Capítulo 28

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DOMINIK.


Amber no está en la cabaña.

Sullivan desapareció.

Me llevo las manos a la cabeza, y los sonidos se vuelven aislados y lejanos a mis oídos. Miro a Joe tratando de calmarme, y luego a Robert, actuando como un verdadero padre atemorizado del paradero cruel que podría haber tenido su hija.

Un solo nombre surca mis pensamientos. Derek Hale. Él tuvo que habérsela llevado. Se ha llevado a mi hermana, y ahora se lleva a la única chica a la que he amado en mi vida. Mi corazón no para de latir con demasiada fuerza.

Joe me toma por los hombros, y me obliga a coger asiento en el murillo junto a la entrada de la cabaña. Los nubarrones grises a mí alrededor hacen que el sentimiento de miedo adentro de mi pecho se incremente a niveles inesperados.

—¡Tienes que controlarte, Dominik! ¡Esto es lo que él quiere! —me aconseja. Sus ojos marrones se incrustan sobre los míos. Y puedo ver toda la tristeza brillando en su mirada.

Admito que al principio le quería lejos de mi hermana, pero ahora me doy cuenta del error que he cometido. Ella no estaría más segura en ningún otro lugar del mundo que a su propio lado. Podía confiar plenamente en que Joe daría la vida con el propósito de mantener a Daniela a salvo.

Podía darme cuenta de ello. Por la manera en la que brillan sus ojos cuando alguien la menciona. Y en el daño que reflejó al descubrir que había sido secuestrada. Puedo entender su dolor, después de todo, no solo he perdido a Daniela, he perdido a Sullivan.

—¡Juro que lo mataré! ¡No me importa regresar a prisión si esa es la condena para evitar que siga causándole daño a las personas que más amo! —le aseguro.

Joe asiente, y oprime sus labios con notoria fuerza.

—Yo te ayudaré. Pero primero debes tranquilizarte, y pensar con la cabeza fría. —hace una pausa, en la que le echa un vistazo a la pantalla de su móvil. Tuerce el gesto al no obtener las respuestas anheladas acerca del paradero de Derek—. Lo importante ahora es encontrar a Daniela, y a Sullivan con vida.

Asiento, porque tiene lógica. En realidad, es lo único que me importa en este preciso instante. Encontrar a mi hermana, y a la mujer que más amo en la vida. Porque la amo, joder. Solo quiero tenerla entre mis brazos para siempre para evitar que la vida siga ocasionándole más dolor.

Ella ha pasado por muchas cosas, desde sufrir la supuesta muerte de su padre hasta millones de cosas más. Y me duele pensar que tal vez, si nunca hubiese aparecido en su vida, las cosas hubiesen sido diferentes para ella.

De pronto, el estruendoso sonido de un par de gritos estrangulados resuena en medio del lugar. Alzo la cabeza, y a la lejanía diviso el cuerpo tembloroso de Daniela. Sus ojos se fijan en los míos, y no demora en lanzarse entre mis brazos y romper en llanto. Mis manos se dirigen a su cráneo, y debo obligarme a parpadear para poder reaccionar.

—¡Oh, Dios mío! ¿Daniela, estás bien? ¿Te han lastimado? —trato de revisarle superficialmente, pero solo niega reiteras veces con su cabeza. Sus ojos se anclan sobre los míos, y se fuerza a retener las lágrimas.

—Me han dejado ir. Pero dudo que hagan lo mismo con Amber... Derek estaba con un revólver. Iba a matarla, estoy segura. Y Nicholas es su aliado... Yo... quise ayudarla pero casi me... —su voz se quiebra, y noto el esfuerzo que realiza en inhalar hondo y tranquilizarse.

Joe respira tras varias horas de consternación. La vida le regresa al rostro, y aunque no hace nada para acercarse a Daniela, solo no aparta su mirada de mi hermana.

DOMINIK© [2]✔Where stories live. Discover now