Capitulo 33

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Las vacaciones seguían pasando con demasiado rapidez, aun en contra de mis deseos de detener el tiempo.

Aquella fue nuestra primera pelea pero no la ultima. Recuerdo haber discutido por culpa de su exnovio, enviándole mensajes. Perdí la cabeza y recuerdo haber gritado y maldecido  todo lo que pude. Obviamente Dinah salió en ayuda de la pequeña y luego de una gran conversación las cosas se aclararon. 

Durante días habíamos evitado las peleas. Mañana volvería al internado.

-¿Qué quieres desayunar?- pregunté mirando el menú del hotel.

-A ti.- dijo sin descaro girando la cabeza para mirarme. Estábamos en la cama mirando televisión, con ella sentada entre mis piernas y su espalda apoyada en mi pecho.

En algún punto hicimos normal el pasar la noche en el hotel de mi padre. Aun me preguntaba como Camila controlaba la situación en casa y las cosas con su padre.

-Eres insaciable.- me burlé dejando un corto beso en sus labios.

-¿Y tu no?- se rio mirando el menú.- Me deseas más de lo que te gustaría admitir.-

-¿Eso crees?- me reí sarcástica.- Te subestimas-  fueron las palabras exactas para desafiarla.

-Déjame demostrártelo.- pidió, dejando el menú sobre la mesa de noche y girando su cuerpo de frente hacia mí. Envolvió sus piernas alrededor de mi cintura y solo me miraba. -¿En realidad crees que eres fuerte?- susurró colocando un mechón de cabello tras mi oreja. -Acaso no sabes que lo que más amo de ti es…- se acercó a mi oído para susurrar.- Que estas loca por mi.-

-Te subestimas.- insistí. Esta vez ella empezó a besar mi cuello, justo en mi punto débil. Moví mi cabeza involuntariamente dándole el espacio necesario para que continuara. Podía sentir la sonrisa en sus labios.

-¿Estas segura?- preguntó bajando sus labios por mi pecho. Estaba solo en sujetador y despojarse de mi prenda no resultó un problema para ella. Su mano fue a uno de mis pechos y sus labios siguieron besando mi cuello a su antojo.

-Lo estoy.- me las arreglé para contestar sin dejar escapar un gemido.

-De acuerdo.- se detuvo y me arrepentí de inmediato por no aceptarlo para que ella continuara. -Es bueno saber que no mueres por mi.- sonrió antes de acercarse por un beso.

Deseaba con todas mis ganas besar sus labios pero antes de cerrar por completo la distancia, ella se alejó con una sonrisa confiada.

-No te atrevas a hacerme esto, Camila.- dije seria y molesta por la privación de sus labios.

-¿Hacerte que, bebé?- preguntó inocente, volviéndose a acercar.

Intenté besarla nuevamente pero al ultimo momento ella se alejó, esta vez me moví con ella intentando alcanzarla pero su mejilla fue mi único final.

-Por tu bien, deja de moverte.- advertí y ella seguía sonriendo. Volvió a acerarse y podía ver sus intenciones de seguir jugando conmigo. Coloqué una mano en su cuello evitando que lo hiciera y esta vez logre besarla, mientras ella sonreía.

-No me hagas esto, Camila.- supliqué entre sus labios. -No me hagas desearte.- volví a besarla.

-No es suficiente que me desees.- terminó el beso para volver a mi cuello y su mano nuevamente en mi pecho. Suspiré. – Quiero que pierdas la cabeza por mi.-

-Lo hago.- admití cuando sus labios descendían lentamente.

En un movimiento rápido la empuje para ubicarme sobre su cuerpo. Al parecer lo que hicimos la noche anterior no fue suficiente. Nunca parecía ser suficiente. Nunca me cansaba de ella.

Te deje ir (Camren)Where stories live. Discover now