01 || KINTSUGI: "Mi alfa" || YM || ~Mila

01 🍁 La familia del omega.

—¡Despierten, sabandijas! ¡El desayuno está listo! —La puerta de su cuarto se abrió y Jiminnie se sentó de golpe, fingiendo que se había despertado desde hace ya un rato—. Minnie, hoy vas a la otra preparatoria y no quiero que llegues tarde, ¿entendido?

—Yaa, Nana, ya casi estoy listo —murmuró él con un quejido, como si no tuviera todavía el rastro de saliva en los labios. 

La mujer esperó en el lugar, a sabiendas que Jimin necesitaba ser vigilado para no colapsar de nuevo contra el colchón. Así, escapando del revoltijo de sábanas, Jimin se terminó de acercar a la mujer y recibió un sonoro beso de buenos días en su frente. Al obtenerlo envió las manos sus ojos, riéndose mientras arrastraba los pies hasta el baño. 

El adolescente, aun cuando estaba a solo unas cuantas semanas de cumplir sus dieciocho años, rebosaba una dulzura inexplicable.

La beta que le había despertado se miró en el espejo del pasillo y continuó comportándose como un reloj despertador con las siguientes habitaciones, que no eran pocas. 

Jimin salió del baño y volvió a su cuarto, vistiéndose rápidamente. Peinó su cabello rosa con su mano mientras bajaba las escaleras, casi tropezando cuando los gemelos de la casa pasaron corriendo por su lado.

Un grito le hizo dar un respingo.

—¡No corran por los pasillos, par de garrapatas bochincheras! —Uno de los alfas que vivía bajo el mismo techo que él, sobreviviente de un reciente primer celo, bajó la escalera a la siga del pelirosa, gruñendo a los dos infantes que ni siquiera se habían girado a prestarle atención—. Oh, Jimin-ssi, ¿también se te pegaron las sábanas?

—Buenos días, Kookie. ¿Dormiste bien?

—En realidad apenas dormí. Me quedé jugando videojuegos hasta las 3 —contestó con una sonrisa cansina, avanzando hacia la espaciada sala de estar acompañado del omega adormilado—. Hoy irás a mi preparatoria, ¿no? —Jimin asintió, apretando los labios—. No estés nervioso, sólo estarás el resto que queda del año. Ya después podrás olvidarte de todo.

—Ese es el problema —murmuró el omega—. Estamos a mitad de año, todos ya tienen a sus amigos. Yo con suerte logro hacerme amistades con alguien en un año completo, ¿qué haré con cinco o seis meses?      

—Estudiar.

—Qué reconfortante —bufó.

El alfa se rio.

—Buenos días, Jin —saludó Jungkook, avanzando hacia el beta de cabello oscuro con expresión interesada, sonriente cuando notó la comida—. Quiero quiero quiero —Seokjin lo detuvo con la mano antes de que se acercara completamente. Luego de que el cucharón llegara a su nariz y pasara por la prueba del olor, se lo mostró—. Yes. Ah~

Jungkook probó una cuchara del caldo y luego de un segundo asintió, levantando su pulgar.

Jimin se acercó al taburete, riéndose al ver como Minho, el menor de la casa al haber cumplido recientemente los dos años, rayaba el rostro de un Namjoon durmiendo sobre la mesada. Una línea de baba se formaba de sus labios hasta uno de sus brazos y los ronquidos que soltaba ni inmutaban al pequeño y su travesura. Por parte de Jimin sólo recibió una caricia en el cabello.

—Minnie —El mencionado miró a la pequeña Yon acercándose a él con una liga de cabello y el uniforme de la secundaria a medio acomodar—, ¿me ayudas con mi peinado? Ya estoy atrasada.

Jimin escuchó la carcajada de los dos niños llegar pronto a un fin, ambos calmándose ante el aroma del desayuno. Yon se sentó en el taburete a su lado y, ambos atentos a la bulliciosa mañana, sonrieron cuando de pronto notaron Namjoon irguiéndose y aceptando comer el cereal que Nana le ofrecía.