Capitulo 43

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Las semanas siguieron pasando y mi relación con Camila empezaba a mejorar. Veía a Camila y Normani con mayor frecuencia en la cafetería, volviéndose una rutina a la que me fui acostumbrando. Dinah volvió a hablarme y a tratar con Normani poco a poco. Siempre fueron grandes amigas y sabía que a escondidas, ellas seguían viéndose, incluso organizaban pijamadas de las que mi novia no estaba enterada.

Dinah seguía sin aceptarla y con su increíble habilidad la ignoraba al punto de no notar su presencia en la cafetería. Era una habilidad que desearía tener.

Nuevamente todo parecía ir bien, hasta que los problemas con mi padre empezaron a salirse de control.
Lo entendí. La

-Tenemos un 3312.-

Salí de inmediato y me dirigí al bar preferido por mi padre.
-¿En dónde está Hugo?-
-En el baño.- respondió resignado.
-Gracias.-  dije caminando hacia una pequeña puerta para ingresar y verlo tirado junto al inodoro.
-Vamos, papá.- me acerque para pasar uno de sus brazos por mis hombros.
-Laur, llegaste.- creo que intentó sonreír.- te invitaré una ronda, hija.- 
-Suficiente alcohol por ahora.- murmuré pasando por la barra.- Lamento los problemas, Hugo.-
El joven cantinero solo elevó los hombros y forzó una sonrisa. Sabía que sentía lastima por mí.
Conduje a casa y lo dejé en su cama. Ahora eran pocas las veces que ingresaba a su habitación. Mi mirada se perdió en una de las fotografías de su velador.
Mi madre tenía una hermosa sonrisa mientras mi padre la abrazaba por la espalda.
-La extraño.- murmuró con los ojos cerrados. En realidad creí que dormía. –No sabes la falta que me hace, Lauren.-
-Lo sé, papá.- murmuré volviendo a concentrarme en la foto.- También extraño a mamá.-
-Tú no lo entiendes, hija.- susurró abriendo los ojos y mirando fijamente el techo.- Vivía por ella y solo para ella.- lo dijo tan bajo que sentía la fuerza que hacía para sacar sus palabras.
Me senté a su lado aun mirando la fotografía.
-Lo entiendo a la perfección, papá.- susurré.- entiendo lo que es vivir para alguien más.- la imagen de Camila apareció junto a todos sus recuerdos.
-¿Cómo lo haces?- esta vez me miró.- ¿Cómo haces para levantarte cada mañana y seguir sonriendo?-
-Me obligo a hacerlo.- fui sincera.- Me obligo a salir de la cama mientras me repito que todo mejorará, que en algún punto, dejaré de fingir y todo mejorará-
-Lo lamento, hija.- de inmediato sus ojos se llenaron de lágrimas y el llanto vino a continuación.- lamento no poder ser fuerte por ti y tu hermana.-
-Está bien.- susurré mientras acariciaba su brazo tratando de calmarlo.- Ésta bien, papá.-
-Lo siento tanto, lo siento tanto, lo siento tanto…- lo repitió hasta quedarse dormido.
Dejé su cuarto y corrí al mío. Las lágrimas quemaban mis ojos para salir y no podía detenerlas un segundo más. Lloré cuando la puerta de mi habitación estuvo cerrada y me derrumbé como acostumbraba a hacerlo. Me derrumbé sintiéndome completamente sola.
El dolor de recordar a mi madre nunca se iba. El dolor de ver a mi padre, me destrozaba. Y el absurdo sentido de mi vida no me dejaba avanzar. Quería salir de este agujero, quería hacerlo por mi padre y por Taylor, pero esto me sobrepasaba. Me seguía hundiendo en la miseria.
Posteriormente mis mentiras fueron creciendo y llevando consigo a Camila. Pasaba más tiempo conmigo y en casa, por suerte nunca coincidía con los horarios de ebriedad de mi padre.
-¿En dónde están tus padres?- preguntó de repente en medio del desayuno. Taylor me miró de inmediato.
