❝ Cuando un alfa rechaza a su omega, cientos de situaciones son desencadenadas.❞
❄ Primera parte de dos, incluye los dos primeros arcos de la historia.
🌺 Trama policial / thriller
🌿 YoonMin // Omegaverse
🍁 Drama, romance, angst, happy...
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La noche caía sobre la residencia suavemente, como oscuridad abrazando la única llama de luz sobreviviente en el bosque. El murmullo de una melodía crecía en la sala principal, entibiando el aire como el calor que transmitía la chimenea desde el otro lado de la casa. Ahí, en la zona donde la cocina junto al comedor y la sala de estar principal se mezclaban, tres de los residentes esperaban la hora de la cena.
Jaebum había bajado de su siesta de la tarde —siesta que lo dejó inconsciente cerca de seis horas— cuando escuchó una camioneta llegar. Supuso que Yoongi y el otro bufón de Hoseok habían llegado, y no tardó en comenzar a extrañar desde ya las horas de sueño que le serían arrebatadas.
Cuando bajó y decidió comenzar a preparar la cena le llamó la atención la falta de presencia de Yoongi y la ausencia de Jimin. Ni siquiera quiso pensar en ello más de la cuenta.
Hoseok había decidido llegar a la residencia sólo para acurrucarse con su omega en cuanto pudiera, pero ya que Jaebum estaba cocinando y le había pedido ayuda prácticamente de buena manera, se dio el tiempo de dejar a Taehyung viendo Mulan sin su compañía y arregló la mesa para los que estuvieran dispuestos a compartir la comida.
—Creí que el mugroso no había vuelto contigo —comentó Jaebum—, pero acabo de sentir una pizca de su molesto aroma. ¿Dónde lo dejaste, Hoseok? Me asusta no tenerlo en la mira.
El pelicastaño alzó la ceja sin llegar a mirar al otro alfa, sacando cuidadosamente los platos de los estantes bajos.
—¿Ahora le tienes apodo?
—Él me llama sarnoso todo el tiempo, tengo el derecho de descargar también mi desprecio —mencionó en voz baja, reprochando.
Hoseok dejó ir una risita entre dientes, para después encogerse de hombros. —Venía agotado, para ahora debe estar en su quinto sueño. ¿Por qué? ¿Ya lo echas de menos?
Jaebum le echó un vago vistazo.
—Por supuesto, dormir tranquilo se me ha hecho terriblemente desolador.
Hobi mostró una encantadora sonrisa despistada. Suspirando con una mueca relajada en el rostro, dejó a Jaebum con su cocina y, con platos en mano, dio los pasos hasta el comedor. O al menos estaba en eso cuando un par de voces comenzaron a alzarse en algún rincón de la vivienda.
Curioso, Taehyung se irguió en el sillón y echó un vistazo hacia atrás, donde Jaebum y Hoseok se miraban intrigados, pausando progresivamente sus movimientos en busca de un mejor audio en la conversación.
Casi a la salida del baño, cruzando la oscuridad que provocaba la separación entre la pared de la cocina y los ventanales, dos personas se miraban frente a frente. La zona central de la residencia usualmente se cubría de una mezcla entre el suave celeste del resplandor de la luna y un suave anaranjado parpadeante proveniente de la chimenea, por lo que, incluso cuando no encendían las luces por la noche, el abierto lugar siempre permanecía iluminado.
