Capitulo 19: Sala Blanca.

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Zayn Malik.-

Ya teníamos todo lo necesario, no puedo decir que estábamos listos, porque sabíamos que nos meteríamos en problemas. Dos tarros cada uno, no muy grandes, yo con uno de color rojo en una mano y verde en la otra, Liam con rojo y amarillo, Harry con naranjo y rosado, Niall con morado y celeste y por último, Louis con un tarro de pintura de color café y otro gris. Caminábamos apresurados por los pasillos, sin que nos viera algún auxiliar o enfermeras o el médico de Amy, supusimos que el horario de visitas estaba a punto de terminar por lo que empezamos a correr hasta llegar a la habitación 325. Entramos riendo y las vimos abrazadas, ambas con lágrimas en los ojos pero sonreían y más al vernos llegar de esta manera. Louis cerró la puerta detrás de nosotros y Niall puso música desde su celular y dejamos los tarros en el piso, los abrimos y nos miramos con caras maliciosas.

-¿Qué pretenden hacer? –interrogó Amanda preocupada.

-Decorar tu habitación –respondí acercándome para luego besar su frente- Tu solo diviértete.

-Oh dios mío –exclamó Mandy al comprender nuestra idea, se puso de pie y observó los tarros, arremangó las mangas de su polerón y metió la mano izquierda al tarro de pintura roja y la mano derecha al tarro con pintura rosada- está fría.

-Listo, hagámoslo –anunció Liam aparentemente entusiasmado.

Liam agarró el tarro de pintura Gris y lo tiró contra una de las murallas salpicándonos a todos. Vi a Harry arrancar una hoja de uno de los talonarios y con goma de mascar tapó la ventanilla de la puerta, aunque sabíamos que, tarde o temprano alguien vendría a ver qué pasaba. Todos, los seis, con Mandy incluida, imitamos a Liam, tomando los tarros y lanzándolos contra las paredes de la gran habitación blanca que ahora, la teñíamos de una gama de colores impresionantes.

Metí mis manos al tarro azul y caminé donde la pared estaba mayoritariamente pintada de café y dibujé una gran A, Niall con las manos de verde hizo una M y Louis con amarillo dibujó la última letra, Y, y así, como le llamábamos sus amigos “Amy” resaltaba en aquel espacio inundado de emociones.

Unas manos pegajosas me tomaron por sorpresa, Mandy, ahora con las manos de gris tocaba mi rostro pintándome hasta el cabello e hice lo mismo con ella, pinté su rostro bruscamente al ver que Amy nos miraba con una sonrisa triste y luego me fijé que Harry y Liam se acercaban por detrás de la chica que sujetaba con fuerza entre mis brazos con un tarro cada uno, asentí y ellos le echaron en sima, mitad y mitad, la pintura a Mandy quien sorprendida gritó, tapé su boca con las manos llenas de pintura.

-Shh… -trataba de callarla pero era imposible, ya todos aquí reían, incluso Amanda desde su cama salpicada de colores- las cagaras, Mandy, cállate –la reté entre risas.

-Eres malvado –se alejó escupiendo pintura y quitándose el exceso de la cara con las manos y limpiándoselas en la ropa de los chicos- ¡Somos todos unos artistas!

La música se detuvo y miramos a nuestro alrededor, flores, un sol, nubes, mariposas, una Disco Ball colgada de un árbol, notas musicales, una guitarra con forma de manzana y nuestros nombres era lo que decoraba aquella sala, miles de colores reflejados ante nuestra mirada atónita ante tamaña idea que tuve. Me sentí orgulloso, y más cuando observé con lágrimas en los ojos a mi novia, ahí, sentada en su cama con las manos en la boca, asombrada como quizás nunca lo estuvo. Ella bajó las manos y dejó una sonrisa, la más brillante y contagiosa sonrisa que en la vida pudiera alguien ver. Miré a los chicos, manchado también, felices, riendo a más no poder incluso Niall se retorcía y Liam se echaba al suelo.

-¿Qué demonios? –Golpearon la puerta- ¡ABRAN!

Por un segundo mi corazón se detuvo para luego volver a latir con mayor fuerza. Nos preparábamos para escapar al momento en que abrían las puertas. Tomé de la mano a Mandy al segundo en que nuestra única vía de escape estaba libre salimos corriendo todos, dejando a Amy con una sonrisa en el rostro y a las enfermeras con cara de espanto mirando todo antes de intentar fallidamente detenernos. No lo pensamos dos veces y salimos del hospital, corriendo por el estacionamiento, gritando como verdaderos dementes, riendo como simples niños y olvidando todo. Corrimos, hasta que nuestros pulmones nos pedían a gritos oxigeno y nuestras piernas casi se doblaban solas, corrimos, hasta ya saber que podríamos parar a descansar tranquilos.

