Un pequeño descanso

5.6K 252 26
                                    

Miami. Es un lugar perfecto para descansar, ya que estamos asesinando con demasiada frecuencia y podríamos ser descubiertos por un pequeño error.

Asesinar cansa tanto físico, mental y psicológicamente. Debes estar preparado para asesinar y tu cerebro debe procesar la información de que le quitaste la vida a alguien similar a ti. Puede ser peligroso no tomar un pequeño descanso, aunque sea de una semana.

En el momento en que entramos al hotel, me siento como una turista más, como si verdaderamente estuviera de vacaciones. Pero debo recordarme que, cuanto antes acabe con las que me quedan, antes llegaré a mi objetivo: Heyly.

Nathan nos ingresa y de inmediato subimos a la habitación, impacientes por ir a la playa y estar un tiempo libres de preocupaciones y planes de venganza.

Guardamos la ropa en el armario de la habitación. Nathan entra al baño a colocarse el traje de baño, mientras yo me quedo fuera de esta, colocándome el mío.

Me desprendo de la camisa sudada. Mi cuerpo no está acostumbrado a tanto calor. Me despojo con rapidez de toda la ropa. Me coloco la parte de abajo, y justo en el momento en que me vuelvo hacia la cama, donde se haya la parte de arriba, Nathan sale del baño, y mantiene su mirada fija en mi pecho desnudo.

Abro los ojos como platos y me quedo en shock por un segundo. Luego, chillo y cruzo mis brazos sobre mi pecho y le doy la espalda, sonrojada hasta el máximo.

—¡Lo siento, lo siento, lo siento! —dice con rapidez, notoriamente apenado.

—¡Debiste avisarme que ibas a salir del baño! —estoy al borde de las lágrimas.

Jamás me ha gustado demasiado mi cuerpo. No combina. Tengo un pequeño trasero junto a un par de grande pechos. Desentona por completo.

—Lo lamento, Jazzie —murmura, y casi puedo escucharlo bajar la mirada y sonrojarse.

—N-no importa. Sólo, entra nuevamente al baño mientras me termino de alistar. —Oigo sus pisadas descalzas y cuando oigo la puerta del baño chirrear, grito—: ¡Y avisa cuando vayas a salir!

Escucho su risa-resoplido.

Me coloco rápidamente la parte de arriba, temiendo que entre nuevamente.

Sé que me comporto como una adolescente y no como una adulta, pero simplemente, siento pudor de que me vean desnuda, y más si se trata de un hombre. Y sí, es mi novio, pero de todas maneras, no deja de darme pena.

Me coloco un vestido suelto y un par de sandalias, lista para ir a la playa.

—Lista —le anuncio.

Él sale del baño con los ojos cubiertos por las manos, tan sonrojado que bien podría hacerse pasar por un tomate.

—¿Estás completamente vestida? —pregunta, sonriendo.

—Sí. Y quita esa sonrisa tan pervertida de tu rosto. ¡Ahora! —le exijo, sonando como una niña.

—Vale. —Él coloca una falsa cara de seriedad, apretando los labios para no reír—. Vamos ya —agrava la voz, y me parto de risa.

Y luego de muchos intentos por contenerse, Nathan ríe conmigo.

—Vale, vamos.

Me abraza, me toma de las pantorrillas y me alza sobre su hombro como una almohada.

—¡Bájame ya! —chillo riendo.

—Nope.

—¡Nathan!

—Nop.

—¡Para, me voy a matar! —río descontroladamente, sintiéndome como una niña.

Debo admitir que jamás me ha gustado que me alcen de esta manera. Pienso que me resbalaré del hombro de quien me carga y clavaré la frente en el suelo. Afortunadamente, jamás ha ocurrido.

Revenge©.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora