Capitulo 25

232 19 3
                                    

(Harry)

Tocaron la puerta fuertemente, demasiado para mi gusto y para el dolor en mi cerebro, pero al parecer mis sentidos se habían agudizado y ahora era una clase de hombre súper poderoso porque ninguno de los dos hermanos parecía escuchar la puerta, así que gemí mientras me levantaba con esfuerzo y antes de caminar a la puerta arrojé mi colcha al cuerpo inerte de Peyton, quien había decidido que ya que sabía su secreto, iba a convertirse en la cosa andante más femenina de todas y había optado por dormir con una pijama rosa y con su largo cabello por todas partes y su trasero y sus piernas y todas esas cosas.

-Buenas madrugadas -saludé con amargura cuando abrí la puerta. El sol ni siquiera había salido y ese estúpido señor con sus estúpidas gafas estaba ahí parado como si fueran las cinco de la tarde y sonriéndome como si no hubiera captado mi comentario que estaba destinado a sonar molesto.

-Buen día, señor Styles. Como quizás habrá escuchado por algunos de sus compañeros, hoy haremos una excursión a la ciudad para ver los museos y partes históricas, pero como usted está, y citaré el reporte que le dio a sus maestros: "mentalmente deficiente de momento por un trágico e inesperado accidente con una puerta de cristal que antes no estaba ahí" -citó, dándome una mirada de no mucho afecto. Sonreí recordando mi inteligente reporte y asentí para que siguiera hablando- usted se quedará aquí, solo. Así que esperamos su prudencia durante este día y esperamos que se comporte bien.

-Oh... ¿Pero me quedaré completamente solo? ¿Qué tal si necesito mis pastillas y no las puedo alcanzar? ¿O me caigo y no me puedo levantar? ¿Qué voy a hacer? ¿Esperar a que vuelvan?

-Se supone que tiene un chichón en la cabeza, señor Styles, no todo el cuerpo paralítico. Creo que lo va a lograr bien por su cuenta unas horas.

-No, yo no lo creo. La enfermera dijo que no deberían dejarme solo. ¿Por qué no deja que mi compañero Peter se quede a cuidarme? Él es como mi pequeño enfermero designado.

El señor se quedó en silencio unos segundos y luego asintió.

-Bien. Pero espero su buena conducta ¿me entiende? No quiero que suceda nada como los años pasados, señor -advirtió- que pase buen día.

-Buena madrugada -corregí- y usted también.

Cerré la puerta en su decrépito rostro y me volteé hacia Peyton sin poder ocultar una amplia sonrisa en mi rostro y una considerable cantidad de pensamientos pervertidos que implicaban a Peyton y a mi persona con escasez de ropa y no siendo precisamente "prudentes". Ella ya estaba despierta y mirándome raro.

-¿Tienes algún problema Harry?

-No, ninguno ¿Por?

-Luces demasiado feliz para alguien que pasará todo el día solo y sufre de una contusión potencialmente peligrosa en el cerebro.

-Nada de eso, resulta que mi querido compañero, o como recientemente decidí llamarle: "mi monito pervertido" se ofreció de buen corazón a cuidarme el día de hoy mientras todos van de excursión, y el señor Albóndiga resulto estar de acuerdo con ello -sonreí ampliamente mientras ella entrecerraba los ojos y se acercaba hacia mi con su nada amenazador puño en alto, y yo no pude evitar soltar una risa

-¡Como te atreves, grandísimo aborto de mono! -gritó con su voz chillona y el color rojo invadió su rostro- llevo encerrada en este estúpido lugar lleno de neandertales más de tres meses y te atreves a decidir que yo me quedaré aquí a cuidar de tu inservible trasero. Eres increíble -soltó todo eso rápido, alto, y luciendo tan molesta que no resistí reírme aun más fuerte. No lo lamentaba en lo absoluto. -Me alegro que te perezca divertido, porque no tendrás esa maldita sonrisa en tu fea cara cuando terminé contigo -amenazó y respiró profundamente, como conteniendo su furia. Tuve que ahogar mi risa.

The Perfect PlanWhere stories live. Discover now