Prohibido Apostar +18

Capítulo nueve

Su celular sonó y suspiró cuando vio que se trataba de Collins.

— ¿Ahora qué sucede? — Cuestionó terminando de poner el agua para cocer las verduras, pocos sabían que contaba con algunas cualidades culinarias que había heredado de su madre.

—Ivanna ha encontrado el trozo de papel en donde escribí los puntos de la apuesta... — gruñó por lo bajo, dejando un cuchillo sobre la tabla en la que había cortado los vegetales.

— ¡¿Si quiera puedes hacer algo bien Collins?! ¡Te dije que te deshicieras de ella!

—Lo siento— musitó, James estaba a punto de interrumpir, pero él comenzó a hablar.

— ¿Qué se supone que vas hacer ahora? — Respiró hondo mientras frotaba su cuello. Solo pedía un poco de paciencia para poder lidiar con las torpezas de su amigo porque la de él estaba llegando a su límite—. No tolerare que ella se meta con Jessica por esa jodida lista que te pedí quemaras.

— ¿Quieres despejarte un poco?

— ¡No necesito despejarme! — Anunció cabreado porque sentía que las cosas podían irse al carajo con Ivanna sabiéndolo dado que estaba seguro de que ella contaría una versión retorcida si decidía molestar a su novia—. Jessica no es ninguna apuesta para mí. Tú eres el jodido imbécil que me metió en este estúpido mal entendido.

—Y soy el jodido imbécil que dejó perder una Harley porque su jodido amigo se enamoró en cuestión de segundos. Que poco aguante, consideraba que ibas a tardar unos tres meses, pero tú la viste y todo en ti se volvió color rosa. Maldita bruma del deseo, te asfixió por completo.

—Pensé que te había quedado claro que yo no iba a entrar en tu juego— habló con el ceño fruncido, ignorando todo su parloteo.

—Hombre, la moto nunca me interesó— le aclaró con tono divertido—. Realmente nunca subí la apuesta en el blog de la escuela. Solo había hecho la lista para fastidiarte un poco.

>>Quería divertirme siendo algo como tu cupido personal— anunció y James puso los ojos en blanco—. Jessica me agrada, por lo que no nos lanzaremos mierda entre nosotros. Lo mejor será que yo encuentre una solución.

— ¡¿Hay algo mal contigo Collins?! ¿Por qué siempre haces que quiera golpearte? ¡Mierda! ¡Yo quiero estampar mis puños en ti en este mismo momento!

Le aseguró con sinceridad, pidiendo entender cómo le hacía para siempre liarlo con la palabra problemas.

—Oye, no seas grosero conmigo. Entiendo que la mayoría de las veces hago cosas imprudentes— dijo de lo más tranquilo—. El trato es este, yo evito que Jessica se entere...

— ¡A la mierda contigo y tu jodido trato! ¡Es que ella no debe enterarse de algo en lo que no me involucré!

>>No hay pruebas de que lo que he sentido por ella sea parte de la invención de un juego de alguien que solo quería ser un puto cupido. Lo que si te digo es que si tu prima va y lo jode, con sus ideas retorcidas, prometo que seré yo quien te castre.

Terminó sintiendo sus mejillas calentarse de lo cabreado que lo ponía su amigo. César no dijo nada, pero no pudo evitar reír ante la manera en la que James le había hablado.

—James ha perdido la cabeza por una chica— canturreó divertido.

—Collins, solo arréglalo y deja de darme dolores en el culo— pidió cerrando los ojos—. Ella realmente me gusta. Le he dado mi corazón porque me encanta.

— ¡Mierda! Tú estás jodidamente enamorado— le aseguró sin esperar respuesta—. De acuerdo, yo puedo intentar hacer las cosas bien de ahora en adelante. Seré el bendito ángel que toque el arpa.