Capitulo 8

567 25 5
                                    

Me quedé en completo shock ahí parado como idiota por algunos segundos, con la boca abierta y una enorme erección creciendo en mis pantalones, pero con toda mi atención puesta en ella. La chica se volteó e inmediatamente reconocí su cara, era la novia de Peter. 

—¡AHHHH! ¡¿Qué demonios haces aquí?! —me gritó con una cara de horror, como si hubiera visto a un fantasma, y mientras yo estaba ahí simplemente viéndola sin mover nada ella trataba desesperadamente de cubrirse con sus brazos mientras iba a coger la toalla.

—Oh... lo siento, lo siento. Sólo pasaba por unas cosas que se me olvidaron, demonios, lo siento mucho —mentí descaradamente, tapé mis ojos con mis manos y me volteé, pero sólo para mostrarle un poco de respeto porque la verdad es que si fuera por mí me hubiera quedado viéndola, o quizás me hubiera acercado a ella, pero no quería terminar en la cárcel por acoso sexual así que sólo me volteé. Pero maldita sea, como me hubiera gustado tomar una fotografía al menos, para que ese momento no simplemente se me fuera. 

Salí de la habitación antes de que mi erección rompiera mis pantalones y antes de que la chica me dijera cosas o que Peter saliera a bailar desnudo y toda mi fantasía se fuera al demonio. Pasé por las bebidas a la habitación de Elliot y me fui al lago tratando de ocultar lo ansioso que estaba, me di un chapuzón para tratar de enfriarme un poco y también intenté pensar en otra cosa, algo que no fuera mujeres desnudas, pero nada me quitaba esa imagen de mi cabeza.

Regresé al colegio después de una hora porque los chicos comenzaban a notar que algo extraño pasaba conmigo y no tenía ganas de inventar algo, no quise ir a la habitación, no quería encontrarme a Peter y su novia teniendo relaciones, era algo que no me agrada ni pensar, por múltiples motivos. 

Me encerré en el baño que estaba en los comedores a fumar. Me encerré a fumar en un maldito baño para no ver a mi compañero feo y ñango teniendo sexo con su novia hermosa, no me había sentido tan patético nunca antes. Cerca de las 5 de la mañana decidí ir a dormir un poco, pero no fui a mi cuarto. 

—¿Harry? ¿Qué te sucede, ya viste la hora que es? —Zayn atendió la puerta sumamente ebrio.

—Déjame pasar Zayn, ocupo pasar la noche aquí —empujé a Zayn y entré. Él no me hizo más preguntas, apenas podía mantenerse en pie. 

Por la mañana en el desayuno Peter me volteaba a ver, no miento, como cada diez segundos, como queriendo descifrar lo que pensaba. Seguramente su novia ya le había contado lo que pasó anoche y el tipo me quiere golpear por ver a su novia desnuda. Tampoco es como si me diera miedo que esa cosa pequeña llamada Peter me golpeara. 

Terminé de comer y me paré de la mesa antes de quePeter pudiera decir alguna palabra, pero el se paró también y me siguió hasta la biblioteca.

—Harry... um, sobre lo sucedido anoche… —susurró sin mirarme a los ojos y retorciendo sus manos. Se notaba totalmente nervioso, quise ahorrarle algo de tortura al pobre. Era entendible su preocupación. Tenía miedo de que su novia se hubiera enamorado terriblemente de mí por verme como diez segundos. Pobrecito Peter.

—Discúlpame con tu novia ¿Está bien? Ella es tuya, hombre, y yo lo siento mucho pero debiste habernos dicho que invitarías a un chica, no es enteramente mi culpa —empecé a decir, pero intenté no cruzar miradas con él, porque sus ojos me recordaban a ella, y ya estaba jodidamente harto de tenerla en mi cabeza, por muy hermosa que fuera. 

—¿Eh? ¡Ahhhh, sí! Ella era mi novia… y sí, tienes mucha razón, yo debí avisas que estaría con alguien en la noche. Mejor olvidémonos de lo sucedido ¿Está bien? No hay problema.

