Capitulo 27: Sin decir adios...

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Mandy Williams.-

Siento el corazón apretado ¿Qué está pasando? Tengo un nudo en la garganta y no quiero hablarme pongo a pensar en todo lo que ha pasado, la extraño tanto. Mis padres decidieron contarme la historia, sobre Amy y lo que pasó, todo tal cual yo lo sabía, nada nuevo, no les dije que yo sabía todo, solo me había puesto de pie para seguir llorando en mi cuarto.

Un mes, solo uno y el dolor sigue como si ella hubiese muerto hace unas horas, pero soy fuerte, ella prometió estar conmigo siempre, y creo en su palabra.

Este último tiempo me la he pasado en casa de Aby, con Harry y Niall para distraerme con sus ridiculeces, son geniales esos tipos y uno que otro día se pasa a saludar Louis. De Liam no he sabido mucho, de repente en las noches hablamos, pero de cosas sin importancia, su voz suena apagada desde entonces, me ha dicho que irá unos días a Londres a probar suerte en algo, no me ha dicho que es lo que hará allá, pero lo que pasara me avisaría. Odios los misterios pero mientras eso cambie su ánimo, todo bien.

-Hija –entró mi madre a mi habitación interrumpiendo mis meditaciones- llamó tu tía Sofía.

-¿Si? –el estomago se me revolvió, me acomodé en la cama para escuchar con atención lo que mi progenitora tenía que decirme- ¿todo bien con ella?

- Si, su matrimonio va de viento en popa –comenta. Esta era mi tía, a la que falté a su boda por no querer que un extraño me fuera a dejar- y…

-Habla de una vez, odio la intriga mamá –le fulminé pero me arrepentí al instante, me respondió mirándome con furia pero luego cambio su expresión.

-Le conté que no estás haciendo nada…

-¿Cómo que nada? –fruncí el seño.

-No estudias, no trabajas y te la pasas en casa de tus amigos ¡has algo productivo, Mandy! –se puso las manos en la cintura, sus palabras me quedaron dando vueltas por la cabeza. Realmente soy una floja, eh- Te irás a trabajar con ella.

-¡¿Qué?! No… -la miré sorprendida poniéndome de pié- ¿A dónde? ¿En qué?

-Te quedarás en su departamento, tiene un lindo piso en el centro de Londres y trabajaras en su revista. Te gustará –sonrió de oreja a oreja- En unos días tomas un bus y te estará esperando una nueva vida.

-Pero…

-Sin peros –interrumpió- no tengas miedo, ten fe, te irá bien.

Mi mamá se acercó y me abrazó, me regaló uno de esos abrazos en los que sin palabras te aseguran que todo saldrá bien, de esos que te calman, de esos abrazos que no quieren que nunca terminen, un abrazo de mamá, el mejor gesto.

Me dejó sola y lo primero que hice fue llamar a Harry –estupendo, tenía el celular desconectado- luego liba a marcarle a mi amiga pero de seguro ella estaba en clases. Tiré el celular y me asomé por la ventana.

El aire estaba fresco aun haciendo que un escalofríos recorriera mi cuerpo y la piel se me erizara. Como por costumbre miré a la casa de enfrente, solo sus hermanas estaban en el jardín jugando ¿Dónde estás Zayn? Creí que podía ser buena idea darle su espacio por un tiempo, que pensara bien ciertas cosas y que si realmente sintiera a lo menos algo por mí, me lo haría saber, pero me equivoqué. No contestaba mis mensajes ni mis llamadas, no me atrevía a ir directamente a su casa, era cosa de cruzar la calle, tocar el timbre y esperar, pero no podía hacerlo. Extraño tanto su presencia, hace que todo lo que pasamos juntos se sienta como si simplemente hubiese sido un sueño del que bruscamente me despertaron para darme malas noticias. Extraño la forma en que miraba, cuando estaba a punto de hacer algo y luego se arrepentía, extraño sus besos, extraño abrazarlo, extraño escucharlo reír.

A veces me pregunto ¿en realidad pasó? Por que pareciera que no.

Me quedé dormida un rato, sobre la cama, pensando en todo. Me duché para ir a ver a Abigail, como era costumbre pero al ir saliendo vi a Doniya afuera de su casa.

