Te deje ir (Camren)

Capitulo 36

Pasé las siguientes tres semanas en el hospital cambiando de habitación entre la de mi hermana y Camila.

Mi hermana había salido de un estado crítico y necesitaba mucha ayuda para moverse. Tenía dos costillas rotas, un esguince cervical y un pequeño trauma cráneo encefálico. Yo no era de gran ayuda para ella por mi brazo fracturado pero intentaba distraerla cuando despertaba. Mi tía se encargaba del resto. Cuando Tay dormía iba con Camila. Su estado seguía igual. No parecía querer despertar. Pero cada noche volvía junto a ella para suplicarle que lo hiciera. No perdía la esperanza de que ella escucharía mi voz.

-Las cosas no están bien aquí, Camz.- susurré acariciando suavemente su mano. -Por favor, amor… debes despertar.-

No podía mirarla sin sentir que el corazón se apretaba en mi pecho. Estaba conectada a demasiados aparatos.

-Por favor… - sentía las lágrimas cristalizando mi alma. En este punto no podía evitar llorar. No podía seguir siendo fuerte.- Camz…. Sigo estando aquí y estoy jodidamente enamorada de ti.- limpié mis lágrimas mientras agachaba la mirada. -Por favor, quédate conmigo.-

Sentí un tenue apretón en mi mano que me hizo mirar la acción. No parecía real. Luego vi lo que resultó ser una luz de esperanza. Volvió a apretar mi mano y esta vez la miré. Sus ojos estaba abiertos y fijos en mí. Lloré porque no creí que volvería a ver sus hermosos ojos chocolate. Lloré porque creí que nunca más despertaría.

-Camz.-

Intentó quitarse la mascarilla y la ayudé. Miró la jarra con agua y entendí lo que quería. Le serví un vaso y se lo di, parecía confundida pero agradecida. Dejó el vaso con agua en la mesa y luego sonrió tenuemente. Yo no terminaba de comprender lo sucedido por lo que salté sobre ella para abrazarla. Mis lágrimas seguían cayendo sin control.

-Creí que no despertarías.- susurré en su oído.

-Mmm… gracias.- dijo colocando las manos en mis hombros para apartarme.- ¿Qué hago aquí?-

-¿No lo recuerdas?- pregunté confundida. Ella negó con la cabeza. -Tuviste un accidente en auto, casi te pierdo.-

-¿En dónde están mis padres?- preguntó seria.

-Fueron a la cafetería por algo de comida.-

-¿Puede ir por ellos, señorita?-

-¿Qué?- la manera fría en cómo me hablaba me confundió aún más.- Camila, ¿sabes quién soy?-

-Si.- respondió segura.- La enfermera. Necesito hablar con mis papás, no entiendo que me pasó –

-¿La enfermera? Camila, soy tu novia.-

-¿Disculpa?-

-¿Camz, puedes recordarme?- me acerqué a ella colocando una mano en su mejilla. Empezaba a sentir pánico.

Ella apartó mi mano.

-No te recuerdo. Quiero ver a mis padres.-

-Camz, por favor…- esto no podía estar pasándome. No a mí.

-Necesito que llames a mis papás.-

-Camila, debes recordarme. Soy tu novia.

-¡Mamá!- empezó a gritar asustada.

-¡Mi amor, no me hagas esto!-

Empezó a gritar y dos segundos después su enfermera y medico entraron corriendo en la habitación.

-Debes calmarte, Camila.- pedían tratando de tranquilizarla.

-Ella no me recuerda.- susurré sintiendo como los brazos de Dinah me envolvían.