01 || KINTSUGI: "Mi alfa" || YM || ~Mila

16.5 ❄ About Loneliness.

Últimamente, ha estado intentando sonreír por sobre su verdadero estado de ánimo.

Desde que descubrió a los gemelos intentando prepararle un pastel de chocolate para hacerle recuperar su sonrisa, comenzó a esforzarse por mostrarse más feliz. Al menos frente a ellos. Al menos frente a su familia.

Taehyung, en cambio, se lo perdonaba. 

No preguntaba mucho acerca de su vida personal. Solo unas cuantas preguntas básicas, de esto y aquello, nada más para asegurarse que estuviera bien. Jimin siempre le decía que sí, que estaba saludable, y porque siempre le decía que sí, decidió no contarle acerca de la consulta al médico que tuvo hace dos semanas. 

Se supone que la gente sana no va al hospital.

—Creo que comenzará a llover. Jimin-ah, ¿nos vamos a casa ya?

—Un momento más, Tae.

No quería volver a casa.

Cada día le costaba más fingir que no pasaba nada, y necesitaba este momento. Un pequeño momento más para poder ser sincero consigo mismo.

—Vale, nos quedaremos un ratito más.

Taehyung siempre parecía escuchar, incluso cuando no tenía nada que decir. Escuchaba sus silencios, a pesar de la duración que han comenzado a adquirir desde la última vez que vio a Yoongi. 

Desde la última vez que lo escuchó declarar su amor a Yonhee.

Jimin ya no sabía qué pensar.

Y ya estaba tan agotado...

—¡Ahh! Corre, corre, corre. ¡Nos vamos a mojar! —Taehyung se carcajeó, avanzando por las calles con su mano sobre la cabeza y tirando siempre de él—. Por acá, mira.

Jimin soltó una risita cuando le vio sacudir el cabello como perro mojado al entrar a la lavandería. Eran casi las cinco así que no tardaría mucho en comenzar a oscurecer, aunque la lluvia de todos modos ya les había nublado un poco el día.

—Una tormenta —murmuró, viendo por el vidrio las nubes oscuras y el viento brusco.

—Aquí, dame tu sudadera. La secaremos y esperaremos a que la lluvia se detenga un poco. Yo pago, Jimin-ah. Ni te atrevas a tocar tus bolsillos.

Se habían pasado la tarde completa en una plaza. Taehyung quería sacar algunas fotografías y había terminado sacando a Jimin a rastras para que le acompañara. Jimin sabía que eran excusas y que sólo estaba intentando distraerlo de su pobre comportamiento, por eso siempre le seguía a todas sus ocurrencias. Especialmente esos días de fines de semanas.

De pronto vio un flash.

Taehyung le miraba con una sonrisita desde un costado.

—Mira qué lindo has salido.

Jimin suspiró cuando vio la fotografía. —Ah, borra eso, Tae. Me pillaste con la guardia baja.

—Y así mismo te ves bonito. 

Jimin, sentado sobre una lavadora, volvió a dejar caer la mirada al suelo.

Echaba de menos a Yoongi.

Después de casi dos semanas desde la última vez que se vieron, después de haberle dejado con tan inmensa duda...

Le dolía tanto echarle de menos.

¿Cómo es posible que, aun cuando su propia madre lo había abandonado en un orfanato y había pasado la mitad de su vida enfrentando el destino por su cuenta, sólo comenzara a sentir la verdadera soledad después de haber conocido a Yoongi?

—Jimin-ah, sonríe a la cámara.

Él lo miró.

Se pasaron el resto de la tormenta ahí, bebiendo café caliente de las máquinas expendedoras, cada uno sobre una lavadora. Hubieron algunos truenos, pero lo peor de ello no duró más de veinte minutos.

Cuando decidieron partir, Jimin recordó que tendría que volver a fingir sonrisas.

—Taehyung-ah...

—¿Hmm?

—No me abandones nunca, por favor.

La soledad era extraña.

Tenía a mucha gente que le quería. Mucha gente preocupándose por él, preguntándole por su día, preparándole pasteles de chocolate para hacerle sonreír.

—Vale, te lo juro.

¿Por qué no podía ser feliz con eso?

Mila~