Cuando nos detuvimos, nos miramos los unos a los otros y volvíamos a reír, estábamos completamente manchados de pintura, el cabello, la cara, manos, ropa, zapatillas…

-Creo que tengo pintura hasta en el trasero –comentó Louis- Vamos a mi departamento, no queda muy lejos.

-Genial –dijimos a penas.

Tuvimos que caminar cerca de 15 cuadras para llegar al depto. de Louis, no dejó pasar y hacer lo que quisiéramos, como vivía solo no había drama en desordenar. El lugar era enorme, debía por lo menos tener 3 habitaciones con baño propio, un living, cocina y terraza, era increíble. Preguntamos por la ubicación de los baños y fuimos, Niall ocupaba uno con Liam, Harry se metió en otro y le siguió Louis y yo fui al baño principal a intentar quitar la pintura de mi cara. Entré y sin darme cuenta que había alguien, me congelé.

-Está ocup… -se cortó en medio de la oración. Mandy se había quitado el poleron que traía y una polera que llevaba debajo, solo andaba en sostenes, su cara enrojeció y con la boca abierta por lo estúpido que me sentía al no poder moverme y salir- ¡SAL!

-Lo-lo-lo-lo siento –tartamudeé girando y cerrando la puerta a mis espaldas luego de haberla dejado sola.

Mandy Williams.-

¡Qué vergüenza! Me vio, me vio, me vio, me vio ¿con que cara lo miraré ahora? Y si ¿no me vuelve a mirar? ¡Trágame tierra! ¿Cómo tan descuidada de no ponerle seguro a la puerta? ¡Dios!

Me paseaba de un lado a otro por el baño, era espacioso, hasta que me dispuse a terminar de quitar la pintura visible del cuerpo. El cabello me complicaba así que me acerqué a la ducha y con el chorro de agua metí la cabeza y froté hasta que el agua dejó de salir multicolor, agarré una toalla chica y sequé mi cabello, me puse la polera y dispuesta a enfrentar lo que sea salí del baño.

-Esta… desocupado… ya –dije lento al encontrarme con él, aun esperaba afuera de la puerta.

-Mandy, lo siento no quise… -enmudeció aparentemente sonrojado- lo siento.

-Descuida –caminé hasta estar detrás de él y me asomé por una de las ventanas, estábamos en el 5º piso, aparentando que no me importaba seguía secando mi cabello con la toalla.

Luego de unos segundo y escuchar el correr del agua en el baño giré, y lo vi, sin polera, limpiándose los brazos, el pecho e intentando llegar hasta su espalda. Me vio y sonrió, embobándome como solía hacerlo. Me llamó y como hipnotizada obedecí. Me tendió la polera húmeda y se puso dándome la espalda. La tomé y con timidez empecé a refregar su espalda para quitarle la pintura mientras el enjuagaba su cabello y cara. No era mucho lo que debía limpiar pero costaba que saliera el color, me puse junto a él para enjuagar la polera y dedicarme a limpiar sus perfectos brazos ¿es que acaso tenía algún defecto? Limpié tratando de no sonreír hasta que vi su cicatriz, esa en el antebrazo, ya estaba sana, pero los recuerdos de aquella noche volvieron a mi mente y casi con rabia seguí limpiándole.

-Hey –me detuvo por el brazo. No fui capaz de mirarlo a los ojos y me concentré en tratar de entender el tatuaje con escritos en árabe- ¿Qué pasa?

-Nada –levanté una ceja. Me apoyé en el lavamanos y él se puso frente a mí, dejando todo lo que hacíamos de lado- ya estás limpio, creo.

-Gracias –volvió a sonreír de esa manera que sabe que me vuelve loca, apoyó las manos a mis costados impidiendo que me moviera- Oye…

-¿Qué? –respondí sin mirarle la cara, dirigí mi vista hacia afuera, la puerta aún seguía abierta y podía escuchar la risa de los chicos, distinguiendo la de Niall por sobre las otras- será mejor que vaya con los chicos –lo empujé suave por el pecho y él me abrazó por la cintura- ¿Qué haces?

Y de esa forma que solo Zayn hacía que mi corazón latiera comenzó a latir el mío. Desenfrenado, lleno de miedo y dudas, desesperado, emocionado y nervioso. Acarició mi mejilla y humedecí mis labios queriendo besarlo, Zayn se acercó respirando tan cerca de mí que realmente me estaba torturando y, duele, duele sentir su piel, su tacto y que haga que el momento sea jodidamente perfecto y que no me dé chance para hacerlo inolvidable.

-Vamos por algo de comer… -había aparecido mi amigo de los rulos a interrumpir semejante tortura- digo, por si quieren comer “comida” –nos molestó haciendo las comillas con los dedos.

- Si, comida –caminé junto a Harry con la cabeza agachada por lo incomodo del momento y antes de salir sentí la risa de Zayn. Sonreí al tiro, ni idea de qué era lo que le causaba gracia pero escucharlo reír era una de las cosas que más me gustaba.

Changed my fuckin' life - #FanFicWhere stories live. Discover now