Capitulo 5

5.4K 322 5
                                    

Subí a la limosina con mi madre. Ella se veía increíblemente hermosa esta mañana.

-Debería preguntar ¿por qué tantas ganas de ir al club?- me miró entrecerrando los ojos. – No ibas hace mucho tiempo.-

-Es sábado, el día luce genial y no tengo planes, es todo.- respondí evitando su mirada.

-¿Los McKenzie no llamaron para ir a pintar un muro, destrozar un auto o incendiar un árbol?- preguntó en burla.

-Aunque no lo creas, Keana es amante a la naturaleza. Ella jamás nos dejaría incendiar un árbol. De todas formas, Ally lo impediría diciendo que dañar a la creación de Dios es pecado.-

-Adoro a esa niña.- mi mamá dijo con una sonrisa sincera.

Sonreí con ella y la miré. Realmente se veía hermosa. Su vestido de verano en tonos claros con su sombrero café junto a sus sandalias la hacía ver más joven de lo que ya parecía.

-¿Qué?- preguntó ella notando mi mirada.

-Nada.- dije sonriendo.

-¿Qué sucede?- pregunto moviéndose hacia mí para empezar una ataque de cosquillas.

-Mamá, para.- pedí en medio de risas.- te lo diré, te lo diré.- me retorcía bajo sus delicadas manos.

-Cosquillas, nunca fallan.- murmuró con arrogancia.

Me acomodé en el asiento y arreglé mi ropa. La miré y ella seguía con una enorme sonrisa en su rostro.

Era insufrible.

-Te ves hermosa.- comenté avergonzada, mirando hacia la ventana.- eso era todo.-

-Y dicen que no eres adorable.- dijo ella dejando un pequeño beso en mi mejilla. Mi sonrojo aumentó.- Me gustaría llevarme el halago pero tu luces igual de hermosa. Aunque estoy confundida, ¿en realidad harás equitación?-

Mi vestimenta no ayudaba a ocultar mis intenciones. Llevaba una camiseta Polo azul marino, un pantalón Breech en negro, conjuntamente con mis botas de montar.

Había comprado todo el día anterior. Posiblemente se sorprenda cuando revise el valor de la factura.

-¿Por qué no? Es uno de los deportes con más elegancia en su ADN.-

-Odias los caballos, Lauren.- me lo recordó.

-No los odios, solo pienso que son animales demasiado libres para ser domados.-

-Pero montaras esos caballos.- comentó confundida.- De todas formas, ¿Qué pasó con las clases de tenis?-

-Lo dejé.- respondí sin más. –Intentaré algo nuevo, es todo.-

-Está bien, cariño. Estaré apoyándote.-

-Gracias, mamá.- dije sincera colocando mi mano sobre la suya. Ella me miró con una tierna sonrisa.

Llegamos y de inmediato divisé la enorme placa verde en la entrada principal.

“Miami Tenis y Golf Club

Ingresamos y el hombre de seguridad pidió nuestras membresías pero al reconocer a mi madre, no tardó más tiempo en dejarnos pasar.

Había dejado de venir hace demasiado tiempo y no por lo pesado de las clases.

Cuando tenía tiempo libre lo pasaba con Keana, Miller y Mathew y cuando ellos decidían venir al club, pasaba mi tiempo con Dinah.  Me había cansado del tenis y prefería permanecer en casa o “pintando muros” como mi mamá creía.

Te deje ir (Camren)Where stories live. Discover now