Capitulo 21

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Caminé con furia y con sueño por varios minutos sin darme cuenta hacia donde iba. Quería olvidar esa estupidez que hice de besar a Peyton, quien de alguna manera pensaba que yo era tan estúpido que no me había dado cuenta aun que era mujer. Me dirigí hacia el patio para ver si con la lluvia lograba bajarme la calentura un poco, o el enojo, o la frustración, o el sueño. La puerta estaba abierta así que pude contemplar la lluvia cayendo mas fuerte que nunca.

Caminé decidió hacia afuera, no me importaba mojarme. Y entonces, cuando menos lo esperaba, la vida me dio un golpe. O más bien dicho, me estrellé con un cristal misterioso que al parecer salió de la nada. Me quedé con la cara totalmente pegada al cristal mientras mi cabeza procesaba que ahora ahí se encontraba una puerta de vidrio. Demonios, ¿porque esto siempre me pasa a mí? ¿Por qué, justo cuando estoy quejándome de que alguien piensa que estoy estúpido? ¿Por qué no le avisan a la gente que de repente pusieron una puerta de cristal?

Me despegué con odio y parpadeé un par de veces sin sentir el lado derecho de mi cara. Me senté en una banca tocando mi cara que dolía como mil demonios, en especial en la ceja.

¿Había algún hueso importante que se pudiera romper ahí?

No se cuanto tiempo estuve solamente sentado ahí perdiendo el tiempo y sufriendo en silencio, cuando de la nada vi a Peyton caminando con pesadez hacia la puerta, hablando consigo mismo, pareciendo realmente enojada. Se acercó con seguridad a ella y en un acto de máxima inteligencia abrió el cristal misterioso, cosa que claramente yo no hice, y salió hacia el bosque.

Demostrando total valentía me acerqué al cristal misterioso y lo abrí. Me adentré en el bosque en busca de Peyton lo mas rápido que la lluvia y la obscuridad me lo permitieron.

-¡Peyton! -grité, y la maldita no me contestó, como si yo tuviera todo el tiempo del mundo para que la hiciera de damisela en peligro bajo la lluvia. Alguien la podía ver, y luego correrla y luego mi vida no sería igual sin esa persona que me hizo gay por varias semanas. Ella volteó hacia mí y soltó un quejido inconforme. -¡Detente, maldita sea!

-Déjame en paz. -Gritó y apresuró el paso.

Una mujer normal me hubiera seguido besando en la cama, pero ella no, ella tenía que correrme del cuarto y salir corriendo como una loca como si fuera muy divertido estar mojándose bajo la lluvia. Tomé aire, decidido, y corrí con todas mis fuerzas hacia ella. La tomé de la cintura aunque se opusiera a ello y la cargué para ponerla sobre mi hombro. Ella no se dejaba de mover como lombriz y el lodo resbaloso no me lo ponía muy fácil tampoco.

Después de deambular sin equilibrio menos de un metro ella me pegó un rodillazo en el estomago y se movió bruscamente, haciéndome caer sobre el lodo con ella arriba de mí.

-Mira lo que hiciste, idiota.-Gritó enfurecida, como si fuera mi culpa, bajándose de mi cuerpo y llenándose de lodo igual que yo.

-Como si yo tuviera la puta culpa. Tú fuiste la que no dejaba de moverse como lombriz en apareamiento.

-Pero tú fuiste el idiota que me siguió cuando claramente no quería ser seguida.

-Y tú eres la que anda vagando por la escuela vestida de mujer.

-No estoy vestida de mujer. Por si tu lento cerebro no se ha dado cuenta, ¡SOY UNA MUJER!

-Sí, de eso ya me había dado cuenta desde hace mucho tiempo, inteligente.

-¿Y por qué rayos no me dijiste?

-¿Y por qué rayos no nos metemos?

-Porque eres un idiota. Por eso -me levanté ignorando sus palabras. La tomé con fuerza del brazo, llevándola de vuelta dentro del edificio e ignorando todas sus maldiciones.

-Suéltame, yo puedo caminar sola.-Dijo cuando ya estábamos dentro.

-Pues camina de vuelta a la habitación. -ordené, como el macho dominante que ahora estaba seguro que era. Y sí, por si se lo preguntan, es demasiado gratificante saber que no era maricón después de todo.

-¿Para qué? ¿Para despertar a Ashton hecho un ogro de nuevo? No creo que quieras enojarlo aun mas.

-¿Y qué? ¿Pretendes quedarte con esta mierda encima?

-Agh, pero no seas tan idiota,Harry. Vamos a las duchas.

Se encaminó a las duchas a toda velocidad dejándome atrás con el cristal misterioso en la obscuridad. La seguí como un perro, tocando mi rostro aun sin poder recobrar por completo la sensibilidad. Ella abrió la primera ducha que se topó, sin preocuparse en cerrar alguna puerta o algo, porque todas eran continuas sin nada que las separara.

-Wow, wow, ¿Qué crees que haces Harry? -preguntó luciendo incrédula cuando me empecé a quitar la camisa sensualmente como siempre en la ducha enseguida a la de ella.

-Mmm, quitarme esta suciedad de encima, ¿tú qué crees?

-Yo creo que mejor me esperas afuera.

-Por favor, Peyton, no es como si yo tuviera alguna intención de ver tu cuerpo. No te creas tan especial. -mentí y traté de no voltear tan descaradamente hacia su cuerpo perfecto todo mojado.

-Ahhhh, claro, olvidé que eres gay y sólo te interesa Peter -bromeó, y ya no me importó que pensara que la quería ver. Volteé y la fulmine con la mirada, porque nadie además de mí mismo podía dudar de mi sexualidad.

-No seas idiota, he estado actuando así solo porque ya sé desde hace tiempo que eres mujer -admití. Ella me miró con la boca abierta.

-¿Cómo te enteraste? -preguntó tímida. Ja, ahora no eres una perra arrogante ¿cierto?

-Usando mi inteligencia superior y razonamiento lógico, obviamente. Ningún hombre tiene ese trasero... y créeme que lo he estado viendo mucho.

-En conclusión, fue tu calentura la que te hizo darte cuenta. -la fulminé con la mirada y ella sonrió de una manera adorable.- Vamos, ambos sabemos que no posees ninguna inteligencia superior ni razonamiento lógico.

-Tú solo te sientes inferior a toda mi superioridad y no lo quieres aceptar...

-Como sea. -puso los ojos en blanco. -Ya dime como te enteraste.

-... bueno, un día te escuché en el baño hablando con Ashton y colocándote tu venda para los senos. Pero ya me gustabas desde antes, desde que te besé por primera vez. -me encogí de hombros y pasé el jabón por mi pecho- y creo que amarrar tus senos de esa manera es crueldad contra algo hermoso, y no deberías hacerlo... o, si lo prefieres, yo me ofrezco como voluntario para masajearlos después de tal tortura.

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AMO A HARRY JAJAJAJAJAJAJA!!!
Vidrio misterioso jajajajajaja

Aquí esta el último capítulo del maratón espero que les haya gustado chicas

The Perfect PlanWhere stories live. Discover now