DOMINIK© [2]✔

Capítulo 6

Amber Sullivan

Me detengo durante unos largos minutos para comprender el fenómeno que yacía en mi puerta desde hace unos minutos. Muchos son los recuerdos, no del todo buenos para ser sincera, que comienzan a invadir mi cabeza.

Christina Fernández.

La persona que solía ser mi madre hace tiempo atrás, me empuja con fuerza hacia adentro de la habitación. Todos sus movimientos la traicionan, esbozando los sentimientos que oculta en su interior, más que todo miedo. Ella se apresura en ponerle el pestillo a la puerta y asegurarse de que se encuentra bloqueada. No conforme con aparecer en mi vida tiene el descaro de secuestrarme en mi propia habitación de hotel, pero me mantengo calmada, seguro Nick no tardaría en llegar y salvarme de la demencia de la mujer frente a mi.

Sus glaciales fríos como el hielo escanean la habitación con recelo, como si tuviese mucho tiempo sin ver algún lugar común y corriente. Entonces, sus ojos se detienen en los míos, mirándome fijamente a los ojos, y puedo notar ese astibo hostil en su mirada.

- ¿Qué demonios estás haciendo aquí, Christina?-le inquiero con impetuosidad. Puedo ver la gotas de sudor que perlan su frente a pesar de que el clima en Portland suele ser frío.

- Fantasma...-tartamudea con voz trémula.

Enarco mis cejas en su dirección sin comprender en lo más mínimo a que está intentando referirse. Puedo notar su mirada perdida en el ambiente acompañado de una inestable respiración de su parte, su pecho sube y baja a un ritmo inconstante.

- Fantasma. -repite, agitando su dedo en dirección a la ventana de la habitación.

Estudio el lugar para comprobar o hacer el intento de acercarme a lo que ella intenta decir pero solo me encuentro con una habitación sencilla: una cama matrimonial, un par de sofás, el baño, un escritorio y en la ventana no parece haber nada fuera de lo ordinario.

- ¿Fantasma?

En este momento de la conversación las dudas sobre su estado de salud mental comenzaban a trepar por las paredes de mi cerebro. Por suerte, Nick no se demoró en llegar al lugar y tomar posición en el asunto, solo que la puerta continuaba bloqueada por el pestillo dorado. Aprovechando el desconcierto en el que Christina se encontraba, cruzo la habitación camino a la puerta para dejar pasar a Nick.

- ¿Te encuentras bien?-me pregunta tan pronto coloca un pie dentro de la habitación. Le hago una seña, cubriendo sus labios con mi dedo índice para que haga silencio.

Sus ojos viajan descolocados hacia la mujer que se encuentra hablándole a la ventana mientras sus extremidades son sacudidas involuntariamente.