Capitulo 20

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-¿Resucitando de entre los muertos?- me burlé cuando todos bajamos de los autos.

-La peor resaca de la vida.- murmuró Keana caminando por el estacionamiento. Camila corrió para ir con Dinah y saludarla con un fuerte abrazo.

Dinah tenía razón, se llevarían bien.

-Valió la pena, ¿No lo crees?-

-Pasé todo el día en mi cama, con un mortal dolor de cabeza. Créeme, no lo vale.-

Reí por lo arrepentida que parecía. Keana con resaca era algo que nunca sucedía.

-¿Lolo?- llamó la pequeña volviendo junto a mí para tomar mi mano. -¿En dónde estamos?- preguntó nerviosa.

Adoraba la manera en cómo me llamaba. Me detuve solo para depositar un pequeño y rápido beso en sus labios. Ella dejó escapar una sonrisa.

-Es una sorpresa.- murmuré volviendo a caminar para llegar a la pequeña puerta de entrada. – ¿Estas lista?-

-¿Te he dicho que odio las sorpresas?- repitió, recordándome lo que ya sabía.

-Esta te gustará.- tomé la perrilla entre mis manos y abrí la puerta bajo la mirada expectante de mi novia.

-¿Esta es la sorpresa?- se burló. Estaba segura de que no le había gustado.

-Es una tradición.- elevé los hombros y caminamos hacia las sillas.

-¿Estaremos en problemas por entrar?-

-No lo creo.- tomé asiento viendo como el resto de chicos se acercaban.- El señor McKenzie es el propietario del lugar. Keana tiene las llaves y su padre sabe que estamos aquí.-

Camila caminó acercándose a mí y en lugar de sentarse en la silla continua, decidió sentarse en mi regazo. Coloqué una mano en su cintura y la otra sobre sus piernas. Ella pasó sus brazos alrededor de mi cuello y me besó sin que yo adivinara sus intenciones.

-Me gustas.- susurró contra mis labios.

Lo dijo así, de la nada causando que mi corazón latiera desbocado.

-¡Basta de amor!- interrumpió Mathew dejando las cervezas en la mesa. Yo seguía con la mirada fija en ella.

-Lauren, tienes que saber esto.- habló Dinah llamando mi atención.- Miller dice no recordar que hizo después de la fiesta.-todos sonreímos incrédulos.

-¡Vamos, Miller! Es imposible que olvides a la hermosa rubia con la que estabas ligando.-

-Estaba demasiado ebrio.- fue sincero. -¿Era bonita?-

-Ya lo creo. Anotó su número en tu móvil.-

-Si lo que dices es verdad, no dudaré en llamarla las próximas vacaciones.-

De repente el golpe con la realidad hizo que mi sonrisa desapareciera.

Esta era la despedida.

La última noche con ellos antes de que se marcharan. Vi como las expresiones en mis amigos cambiaron y un aire triste invadió el lugar por completo.

-Lauren te voy a…- intentó hablar Miller.

-No es momento para esto.- cortó Mathew tratando de no empeorar la situación. – ¡El último en entrar al agua beberá doble!-

Todos empezaron a retirar sus ropas de inmediato y sobra decir que ninguno de ellos tenía traje de baño.

-¿Quieres entrar?- le pregunte a mi novia que aún seguía sentada en mis piernas.

-No.- respondió con simpleza antes de volver a besarme. 

Sonreí mientras correspondí al beso. Suavemente su lengua pidió permiso para entrar y yo cedí de inmediato. El tranquilo beso empezó a subir de tono, haciéndome olvidar por completo el lugar en donde nos encontrábamos. Sentí su mano moverse hasta mi cuello y acercarme aún más si eso era posible. Coloqué mi mano sobre su pierna e inconscientemente empecé a repartir suaves caricias que deseaban aumentar la intensidad. Me moría de ganas por besar su cuello pero sabía de antemano que eso era una mala idea. No quería arruinarlo. Por primera vez, deseaba hacer las cosas bien.

Suavemente terminé el beso, bajo la silenciosa protesta de mi novia.

-Creo que deberíamos entrar.- murmuré tratando de recobrar la respiración.

Necesitaba agua para bajar la temperatura de mi cuerpo. Ella sonrió y asintió.

Se levantó de mi regazo y empezó a levantar los bordes de su camiseta.

-Espera.- dije deteniéndola. Ella me miró confundida. -No estoy segura de querer que ellos te miren…- ella rio deteniendo mis palabras.

-Amor, ya me vieron en ropa interior.- sonreí por la manera en cómo me llamó. Aquella simple palabra me hizo sonreír como idiota. Me acerque y robe un pequeño beso de sus labios.

-Aquella vez estaba demasiado oscuro para ver algo más de lo necesario.- aunque ahora eran más de las 11 pm pero las luces del lugar brillaban iluminando el complejo cerrado en donde nos encontrábamos.

-¿Celosa?- preguntó entendiendo mis palabras. Se acercó con una sonrisa confiada.

-Nunca.- me defendí. Hasta hace poco no había conocido la definición de esa palabra pero con Camila todo resultaba nuevo y aterrador. ¿Estaba celosa?

-¿Segura?- preguntó dándome un corto beso en los labios. -Porque pareces estarlo, de otro modo no te incomodaría el que me desvistiera ahora.-

-No desconfió de mis amigos.- aclaré. -pero no quiero que Miller o Mathew te miren-

-Exageras.- dijo riendo.

-No, claro que no. Tengo una idea.- dije antes d acercarme al borde de la piscina. -Hey, chicos.- llamé la atención de mis amigos. – Camila entrará a la piscina. ¿Les molestaría voltearse?-

-¿Qué?- preguntó Mathew preocupado -¿Hicimos algo que no debíamos, Mila? ¿Te hicimos sentir incomoda?-

-No fue mi idea.- se defendió la pequeña. -No te preocupes, Math- lo miró con ternura.

-¿Es por ti?- me preguntó Miller con una enorme sonrisa.

-Es una parte de ti que no conocíamos, nena.- murmuró Keana. -¿Son celos o posesión?-

Todos rieron dando sus opiniones.

-Discutan  eso con la vista hacia el otro lado.- pedí con seriedad.

-Todos sabíamos que tarde o temprano sucedería pero nunca imaginamos el monstruo que crearíamos.- todos volvieron a reír antes de girar. Evité discutir y volví hacia la pequeña que me miraba con una sonrisa y los ojos entrecerrados. Bese sus labios y empecé a retirar mi camiseta. Camila hizo lo mismo y con todas mis fuerzas evité mirar más de lo debido.

Hice un gran esfuerzo, lo juro.

Cuando terminamos de retirar nuestras prendas, tomó mi mano y camino hacia la piscina. Me moría de ganas por recorrer su cuerpo con la mirada pero me mantuve firme y mire hacia mis amigos hasta que estuvimos dentro de la piscina.

-Ya pueden voltear.-

-Es una lástima que no pudimos apreciar tu hermoso cuerpo.- murmuró Mathew mirando a Camila de forma coqueta. Camila sonrió y yo lo fulmine con la mirada.

-Me gusta tu cuerpo, Mila.- comentó Miller como si nada.

-¿Qué dijiste?- le pregunté increíblemente enojada.

-Basta ya, chicos.- intervino Dinah riendo. -Estoy segura que en cualquier momento, Lauren saltará sobre ustedes.-

-Lolo.- llamó mi novia llegando junto a mí. Se acercó a mi oído y suavemente susurró. -Me gustas-
Sonreí olvidando por completo mis pensamientos homicidas.

¿Qué rayos hacia conmigo?

Te deje ir (Camren)Where stories live. Discover now