Cada vez más cerca

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Segundo capi jijiji. Como ya les dije, ¡gracias por todas estas lecturas! ¿Saben?, jamás creí que Revenge sería un proyecto así. Sólo fue una idea y como vi que empezó a gustar, no podía dejaos con la intriga jajshajk. Lo sé, debéis amarme. 

No les quito más tiempo. Espero os guste el capítulo<3.

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Llegamos al hotel y me visto. Ya está oscuro, y el aire de Boston es cálido. Supe que vive aquí gracias a una hermosa red social llamada Facebook. La gente es lo suficientemente idiota como para aceptar a cualquiera con un rostro decente. No saben una ley importante en esta vida: Jamás confíes en un rostro bonito.

Me siento más tranquila de lo que estuve horas atrás. Ya no estoy a punto de un colapso nervioso. Siento que ya no estamos en peligro, que ya no nos atraparan, al menos hasta que acabemos con Heyly. Lo que me recuerda…

—¿Nath? —le digo, mientras él nos registra.

Se ve tan tierno llenado la planilla, con su ceño fruncido mientas muerde su labio inferior.

—¿Sí? —Responde, sin despegar la vista de la hoja.

—Debo preguntarte algo importante.

Estoy a punto de cometer un error al preguntarle, pues la atención de la recepcionista de fija en nosotros, al pendiente de cualquier tema del cual cuchichear con los demás empleados a la hora de la comida.

—Nada. Te pregunto cuando estemos en privado —le lanzo una mirada matadora a la mujer, quien la corre de inmediato.

Él asiente y continúa con lo suyo.

Una vez acaba, subimos en el ascensor, y aprovecho que no hay nadie. Lo abrazo y él besa mi frente. Con mucho esfuerzo, rompo el abrazo y lo miro fijamente.

—Nathan, ¿por qué quieres ayudarme? Digo, Heyly fue tu novia casi toda la secundaria…

Él aprieta la mandíbula y se separa del todo de mí, cosa que siento como un golpe en el estómago. Aprieta los puños a los costados, y casi puedo escuchar sus dientes chirrear desde donde estoy.

—Te lo contaré en la habitación. —Escupe, y se queda en silencio.

Al momento en que el ascensor se abre en nuestro piso, me siento aliviada al no haber perdido los nervios. Él destranca la puerta y la mantiene abierta para mí. A pesar de que luce molesto, es un caballero total.

Hemos pagado por una lujosa suite, que es más un apartamento que una habitación de hotel. Tiene todo: dos cuartos, dos baños, una cocina y una salita con un sillón blanco. Nathan señala este último.

—Siéntate —me ordena.

Le hago caso y me siento en silencio. Él hace lo mismo y resopla. Mira hacia la pared, aunque sé que está a miles de kilómetros de aquí.

—Jazz, la vida de un popular tampoco es demasiado sencilla. Hay más que lujos y amistades, ¿lo sabías? Heyly hizo de mi vida un infierno, así como hizo con la tuya. Cada día era más una extorsión que nada. «O haces esto o volverás al fondo». Ella incluso tenía fotografías mías mientras me duchaba. Mi reputación era importante para mí en ese entonces. Una de las cosas que me obligaba a hacer era molestarte. Y me odié mi vida entera por ello. Y a ella también. Además que me engañó un par de veces. —No podía esperar algo mejor de Heyly, sin dudas—. Jamás la quise —afirma—. Al menos, no como te quiero a ti.

Lo miro a los ojos, que están azul oscuro. He aprendido a leer sus emociones a través de los ojos. Cuando son verdes o azules claros, es buen momento. En este momento, están oscuros como el mar.

Revenge©.Where stories live. Discover now