Capitulo 19

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-Ella más que nadie, debería entenderlo.- dijo con tristeza.

Salimos de la casa hacia el enorme jardín trasero. Había chicos en el lugar así que caminamos hasta el extremo más alejado para poder hablar.

-¿Qué debe entender?-

-Lo que hago.-

-¿Por qué lo haces?- no había comprendido nada sobre la conversación que ellas mantuvieron pero definitivamente albergó dudas en mí. -¿Por qué sales conmigo, Camila? ¿Intentas castigar a tus padres?- repetí insegura.

-¿De qué estás hablando?- preguntó mirándome ofendida. -¿Crees que salgo contigo para molestar a mis padres?-

-¿Se molestaran si se enteran?-

Ella permaneció en silencio.

-No lo hago por ellos.- respondió luego de un momento.- y duele saber qué piensas eso.-

-No lo hacía pero tú amiga…-

-Normani solo está preocupada por mi.- dijo cruzando los brazos para mantener el calor. Hacía algo de viento. Me retiré la chaqueta y se la pasé por los hombros. Ella me sonrió tenuemente. –Nunca había salido con una chica y que tú, en especial seas la primera, le preocupa.-

-¿A qué te refieres?- parecía insegura de decirlo.

-Tienes fama.- respondió suavemente.- y no de la buena.-

-Se más clara.-

-Tiene miedo de que seas una idiota conmigo y me hagas daño.-

-¿Y tú lo crees? ¿Crees que te haría eso?-

Ella no respondió. Solo agachó la mirada.

-Necesito una respuesta.-

-Quiero creer que no. En serio quiero creerlo.- dijo volviendo a mirarme.- pero luego veo como esa chica parece destrozada y toda mi confianza se desmorona. No quiero terminar como ella, Lauren.

-Nunca sentí nada por Leighton- me sentía mal al reconocerlo.- las cosas no funcionaron para mí pero nunca fue mi intención hacerle daño.-

-Tengo miedo de que eso suceda.- volvió a agachar la mirada.- Tengo miedo de quererte y que tu no llegues a sentir lo mismo por mi.-

Di dos pasos hacia delante, terminando la poca distancia que nos separaba para tomar su rostro y obligarla a mirarme.

-Eso no sucederá. Me tienes, Camila.- deje un pequeño beso en sus labios.

-Lauren yo…- soltó un suspiro antes de continuar.- No quiero que me hagas daño.- era una súplica.

Sentí mi corazón doler por la forma en como lo pidió. No tenía la intención de lastimarla y sé que por mi pasado resultaba difícil de creer que no lo haría.

La bese. Volví a besarla tratando de decirle aquello que no podía con palabras.

-Esto no es un juego para mí. No eres un reto ni mi trofeo. Camila, tu… no te imaginas lo mucho que me enloqueces. Por favor, créeme cuando te digo que no te haré daño.-

-¿Lo prometes?- preguntó con una pequeña sonrisa.

-Te lo prometo-

Camila colocó los brazos alrededor de mi cuello, acercándome nuevamente a ella. Coloque las manos en su pequeña cintura y cerramos la promesa con un beso lento que poco a poco empezó a tomar intensidad. Acaricie el borde de sus labios pidiendo paso para explorar a mi antojo. Ella cedió de inmediato y sentí mi cuerpo temblar al sentir su lengua jugar con mis labios de una manera delirante. Mordió mi labio inferior al separarse un poco, antes de volver a besarme con una sonrisa triunfante. No imagine que ella haría eso. Moví una mano colocándola en su nuca y la necesidad de sus labios creció de una manera descontrolada. Me veía en la urgencia de pegar su cuerpo a la cerca de madera y tomarla de una manera inapropiada pero hice acopio de todas mis fuerzas para terminar el beso antes de que las cosas sean incontrolables.

El deseo que sentía por ella era mucho más fuerte que mi autocontrol.

-Deberíamos entrar.- comenté tratando de recuperar la respiración.

-Si.- susurró con las mejillas sonrojadas. Tomé su mano y caminamos hacia el interior de la casa.

-Hey, ¿adivinen lo que Mathew acaba de hacer?- preguntó Dinah entusiasmada.

-Dime que no golpeo a otro pretendiente de Keana.-

-Mejor que eso.- señaló hacia un grupo de chicos que formaban un círculo mirando el espectáculo. –Mathew retó a varios de sus compañeros a beber. El último en permanecer en la mesa o quedar consciente, gana.-

-Y eso es bueno por…- tendría que llevar a Mathew ebrio a casa. Eso no era nada bueno.

-Keana y Miller también entraron al juego.-

-¿Keana ebria?- pensé.- ¡Pago por ver!-

Desde que conozco a los Mackenzie, Keana ha sido la única que se ha mantenido en pie después de una buena fiesta. Medía siempre su consumo de alcohol pero estaba segura no saldría victoriosa de esto.

Tomé la mano de mi novia y me abrí paso entre el alboroto de gente reunido alrededor de 10 chicos. Cada uno sentado alrededor de una mesa circular y con una cantidad increíble de botellas en el centro. Los vasos se llenaron con Jack Daniel´s y el público enloqueció al ver como la primera ronda de licores era tomada. Llegue junto a mis amigos y coloqué a Camila frente a mí para evitar que pudieran lastimarla en medio de esta locura. Abracé su cintura y entusiasmada por el ridículo juego, empezamos a gritar.

-Vamos, Keana, ¡Tú puedes!-

-¡Demuéstrale a tus hermanos que eres la mejor!-

-¡Hey!- se quejó Mathew al escuchar nuestro apoyo.- ¿Nadie gritará por mí?-

-Mmm… yo, si quieres.- respondió Camila cuando nadie quería responder.- ¡Vamos, Math!- animó tan tristemente. Dinah y yo soltamos una fuerte carcajada.

-Déjalo, Mila.- pidió tomando su segundo vaso de whiskey.

-¿Mila?- pregunté confundida, susurrándole al oído por el escándalo que hacían. Se tensó bajo mi tacto.

-Es un apodo. Normani suele llamarme así, de seguro lo escucharon.-

-Es lindo.-

-Lo es- respondió girando suavemente su cabeza para colocar un pequeño beso en mi mejilla antes de seguir animando a Keana.

Decir que Keana tomó unos tragos demás, resulta absurdo.

Esa noche, mi mejor amiga venció en el juego y terminó tan ebria como era humanamente posible.

Te deje ir (Camren)Where stories live. Discover now