso, la luz dio en mi cara - Tu...
Ella me había visto, estaba con su… con un tal Harry que le pidió que se fuera para que me acompañara al hospital, pero él mencionó a la policía y entré en pánico, lo empuje, se golpeó contra la pared y huí, como un delincuente”

Cuando me percaté  de que la gente que pasaba junto corriendo a resguardarse de la lluvia, también apresuré mi paso y me metí a una cafetería. Me senté junto a la ventana, podría darme pulmonía.

-    Hola ¿Qué se va a servir? –se acercó la camarera con una linda sonrisa, teniendo en la mano un pequeño cuadernillo y un lápiz, lista para tomar nota.
-    Buen día –suspiré luego de mirarla a la cara- quisiera un… -frote mis manos para darles calor, me llevaba mi tiempo pensando lo que quería.
-    ¿Un café? ¿Té? ¿Cerveza? –Nombró ella con paciencia- esta helado afuera.
-    Un capuchino y un sándwich ave palta –pedí y ella ni se molestó en anotarlo, volvió a sonreír coqueta y con un “en seguida se lo traigo” se retiró.

Miré por el gran ventanal a mi lado, la gente ya se resignaba a correr, la lluvia caía fuerte, a cantaros sin apiadarse de nadie, un par de chicas entran corriendo a la cafetería, riendo, despeinadas y mojadas. Me puse tenso al ver a una de ellas, estaba de perfil, parecía familiar,  su cabello era liso, oscuro, delgada, alta, giró en mi dirección y con su amiga se sentaron a unas mesas de donde yo estaba. Dejaron sus abrigos en el respaldo el asiento, y me vio observándola, sus ojos eran azules, hermosos, pero se puso seria y arregló su flequillo mientras su amiga le decía a la camarera lo que querían comer.

-    Se parece a alguien –susurré frunciendo el ceño- pero…
-    Listo –di un pequeño brinco en mi silla al ver a la camarera aparecer por sorpresa, ella se rió- tenga provecho.
-    Ah, sí gracias – tomé un sorbo del espumoso café sin quitarle la vista de encima a las muchachas.

Nuevamente me vio observándola, se sentía incomoda, leí sus labios cuando se lo comentó a su amiga, ambas me miraron y yo como si nada pasara le di un mordisco a mi sándwich, apretándolo tanto que la palta se salió por los lados. Limpié mis manos, mirando la nada fue cuando sus rostros aparecieron en mi mente. Ella, la chica del flequillo ¿se parecía a Mandy?

 

 

Mandy Williams.-

    Como cada mañana quedaba sola, mis padres salían a trabajar y nadie quedaba en casa, a excepción de Shadow y yo, que es casi lo mismo que estar sola. Me dispuse a desayunar fuera, ya eran cerca de las 10:30am y llovía, corría viento y eso me encantaba. Me aseguré de ponerle suficiente comida a mi perro y un bol con agua en la cocina, cuando el clima estaba así lo metía dentro, el pobre moría de frío en el patio.

-    Pórtate bien –lo agarré por la carita y desordené su peluda cabeza-  ¡No ensucies, eh!

Me aseguré de estar abrigada, jeans, botines, un sweater y al final mi abrigo, me puse un gorro a tono con mi calzado café y salí de casa cerrando la puerta tras de mí. Caminé despacio, la lluvia no se sentía tan fuerte, era agradable recibir las gotas de agua en el rostro. La gente me miraba raro porque yo sonreía, no me importaba, amaba los días así. Fui donde siempre, a la cafetería  frente al parque. Entré y me acerqué a la barra, sentándome y apoyando los codos, se acercó la camarera rubia, Bárbara, la conocía, pues siempre que iba ella me atendía, pedí un café normal y tostadas. Me dediqué a observar, no había tanta gente –quité mi gorro- un señor y su notebook, trabajando o simplemente revisando su correo, un grupito de señoras tomando mate en la mesa del fondo, un niño y su padre desayunando y –giré para ver quien mas estaba- un chico con capucha sentado solo cerca de la ventana  y un poco más cerca dos muchachas conversando.

-    Bien, ojala te guste –me distrajo  Bárbara.
-    Los mejores desayunos los tienen acá –alagué- al menos son mejores de los que yo puedo prepararme –ella rió y se retiró a atender a los demás.

Había música, era tan agradable que podría quedarme ahí todo el día, la cafetería era pequeña, acogedora, no muy colorida, más bien decorada con tonos marrones para dar la impresión de que fuera una cabaña, todo de madera barnizada, recuadros de animales, luz suficiente para leer y una pequeña chimenea al rincón izquierdo donde justo en frente hay un sillón grande para siete u ocho personas. No hacía calor, la temperatura era la precisa.

Acabé con mi desayuno más rápido de lo que pensaba, le pedí a la chica que me pasara la cuenta, dejando la boleta sobre el mesón. Alguien entra y con él una brisa tibia haciendo que me diera escalofrío y el papel saliera volando. Agarré mi gorro dispuesta a buscar el papel por el suelo –alguien llama mi atención poniéndose delante de mí y dándomelo-  lo reconocí y mi corazón se aceleró.

-    ¿Qué haces acá? –preguntó nervioso.
-    Buenos días, Zayn –recibí la boleta y me dirigí a pagar, el me siguió- ¿Cómo está tu herida? 
-    No te incumbe –dijo amargo, giré y lo tenía tan cerca que me fue imposible mirarle la cara, solo noté que respiró profundo, casi con rabia y me quité de su camino, caminé dispuesta a irme.
-    Entupido… -empecé a decir antes de darme la vuelta y empezar decir que fué grocero lo de anoche con Harry, pero choque con una chica, derramó un poco de café en su chaqueta-  ¡Oh Dios, lo lamento!
-    Mierda –dijo molesta dando pasos hacia atrás. Sentí tanta vergüenza- dale, descuida…

Tapé mi boca sin saber qué hacer, solo las miré, no había sido mucho lo que le cayó encima, pero se notaba una mancha café en su hermosa chaqueta blanca, la chica me miró molesta mientras su amiga del flequillo aguantaba la risa –mi estomago se revolvió y me di cuenta al instante- ojos de color claro, cabello oscuro, sus facciones, su contextura, su apariencia… es ella, tiene que ser ella, es una copia exacta de mamá en su juventud.

Changed my fuckin' life - #FanFicWhere stories live. Discover now