Changed my fuckin' life - #FanFic

Capitulo 2: Descubierto

Mandy Williams.-

- Te puedo invitar una cerveza, digo ya que te gusta mirarme, por lo menos podríamos hablar ¿no, Mandy? -sentí que mi cara enrojecía cuando me di cuenta de quién era el que llamaba.

- ¿Qué? Oh no, yo no te miraba, Zayn -estaba algo nerviosa- y no, gracias... no tengo ánimos de nada... 

- Si, como digas... -escuché que él río y luego el típico Tu... Tu... Tu... De cuando la llamada se corta.

La semana paso rápido, ya le había dado las explicaciones a mi familia de mi ausencia al matrimonio, algunos las entendieron y otro... Pues me daban lo mismo. Iba camino a la casa de mi amiga, Abigail. No vive tan lejos, solo a 10 minutos de donde yo vivo, cuando llegué al departamento solo entré, el conserje ya me conocía, era como una segunda casa. Ella estaba sola en su habitación, hablando por celular, me senté a los pies de su cama tirándole una almohada en la cara.

- ¡Auch! - se larga a reír-. Si, luego te llamo, adiós -apaga su celular.

- ¿Qué hay de nuevo? Estoy aburrida -hago una mueca- ¿Vamos por un helado?

- Hablaba con mamá, este fin de semana tendrá que viajar y me dejará sola -se encoge de hombros - ¿Te vienes a quedar? y acepto el helado.

- Hey -le diy un empujón- vale yo invito los helados, pero tu preparas los desayunos -le apunté en señal de amenaza. Hecho.

Fuimos donde siempre, donde están los helados más ricos, si de esos cremosos, con sabor a fruta y no a agua. Nuestros favoritos, los de fresa. El mío lo pedí con crema y Aby bañado en chocolate, nos sentamos en una de las bancas de la plaza, la misma banca de siempre. Si nuestra vida era una rutina.

- ¡Dame! -pidió a gritos Niall, amigo de Aby - Hola chicas.

- Mmm -se quejó Aby cuando el rubio le quitó el helado- Siempre te comes todo, Horan.

- Pégale -reí disfrutando de mi helado- Niall, eres un hambri...

Alcancé a notar unos dedos bastante rápidos y luego sentí algo espeso en mi nariz justo al darme cuenta de que Harry me echó helado encima. Pero fue tan bruto que votó todo el helado al piso y todos rieron, menos yo.

- ¡Styles! - agarré la bolita de helado del suelo y se la tiré a lo que él la esquivó y volvío a acercarse-Eres un...

- ¿Un qué? -se puso tan cerca de mí que no pude seguir hablando- ¿Soy un qué? ¿Un encantador chico?, ¿qué te hace reír? -continuó hablando mientras él se acercaba y yo me alejaba de apoco- ¿qué quieres mucho...?

- Correte, ridículo -lo empujé y Niall se puso a reír. Estaba sentado junto a Aby.

Fue entonces que me di cuenta, ella estaba seria, observándonos casi enojada, tanto así que ya no le importaba que Horan se comiera todo su helado, a mi amiga le gustaba mi mejor amigo. Y su cara de fastidio lo decía todo.

- ¿Por qué no me dijiste? - íbamos caminado de vuelta al departamento.

- ¿Decirte qué? -frunció el ceño- A qué...

- Te gusta Harry -sonreí interrumpiéndola y ella intentó taparse la cara con el cabello.

- Estas loca -rió inocente- No sabes lo que dices... tu le gustas a él.

- A Harry le gustan todas, Aby -mi amiga levantó una ceja- bueno, le coquetea a todas... le gusta dar amor.

- Si, si, si, está bien -fingió una sonrisa- ni que me importara -nos detuvimos frente al edificio- Te paso a buscar mañana en la tarde, ¿vale? ¡Trae películas! Nos vemos.

        Con Harry nos conocemos desde siempre, nuestras madres son amigas, por ende nos juntaron desde bebés. Él, un ruliento simpático y apuesto, divertido, infantil muchas veces, un buen amigo siempre. Ah y Horan... nunca me agradó mucho, siempre me quitaba la comida de pequeña, él es amigo de Harry y compañero de curso de Aby, se llevan bien y hasta podría creer que a Niall le gusta a Abigail, o el hecho de que ella siempre lleva comida consigo, como sea.

- Que fastidio -murmuré al pensar que, tarde o temprano, caería colada por amor.

- Ya te estás quejando -pegué un salto y mi corazón se detuvo, debí ponerme pálida, porque Harry y su cara de espanto me sorprendieron de vuelta- Tranquila, soy yo... tu bonito Styles -me abrazó.

- Algún día me mataras de un susto -lo abracé por debajo de la chaqueta- Idiota, ¿Me acompañas a casa?

- Ujum -empezamos a caminar, las calles estaba desoladas, mucho silencio me asustaba- Nunca andes sola -susurró mirando por los callejones- no sabes lo que se esconde en la noche.

- No me da miedo.

- Estas temblando -rió.

- Tengo frío...

- Te conozco - me interrumpió.

- Feo - susurré.

- Mentirosa -apretó mi brazo y le golpeé las costillas con el codo.

- Ya, flaquito, ¡pásame todo lo que tengas! -logramos escuchar por una de las calles, nos quedamos quietos. Tenía miedo hasta de respirar.

- Harry -me aferré a su cuerpo, estaba rigido- ¿estarán asaltando a alguien...

- Shh... -me hizo callar y me guió hasta ponerme tras de él, gritó:- LLAMARÉ A LA POLICIA!