❝ Cuando un alfa rechaza a su omega, cientos de situaciones son desencadenadas.❞
❄ Primera parte de dos, incluye los dos primeros arcos de la historia.
🌺 Trama policial / thriller
🌿 YoonMin // Omegaverse
🍁 Drama, romance, angst, happy...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Yoongi había visto su cuerpo desnudo cada día durante la última semana. Había envidiado el agua de la ducha por recorrer su piel, ahí justo frente a él. Había pasado tantos días admirando su figura a una distancia prudente, tantos días controlando sus impulsos de recorrer y saborear cada tramo de su cuerpo.
Ahora finalmente podía.
Ahora finalmente podía y quería subir una montaña sólo para demostrarle a su omega lo que valía. Que a pesar de que nunca podría remendar por completo cada cicatriz, estaba dispuesto a besarlas cada noche por el resto de sus vidas.
"Yoongi".
Yoongi se lamió los labios, volviendo poco a poco a escuchar su respiración. Sintió la piel caliente de Jimin contra sus labios, y la aspereza de su ropa bajo sus manos. Un segundo después, soltó los gruesos muslos que rodeaban su cintura y permitió que su omega volviera a afirmarse sobre sus propios pies.
—¿Yoongi? —Jimin volvió a llamarle, consternado por la repentina pausa. Sus mejillas sonrojadas y la respiración pesada. Afirmó sus dedos en la mejilla del alfa para acariciarle con ternura—. ¿Pasa algo?
Yoongi inhaló profundo, cerrando los ojos antes de apoyar las manos en la pared, a cada lado del cuerpecito tibio de su pareja.
—Sólo estoy intentando calmarme —le respondió con tono ronco, como si se le pudiera escapar el corazón por la boca.
Si no se hubiera obligado a detenerse, si no se hubiera alejado de su cuello, posiblemente su lobo hubiera terminado más presente que él mismo y ya al menos uno de los dos estaría en ese pasillo sin ropa. Jimin, si con su alfa compartían las mismas prioridades.
—Ese lobo tuyo —Jimin le habló sobre los labios. El omega le miraba con toda la intención del mundo—. No lo alejes de mí. Sólo me está invitando a jugar.
—Dudo que sólo quiera jugar...
Jimin apretó los labios en una sonrisa, de pronto un poco avergonzado. Yoongi cubrió sus manos bajo las suyas, separando una de ellas de su mejilla para besarle la palma en un gesto cariñoso. Luego le volvió a mirar.
No habían cruzado aún hasta la habitación. Seguían a la orilla del pasillo, casi bajo el marco de la entrada. Jimin volvió a inclinar la cabeza hacia un lado, echando otro vistazo a la luna que brillaba detrás de los ventanales y sobre la ciudad que parecía lejana. Grande y brillante, como si estuviera tan aliviada como él lo estaba de estar finalmente ahí. En manos de su alfa. Entre sus brazos.
—Sabes que confío en ti, ¿verdad? —murmuró el menor, volviendo a conectar su mirada con la de Yoongi. Él se irguió un poco más, y el pecho de Jimin cosquilleó de ternura cuando vio los ojos de su alfa brillar con una preciosa emoción—. Confío en ti con todo mi corazón. Y ahora te quiero. Te quiero tanto. Nunca he estado tan seguro de algo en mi vida, Yoongi.
