Capítulo veinte

8.7K 424 15
                                    

—Jessica sabe que se te mueve el culo en el tutú— lo miró divertido.

Hacía mucho tiempo que no se presentaba a sus clases de baile. Reconocía que en esos últimos meses pasar tiempo con Jessica era su único interés, pero extrañaba su rutina y bailar era algo que amaba.

— ¿Son tus sutiles palabras para decir que estoy practicando solo baile contemporáneo? — Cuestionó poniendo los ojos en blanco.

—Son mis magníficas palabras para decir que quiero ver tu culo saltarín en el ballet ruso. Se rumorea que otorgarán becas para la Academia de Ballet Bolshoi, pero no importa si sigues insistiendo con audicionar para Brent Street, de igual forma esperaré verte con el trasero emplumado interpretando algún papel del Lago de los Cisnes.

James no pudo evitar reír. Ciertamente era una noticia que le había emocionado, incluso su madre le había aconsejado asistir a las audiciones. Desde luego que lo consideró cuando la señorita Ivanova le mostró las bases para obtener la beca, era un chico que había practicado ballet desde los cinco años y que en su momento esperó encontrarse en las mejores presentaciones de danza clásica a nivel mundial, puesto a que era algo que parecía pertenecer a lo que quería para su futuro.

—No sé si lo has notado, pero dejé el ballet atrás, solo me dedico a bailar por distracción y porque es algo que me entretiene.

—Bueno, la atractiva Jessica te ha de dar otro tipo de entretenimiento porque hace dos meses que no estabas bailando— le recordó sonriendo de manera que Thomson supo que en su cabeza aquello adquiría un significado diferente.

>>Así que estoy muy seguro de que tú y ella no hacen otra cosa que no sea manosearse sus cositas y besarse sus boquitas.

— ¡Eres un jodido asco! ¿Por qué tienes que ser tan pervertido?

James rodó los ojos comenzando a escuchar los murmullos de las bailarinas acompañados de suspiros mientras salían complacidas de su clase con el profesor Lombardo, un hombre italiano del que todos en la academia hablaban maravillas, por la mezcla francesa y rusa de su técnica.

Minutos después Nicole los miró emocionada ubicándose frente a ellos, captando por completo la atención de su novio. Este se volvió desbordando fascinación por la chica, tan asombroso que su amigo pudo intuir que él ya había perdido la cabeza. César pasó saliva con dificultad y el pulso de ella enloqueció. Permanecieron ahí unos minutos contemplándose y James desvió la mirada incomodo, notando la explosión de sus emociones.

—Malditamente hay algo que se emociona en mí cuando te veo con ese leotardo ajustado a tu cuerpo— el joven la observó detenidamente, arrastrando con lentitud su mirada.

— ¿El amiguito Collins? — Preguntó mostrando una sonrisa coqueta que él no tardó en responder.

—Y yo que estaba pensando en mi corazón, porque es algo que late muy rápido por ti, pero no voy a fingir que mi pene no se excita cuando...

—Cuando estén solos podrán divagar de las reacciones que ocasiona en tu cuerpo— comenzó James interrumpiendo las palabras de su amigo. Él rio aparentemente divertido—, por el momento me siento satisfecho de saber que las cosas entre ustedes dos funcionan a la perfección.

—Eres un jodido aguafiestas. Esto es como dejarme con las ganas— siseó César, pero la chica se inclinó dejando un intenso beso sobre sus labios que duró largos segundos. James, sin remedio, vagó su vista por el lugar al tiempo que escuchaba las respiraciones agitadas de la pareja.

—Quiero que seas mi compañero para la audición de la beca— le pidió entusiasmada una vez que se alejó de la boca de su novio, el joven se quejó escondiendo su rostro en la curvatura de su cuello y ella percibió una profunda necesidad al sentir la punta de su lengua sobre su piel. Realmente debía detenerse si quería mantener sus bragas intactas—, pero no sé si esté entre tus planes.

Prohibido Apostar +18Where stories live. Discover now