Asentí con la cabeza mientras él salía de ahí casi corriendo, pero la verdad era que sería difícil para mí olvidarla. No todos los días de mi confinamiento en este infierno de hombres veía a una mujer como su novia (¿cómo fue que ese chico la consiguió? Maldita sea) bueno, no todos los días pasa, así que... no lo voy a simplemente olvidar. 

Esa noche me fui a la cama con los pensamientos un poco revueltos. Como era de esperarse, no me podía sacar de la cabeza aquel espectacular cuerpo, su cintura tan definida y el mejor trasero que he visto en mi vida, sus pechos grandes y rebotando mientras ella bailaba... me habían dado tandas ganas de ir con ella y tirármela ahí mismo, con su novio desnudo escondido en algún lado, eso no importaba... pero obviamente no iba a hacer eso. 

Podré ser cualquier cosa pero tirarse a la novia de un amigo no es de hombres y seguramente, quiero decir, obviamente Peter no consigue este tipo de chicas todos los días. Aun no sé que clase de milagro fue el que hizo que el gusano se consiguiera a mi chica, la de mi sueño. Era demasiado hermosa como para estar con él, pero quitársela definitivamente no estaba entre mis planes.

Desperté a en la madrugada, bueno, en realidad no había podido dormir por completo. Miré para todos lados, Peter se estaba moviendo mucho en su cama, como siempre tapado de pies a cabeza. De pronto se destapó completamente, se sentó en la cama y me miró, pero no era Peter, era la hermosa chica de mi sueños, la chica que vi bailando desnuda con aquel hermoso cuerpo. 

Ella clavó su mirada en mí con esos hermosos ojos verdes, se paró de la cama como si nada, completamente desnuda. Se acercó a mi cama lentamente, moviendo sus caderas de manera provocativa, quitó mi sabana y se sentó encima de mí, sin ninguna clase de pena o arrepentimiento. Acercó su cara a la mía dejando nuestros labios separados por una fina capa de aire, como si supiera que no podía esperar y me estaba volviendo loco. Sentía sus senos perfectamente contra mi pecho desnudo. 

Sabía que no debía hacerlo, pero no pude contenerme más, la tome de la nuca para acercarla aun más a mí y la besé con hambre, la besé como si no hubiera besado a nadie en toda una vida, sentí sus labios carnosos moverse sobre los míos, y luego su suave y cálida lengua saboreando mi boca, inspeccionando cada parte y empecé a seguir su juego por un rato, hasta que se separó de mi boca y bajó sus besos a mi mandíbula, mi cuello, mi pecho... y para cuando sentí sus lengua mojada recorrer mis abdominales estaba tan duro que podía romper algo. Bajé mi mano hacia su nuca, guiándola, y me dio una mirada intima antes de bajar aun más hacia donde yo quería, acarició mis piernas con delicadeza y contuve un gemido cuando sentí sus labios en...

—¡Harry, despierta! ¿Te sientes bien? —la molesta voz estúpida de Peter me despertó. Sabía que era un maldito sueño desde el principió, pero me dieron ganas de golpearlo por haber interrumpido. Estábamos tan cerca, maldita sea. 

—¿Qué jodidos quieres? —Gruñí con coraje sin abrir los ojos y apretando las sabanas.

—Eh... es que te veías muy agitado, estabas rojo y te movías mucho, pensé que tenías algo. 

—¡Obviamente tenía algo, pedazo de estúpido! Y cuando vuelva a tener algo hazme el favor de no despertarme, maldición —cubrí mi rostro con la sabana y le di la espalda al gusano, después de unos minutos escuché el sonido de la puerta, seguramente Peter había salido algo molesto. No me importaba. Traté de volver a tener el mismo sueño, pero nada pasaba. Maldije a la sanguijuela una vez más.

The Perfect PlanWhere stories live. Discover now