-Mamá esta con mi hermano fuera del país, ellos están visitando a mis abuelos y mi padre salió a trabajar.- fue lo primero que vino a mi mente.
-¿Por qué lo preguntas?- dijo Taylor extrañada.
-No lo sé, nunca los he visto. Resulta extraño que durante estos cuatro meses que llevamos saliendo, nunca he tenido la oportunidad de conocerlos.-
-¿Te gustaría conocerlos?- pregunté con una sonrisa. 
-No lo sé… no quiero que te sientas obligada… realmente no es necesario si tu…- la besé. Fue un beso corto, Taylor nos estaba mirando y no quería que ella se sintiera incomoda.
-Mis papas lo saben.- corté su miedo.- saben que me gustan las chicas, o bueno… que la única chica que me gusta eres tu.-
Ella sonrió en medio de un encantador sonrojo.
-Te los presentaré, Camz. Y ellos te amaran tanto co…- paré de inmediato. Paré por dos simples razones. 1. Estaba segura de que mi madre la amaría. Ya lo hizo en cuanto la conoció. 2.- Yo la amaba pero no estaba segura de que ella sintiera lo mismo por mí. No podía seguir presionándola.
Días posteriores recibí una agradable sorpresa.
-Mi amor.- dijo en español antes de lanzarse sobre mí. Hice un gran esfuerzo por no terminar fuera de mi silla.
-Mi amor, que gusto verte de nuevo.- respondió también en español.
No la había visto hace más de 4 meses. Recuerdo que la última vez fue año nuevo, durante el escape de la policía al salir de esa fiesta. Lucy estuvo de gira con su padre y dejó el colegio para continuar sus estudios en casa.
-Hacía tiempo que no venias por aquí.- esa era Dinah que tenía una enorme sonrisa burlona en su rostro. Era raro que ella lo dijera, conociendo la relación que las dos chicas tenían.
Lucy solo lo omitió y respondió a su cometario.
Ella seguía siendo tan tierna y adorable, tal vez un poco más de lo aceptado por mi novia, porque en algún momento de la conversación, se levantó molesta y miró nuestras manos entrelazadas sobre la mesa antes de salir. La seguí solo para terminar aceptando que entre Lucy y yo hubo un pasado. Ella empezó a llorar y finalmente dijo aquello que me devolvió a la vida.
-Te amo, Lauren.- susurró vulnerable.
La miré y fue lo único que pude hacer. Había esperado tanto tiempo por esto y ahora que sucedía, me quede en blanco, sin palabras para contestar lo que siempre sentí.
-Yo…-
-Lauren, tenemos un 3312.-
No ahora. Suplique.
-Lauren, debemos irnos.- apuro Lucy caminando hacia su auto. Estaba confundida por las palabras de Camila y en mi estado de idiotez, no podía conducir.
-Lauren debes irte ahora.-
Miré a Camila y luego a Dinah. Dinah asintió con resignación. Sabía que mi amiga llevaría a mi novia a su casa.
-Iré a tu casa en cuanto resuelva este problema.- dije suavemente antes de depositar un beso en su mejilla y empezar a alejarme.
-¿Te iras con ella?- preguntó y parecía dolida. 
-Camz…- quise decirle que la amaba pero ella me interrumpió.
-Vete, Lauren.- dijo segura mientras esquivaba mi mirada.
Solté un suspiro antes de entregarla las llaves de Camila a Dinah y poder subir al auto.
Lucy empezó a conducir pero fue obvia mi ridícula sonrisa que no pudo evitar preguntar.
-¿Estas bien?- mi sonrisa creció aún más.
-Ella me ama, Lu.- dije con la mirada perdida en algún punto.- Camila me ama.-
Parecía irreal e incluso una fantasía.
Finalmente tuve esperanzas de que todo cambiaría.
Si ella podía volver a amarme, yo podía resolver el desastre de mi vida.
Finalmente todo mejoraría. Fue lo que mi cabeza repetía una y otra vez.

Te deje ir (Camren)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang