Te deje ir (Camren)

Capitulo 11

-¿Están listas?- preguntó Keana arreglando su hermoso vestido.

-Lista.- respondió Dinah terminando de colocarse brillo labial.

-Lista.- respondí asegurando la máscara a mi rostro.

El chofer bajó del auto para abrir la puerta.

-Que empiece la diversión.-

Murmuró Keana bajando de la limosina.

En cuanto descendimos del vehículo varios camarógrafos esperaban en la entrada del lujoso hotel en donde se realizaría el tan ansiado baile de máscaras.

Posamos para las fotos con unas radiantes sonrisas y entre risas entramos al lugar. Podría ver las imágenes en los periódicos de mañana.

Los banquetes y la alta costura eran una rutina presente en estos eventos.

Todos lucían sus mejores trajes. Keana escogió para la ocasión un vestido azul pastel, con detalles plateados, propio de las películas venecianas y la máscara, también en tonos azules con fondo blanco. Dinah utilizaba un vestido color Champagne, corto por delante y largo en la parte de atrás, con un provocativo cuello en V, su máscara era dorada con encajes y sutiles adornos. Yo, por el contrario había elegido mi vestido en color negro con un pronunciado escote que llegaba hasta la parte baja de mi espalda. Mi mascara era del mismo color en encaje y delicadas piedritas en plateado a los extremos. La adoraba por moldearse con perfección a mi rostro. Mi maquillaje era en tonos oscuros y mis labios tenían un rojo intenso que resaltaba en contraste con mi atuendo y el pálido color de mi piel, finalmente mi cabello estaba completamente liso.

-Podría decir que se ven hermosas, pero sería empequeñecer la realidad.-

Ahí estaban Miller y Mathew. Ambos lucían increíblemente atractivos. Utilizaban sus mejores trajes, sus cabellos estaban perfectamente acomodados y sus máscaras eran hermosas. Miller utilizaba una máscara que cubría solamente la mitad de su rostro y Mathew una en color rojo que combinaba a la perfección con su corbatín.

-Creí que nunca lo diría pero te ves atractivo.- dije de forma coqueta jugando con el pequeño moño rojo de Mathew.

-No te hagas ilusiones conmigo.- cortó con seriedad.- Estoy fuera de tu alcance.- dijo arrogante y yo solté una fuerte carcajada.

-Es una lástima.- dije acercándome tentadoramente a su oído para murmurar.- siempre he sentido una fuerte atracción por ti.- pasé de él para ir por una copa de champagne.

-No juegues conmigo, nena.- dijo sin creerse una sola palabra. Mantuve una pequeña sonrisa hasta llegar a la mesa de bebidas.

-El baile empezará en unos pocos minutos.- comentó Dinah llegando junto a mí. -¿Nerviosa?-

-No.- dije tomando mi bebida y dándole una copa a mi mejor amiga.- No bailaré, sabes que bailar no es lo mío.-

-No puedes simplemente quedarte…-
Dejé de escuchar, lo hice de manera involuntaria. Todos mis sentidos se centraron en una hermosa chica que entraba junto a su presuntuoso novio. Él caminaba sujetando su mano con orgullo como si tratara de exhibir su mejor premio. ¿Y cómo no hacerlo?

Ella era hermosa. Llevaba un vestido largo en color beige que dejaba al descubierto sus delicados hombros. Su cabello estaba ondulado y sujeto en una media cola con pequeños mechones de cabello que caían sobre su rostro. Y su máscara era de encaje blanco. Lucía tan elegante.

La vi caminar por todo el salón y de repente nuestras miradas se encontraron. No la había visto desde aquella noche en la pizzería hace una semana y ahora me arrepentía de no haberla llamado al día siguiente. Camila mi miró fijamente, sabía que me había reconocido. Sonreí de lado y ella volvió la mirada al frente para seguir caminando. ¡Volvía a ignorarme!