-Dony –grité para llamar su atención, me acerqué a su vereda- Hola, ¿todo bien?

-Hola –sonríe meneando su bolso entre las manos- sí, todo perfecto ¿Por qué preguntas?

-Por… tu hermano –empecé- no he sabido nada de él ¿crees que pueda hablar con Zayn? Solo, si no está ocupado, o durmiendo o lo que sea…

-Mandy –interrumpió- no está.

-Ah ¿salió con sus amigos?

-Algo así –Doniya torció el gesto algo dudosa ¿Qué tenía que decirme?- se fue de Bradford. Pensé que te lo había dicho…

-¿Se fue? ¿No volverá? –ella se encogió de hombros.

¿Recuerdan el sonido de cuando algo frágil, cae al suelo y se rompe? Pues, ese fue mi corazón. Di media vuelta lentamente susurrando un “gracias” a mi vecina para caminar de vuelta a mi casa, lento, sin creer lo que acababa de escuchar, porque debía ser la peor broma del mundo, mas ahora, más que lo necesitaba como nunca.

-Dijiste que no me dejarías sola… -susurré apoyada en la puerta principal, cerrada a mis espaldas, sujetándome para no caer. Aunque caer ya no me importaba.

¿Amigos? ¿Quiénes?, ¿Amor? ¿Qué es eso?, ¿promesas? ¿Para qué? No lloraré, no lo vale, nunca lo valió. Solo fueron mentiras, fue diversión, un capricho, una ilusión. ¡Maldito seas, Zayn Malik! Agarré mi celular y con dedos rápidos escribí: “Cambiaste mi jodida vida, gracias. Gracias por desaparece también” busqué entre mis contactos su número, seleccionándolo y apretando el botón para enviarlo. Listo.

 .

-¿Me llamas cuando llegues? –Mi papá besó mi frente y asentí- No hables con desconocidos.

-No lo haré –sonreí abrazándolo, claro que igual lo haría- ¿llamaste ya a un taxi?

Era el día al fin. Aun estaba en casa rodeada de maletas, bolsos y mis padres. Me sentía bien con la idea de irme, ahora. Llevaba lo necesario pero aun sintiendo que algo en mis maletas hacía falta, pero no era eso. Si no que lo vacío o lo que faltaba por llenar no era material, más bien en mi corazón había un vacío –no pienses mas en ello- sonreí ocultando mis ganas de llorar y para mi suerte el taxista anuncio su llegada tocando la bocina.

Me despedí de mis padres, abrazándolos y llenándome de besos, apretujándome para no dejarme ir, peor ¿Por qué? Si fue su idea que fuera donde mi tía. Agarré las maletas más livianas y caminé hacia el auto, poniendo mis bolsos en el maletero para meterme en los asientos de atrás.

El vehículo emprendió marcha, y tocó la bocina a lo que se cruzaba con un colega, se detienen a cruzar palabras y me fijo en quien era el pasajero del otro auto.

Mi corazón se detuvo –que no vuelva a latir, que no lata mas- me miró con la boca abierta y buscando algo en sus ropas desesperadamente… sonó mi celular. Miré la pantalla y era él. Zayn llamando desde el otro auto. Para mi “suerte” el chofer siguió su camino, avanzando lento. Contesté.

-¿Dónde vas? –habló rápido.

-Hola ¿Qué tal tu vida?

-¡Que importa, Mandy! ¿Dónde vas? –insistió, su voz sonaba agitada, miré por la ventana trasera y pude ver su silueta en medio de la calle.

-Me voy… así como tú lo hiciste, sin avisar, pero con la diferencia de que no volveré –corté la llamada sin esperar una respuesta.

Guardé mi aparato móvil y con lágrimas en los ojos, haciéndome la idea de no volver a verlo jamás, alistándome para empezar desde cero, olvidando todo lo que pueda lastimarme, toqué el hombro del chofer para hablarle.

- Acelere, por favor –él simplemente asintió- Quiero desaparecer de aquí lo antes posible.

F I N

                                                                                                         Historia original  @SmileSool 

Changed my fuckin' life - #FanFicWhere stories live. Discover now