DOMINIK© [2]✔

Capítulo 17

Amber Sullivan.

Debo admitir un par de cosas: la primera era que estaba realmente asustada por Barbara. Cuando Gabriela llamó a mi oficina para avisarme de lo que había ocurrido, simplemente enloquecí. No sabía que pensar al respecto, sólo sabía que, al igual que en todos mis problemas, Drac estaba metido en ello.

¿Por qué tiene que ser tan injusto?

¿Por qué no puede perdonarme?

Alguien golpea la puerta de la oficina, sorprendiendome por completo. Es Nick. Tenía más de una semana que no le veía, siempre está en sus improvisadas reuniones de último momento. El me observa a través de sus largas pestañas, y por alguna razón, mi estómago se revuelve.

—¿Todo en orden? —le pregunto después de aclarar mi garganta en un vago esfuerzo por hablar.

Nick extiende una sonrisa en sus labios. El olor a su perfume me produce cosquillas en la garganta, no del todo agradables. Podría estornudar en cualquier instante.

—Solo quería asegurarme de que mi futura esposa estuviese bien —replica jocoso, y no me causa ni una pizca de gracia su comentario.

¿Futura esposa de Nicholas?

Ni de chiste.

A pesar de la estabilidad que me proporciona estar en una relación con Nick, no me imagino pasar el resto de mis días junto a él. Preocupada al no saber en dónde podría estar o pasando navidades al lado de su ostentosa familia, o simplemente, no imagino una vida a su lado. Quizás en algún momento de mi vida hubiese aceptado su petición pero ahora todo es diferente. Suspiro, sé la razón y sé que Nick también la sospecha.

—¿Te encuentras bien? —le cuestiono, levantándome de la silla para quedar frente a frente con el.

Nick eleva sus cejas con una gracia latente y no me enfada su buen humor, sólo me pregunto cuál será la causa de ello.

—¿Está usted evadiendo mi propuesta, señorita Sullivan? —ataca, rodeándo el escritorio para quedar junto a mí. Mi corazón palpita pero supongo que es una reacción adversa. Nick se aventura en atrapar mis codos con sus manos e intentó forzajear para zafarme pero el bloquea todos mis intentos—. Eres tan hermosa —musita, ahuecando mi rostro entre sus grandes manos, puedo sentir el calor que emanan nuestros cuerpos al entrar en contacto. Su cálido aliento sobre mi frente, sus enormes ojos redondos clavandose en los míos. Sus labios a centímetros de los míos pero luego está él. Drac. Siempre en mi mente, pecho y alma, similar a uno de sus tantos tatuajes. Siempre allí. Siempre en mí como una eterna marca.

Razón por la cual me alejo de pronto. Nick eleva su mentón y a juzgar por la expresión que se ensancha en su rostro se que está ofendido. No pretendía hacerle sentir mal. No pretendía que todo esto ocurriera. Solo sucedió.

Quisiera poder confesarle la verdad. El merecía estar con alguien que lo quisiese de la misma manera que él, pero en su lugar, se encontró con la peor de las personas. No quería jugar con sus sentimientos, sean sinceros o no, todos merecemos ser conocedores de la verdad.

Y la verdad es que no te amo, Nick.

No siento absolutamente nada por tí. Nunca lo he hecho. Y, quizás, nunca lo haré. Pero no podía simplemente, lanzarle esa granada y esperar a lo mejor, necesito tiempo.

—Nick... —hablo después de un par de segundos en los que permanecemos en un silencio tan arrebatador que me produce escalofríos. Nick traslada sus ojos a los míos y sólo puedo ver tristeza en ellos.

—¿Todo esto es por él? —me recrimina. Su voz es áspera y profunda como si le doliese en el corazón mi actitud—. ¿Todo esto es por Dominik?