Te deje ir (Camren)

Capitulo 29

Volvimos a la casa mojando todo a nuestro paso. Llegamos hasta la habitación para tomar algo de ropa y cambiarnos antes de bajar a hacer el almuerzo. Esta vez Camila tomó el control de la situación y preparó la comida. Yo ayudé en cuanto pude, pero como dije anteriormente, esta no era mi especialidad.

Cuando terminamos de comer, fuimos hasta la sala para ver una película. Quise ver algo de miedo pero a mi novia le aterraba esa categoría por lo que terminamos viendo una película de amor. Me quedé dormida con ella entre mis brazos pero desperté cuando la escuché llorar suavemente. Al principio me asusté pero me explicó que era porque el protagonista había tenido un accidente y parecía no haber un futuro bueno para el amor. Besé suavemente su cabeza para calmarla y terminar de ver la película con ella.

Camila tenía razón. Su final no fue nada bueno y el terrible sentimiento de perdida me invadió, causando un sensación de nostalgia en mi interior.

No quería sentirme triste así que coloque otra película esta vez de dibujos animados mientras encendía la chimenea. No hacía frio pero nunca estaba demás algo de calor y más en una casa tan grande como esta.

-Camz- llamé luego de un rato de escuchar su lenta respiración y de sentir su tranquilidad entre mis brazos. No podía mirarla pues estaba de espaldas a mi, mirando el televisor. Al parecer se había quedado dormida y yo no tardé mucho en hacerlo.

La verdad no sé por cuanto dormí pero desperté cuando sentí pequeños besos vagar por mi cuello. Permanecí inmóvil sintiendo las suaves caricias hasta que su cuerpo se ubicó sobre el mío. Abrí mis ojos para notar la oscuridad de la noche y la intensa mirada de mi novia.

-Buena manera de despertarme- susurré con una sonrisa.

-Y esto apenas comienza.- sentenció volviendo a besar mi cuello.

-¿Eres insaciable? O ¿soy tu nuevo disfrute sexual?- me burlé.

-Definitivamente eres mi disfrute sexual, no sabía que podías ser adictiva.-

-Hay varias cosas que no sabes de mi.- dije empujando su cuerpo hacia atrás para poder ubicarme sobre ella pero en un mal movimiento el pequeño sofá no fue el espacio suficiente para movernos por lo que fuimos a parar en el piso alfombrado. Reímos por mi torpe movimiento.

-Mi amor.- llamó mi atención con esa sonrisa traviesa que tanto me encantaba. -Aun quiero conocer esas cosas sobre ti.- volví a reír mientras me acercaba.

-¿Qué voy a hacer contigo?-

-En este momento, todo lo que desees.-

Seguía descubriendo nuevas facetas de mi novia y me costaba elegir cual de ellas era mi favorita. Amaba su parte arrogante porque era la manera en como la conocí, sin contar el hecho de que fue la única que no rogaba por mi atención o hacía lo que yo quería. Su parte romántica rompió todos los esquemas que tenia sobre ella haciéndome perder la cabeza. Y ahora su parte sexual era el complemento perfecto para amarla con locura.

¿Qué mas podía pedir de ella?

Mi mente volvió a centrarse en Camila, acercándola para hacer que se sentara entre mis piernas, envolviendo sus piernas alrededor de mi cintura. Tomé su rostro entre mis manos y empezamos un beso apasionado que me cortó la respiración. Sentía sus manos envolver gentilmente mi cuello acercándome más si eso era posible. 

Levante el borde de su camiseta dejándola en sujetador. Mis manos bajaron a recorrer su costado y mis labios a su cuello. Suavemente empecé a empujar su cuerpo para recostarnos y me acomodé perfectamente entre sus piernas. Retiré sus pantalones y los míos con rapidez. Ella no demoró en sacarme la camiseta y posteriormente mi sujetador. La vi mirar mi cuerpo y morderse el labio inferior inconscientemente, haciéndome arder en deseo.