Capitulo 9

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Subí al segundo piso y la vi caminar por el pasillo.

-¡Hey, loca!- la llamé causando que vuelva su mirada para verme.

-¿Ahora tú me acosas?- preguntó abriendo la primera puerta, en busca del baño.

-Ya quisieras.-

-Y yo soy la arrogante- murmuró abriendo otro puerta y cerrándola de inmediato. Puedo imaginar lo que vio.

-Lo eres.- dije sincera.- eres arrogante y presuntuosa.-

-Gracias, es el mejor cumplido de la noche.- dijo con indiferencia.

-¿Lo ves? Eres irritante.-

-Entonces aléjate.- dijo abriendo otra puerta y dando con la correcta. –disfruta de la fiesta, Lauren.- deseó antes de entrar en el baño.

-No haré lo que me digas.- dije segura junto a la puerta. –Me quedaré aquí hasta que salgas.-

-¡Estas acosándome!- gritó desde adentro.

-Solo necesito que quites el olor a licor de mis jeans.-

-¿Qué obtengo a cambio?-

-Lo que quieras.- dije segura. Si mi madre notaba el olor a vodka en mí, recibiría el sermón de la vida.

-¿Lo que quiera?- preguntó dudosa detrás de la puerta. Asentí aunque ella no pudo notarlo. Abrió la puerta desconfiada. –Sácame de aquí.-

-¿Qué?- pregunté antes de empezar a reír. –No llevo a locas conmigo. Mejor otra cosa.-

-Entonces olvídalo.- dijo cerrando la puerta nuevamente.

-¡Eres irritante!- grité caminando en círculos. Permanecí en silencio un momento pensando que hacer.

-Tu tiempo se agota, Lauren. Si salgo de aquí y vuelvo a la fiesta olvídate de mí ayuda.-

-Bien.- dije rendida.- te sacaré de aquí.-

-No era tan difícil ¿verdad?- preguntó con una enorme sonrisa mientras abría la puerta. Entrecerré los ojos mirándola. –Entra.-

Miré a ambos lados del pasillo. Había pocos chicos y la mayoría estaban tan entretenidos en sus parejas que era invisible para ellos. La música sonaba por toda la casa.

Camila cerró la puerta.

-Podrías abusar de mí. Deberíamos mantener la distancia.- pedí con una sonrisa.

-Ya quisieras.- dijo caminando hacia su bolso que estaba sobre el lavamanos. Caminé hacia la bañera y me senté al borde. –Esto nunca falla.- se acercó a mí con una toallita húmeda en su mano. Se colocó en cuclillas frente a mí y abrió el pequeño sobre.

-Esto es todo lo contrario a mantener distancias.- explique en medio de una carcajada. Estaba agachada frente a mí mirando la mancha de licor en mis  jeans.

-Cállate.- pidió con una sonrisa que intento ocultar. Tomó el pañuelo húmedo y suavemente lo pasó sobre mi pierna. El olor a manzanilla invadió el lugar.

-¿Ya está?- pregunté cuando volvió a su bolso.

-Casi.- sacó un pequeño frasco de perfume y colocó unas pequeñas gotas sobre el tejido. Su fragancia invadió mis sentidos de inmediato. El olor era dulce y adictivo.- Listo.- dijo volviendo a levantarse. –Solo deja que se seque.-

-¿Estas segura que funcionará?

-No pero debía intentarlo.- respondió elevando los hombros. –Ahora vámonos.-

Te deje ir (Camren)Where stories live. Discover now