DOMINIK© [2]✔

Capítulo 5

Amber

No podía negar lo nerviosa que me encontraba en ese preciso momento, sus ojos se clavan en los míos con una mirada glacial y un gesto impasible en su rostro. No me acercaba a lo que se cruzaba por su cabeza en ese instante, pero me gustaría saber qué demonios se le había venido a la cabeza cuando me vio entrar a través de las metálicas puertas del ascensor. Para ser honesta, no me fijé en quien estaba adentro en el momento en que llamé el ascensor, pero jamás esperé algo como lo que me esperaba.

Entonces, de pronto, me percaté de lo que estaba apunto de confesar, sabía que cambiaría su vida cuando le hiciera saber porqué hice lo que hice. El se mantenía reacio, sin ganas de escucharme.

- La verdad es que yo...-no tenía palabras para decir lo que tenía que decir. Quería decirle la verdad, quería hacerle saber la verdadera razón por la cual le abandoné pero las palabras parecían haberse adherido a mi tráquea- Yo...tengo que decirte la razón por la cual te abandoné, Drac, yo...

- No tengo tiempo para escucharte-dice en tono gélido.

Suelto un suspiro a la vez en la que llevo unas de mis manos a mi cabeza para acomodar un mechón de cabello rebelde detrás de mi oreja. Sus ojos celestes con ese tono intenso en ellos no dejan de observarme con desprecio, disgusto, más alla del odio, me miran con decepción. Me duele saber la manera en la que se siente por mi culpa, cuando toda la culpa la tiene su maldito padre.

El me dedica una última mirada, conectando nuestras miradas por dolorosos segundos en los que siento que moriré por la tensión asfixiante en el ambiente. Lo observo alejarse con impotencia, su ancha espalda se aleja y por un momento los tres años que tenemos encima parecen no haber hecho estragos en su apariencia de chico rebelde y enigmático.

Suelto un gruñido e impacto mi puño contra la pared en forma de desesperación. Me dolía no poder decirle la verdad solamente porque teníamos que vivir bajo una maldita amenaza.

De pronto, escucho como unos aplausos resuenan en el lugar. Me giro lentamente para encontrarme con unos ojos celestes idénticos a los de Drac. La sonrisa en su rostro parece imborrable, a medida que se acerca observándome con desaire.

- ¡Amber Sullivan!-pronuncia mi nombre, saboreando cada una de las sílabas en él. Me cruzo de brazos con un dolor punzante en mis nudillos por haber golpeado la pared con anterioridad- Pensé que no serías tan estúpida en volver a aparecerte en nuestras vidas, por lo que veo, me he equivocado.

- ¿Qué quieres de mí?-le inquiero con un hilo de voz- He hecho todo lo que has dicho.

Günter se pasea frente a mí sin borrar esa maldita sonrisa de su rostro. Tiene ese aura neutral tan inquietante.

- Estuviste tan cerca de decirle la verdad, te he subestimado, creí que te importaba más como para arruinar su vida diciéndole algo que no le incumbe, señorita Sullivan.